#Minuto93 | Real Madrid 4 – Al Ain 1 (Mundial de Clubes 2018)
1- Historia que tú hiciste: Siete. Entre Intercontinental y Mundial de Clubes, el Real Madrid se ha proclamado en siete ocasiones como el rey del universo futbolístico. Otra competición en la que nadie puede presumir más ni mejor.
2- Adiós demagogia: no hace tanto se usaba el asunto de la cantera como arma arrojadiza para alimentar la teoría de “qué bueno es el Barça, qué malo es el Madrid”. El debate da para mucho y no se puede simplificar en pocas líneas; sólo diremos que el trabajo de base en Valdebebas es bueno y que el salto (y la estabilización) a la élite depende de muchos factores. Para todo lo demás, Marcos Llorente. El MVP de la final es un reconocimiento más para un jugador que se ha tirado casi un año y medio en blanco.
3- Modr10c: el 2018 será inolvidable para el genio croata. Todos sus éxitos individuales y colectivos fueron puestos en solfa por los talibanes del messianismo y el cholismo, pero conviene salir de nuestra burbuja y ver que estos días, rivales y aficionados, han tratado a Modric como lo que es: como un genio de este deporte.
4- Perdón: como ya pasara ante el Kashima o en ediciones anteriores, parece que el Madrid es culpable de verse con rivales cuyo potencial sea sensiblemente inferior al suyo, como si el billete para el Mundial de Clubes lo hubiera comprado cada Navidad en algún centro comercial.
5- El camero no hace la cama: quizás en solidaridad con todos esos críticos, el equipo de Solari saltó al campo con la ligera idea de dar algo de emoción a la final. Menos mal que Sergio Ramos no se enteró del plan, calcado al de la semi con el Kashima, y evitó el que pudo ser el 0-1 a los pocos minutos tras un error flagrante de Marcelo.
6- Un caballero: en medio del confeti y la euforia, la televisión entrevistó a Solari a pie de césped. El argentino sacó pecho por su plantilla, poniendo el acento en la dificultad que tiene ganar este título tres años seguidos, con todo lo que ello supone. Se acordó del club y de uno de sus antecesores, Zizou. La canallesca le afea que no mencionara a Lopetegui. Aquí somos muy de Julen, pero conviene recordar que la plaza en el Mundial de Clubes se logra por ganar la Champions y que nosotros sepamos en Kiev se sentaba en el banquillo un tal Zinedine Zidane.
7- De Munich a Abu Dhabi: aerolíneas Ramos no deja de abrir sucursales en campos de medio mundo. El ‘4’ blanco volvió surcar el cielo en una final, añadiendo otra postal a las de Lisboa, Milán o Marrakech. Parece que fue ayer cuando el sevillano se adueñó del tráfico aéreo de Munich para el ‘doblete que cimentaba el histórico 0-4 en las semifinales de la Champions 13-14. Gracias Sergio, contigo empezó todo.
8- Como en Kiev: nada más comenzar la segunda parte, Modric y Benzema sacaron la paleta de colores para pintar un cuadro que pudo ser una obra de arte. Eso sí, la rúbrica hubiera corrido a cargo de Bale, pero la preciosa chilena del galés no acabó en gol por muy poco. Lo merecía.
9- Mensaje: antes hablábamos del gol de Ramos, pero no de su celebración. El abrazo con Isco, quien estaba calentando detrás de la portería, demuestra que la plantilla no se olvida de uno de los suyos, alguien que, con mayor o menor grado de culpabilidad en ello, está viviendo un momento duro a nivel deportivo. La vuelta de Isco a su mejor nivel sería el mejor regalo de Reyes para Solari.
10- Con estrella: el marcador lo cerró un gol en propia puerta del Al-Ain tras una acción individual de Vinicius. La jugada parece hermana gemela del gol ante el Valladolid del día I tras el cese de Lopetegui. No sabemos si el brasileño será una estrella, lo que sí está testado es que tiene ángel.
Texto: Francisco Quirós Soriano
Foto: Realmadrid.com