#Minuto93 | Ajax 1 Real Madrid 2 (Champions League 2018-19)
1. Manos a la obra. Pese a un despiste inicial, el capitán fue el mejor jugador del equipo en Ámsterdam. Cuando las escaramuzas holandesas eran más intensas, el camero se puso el mono de obra y desplegó su mejor versión defensiva en lo que llevamos de temporada. No marcó, pero no dudó en sacar la llave inglesa y apretar un par de tuercas para solucionar alguna que otra fuga.
2. Benzema y la Champions. Determinante. Desde que debutó con el Olympique de Lyon hace más de una década, el delantero francés siempre ha tenido una relación especial con esta competición. Goles decisivos como el de anoche en el Johan Cruyff Arena, cuando el Madrid más sufría, es un dato mucho más valioso que su meritorio cuarto puesto en el ránking de goleadores históricos en la Copa de Europa, con 60 tantos.
3. Menuda caraja. Pese a lo positivo del resultado, jugadores como Carvajal, Nacho, Kroos o Casemiro no estuvieron al nivel que nos tenían acostumbrados en estos últimos compromisos. Imprecisos, lentos y por momentos, desquiciados ante el empuje juvenil de un Ajax repleto de imberbes.
4. La mantequilla de Asensio. Cuando el joven balear anotó su gol en los instantes finales del partido, numerosos medios de comunicación comenzaron a especular sobre el por qué de su curiosa celebración. Al final, ni estaba pasando la factura, ni tocaba el violín, ni estaba retando a Solari, solamente simulaba el gesto de untar crema de cacahuete encima de una rebanada de pan, en clara alusión a su familia materna, de origen holandés.
5. Un VAR transparente. Si durante las últimas jornadas de Liga estamos presenciando un uso más que cuestionable del protocolo del videoarbitraje, con decisiones más que cuestionables en determinadas jugadas, aludiendo siempre a lo grisáceo de la retina arbitral, en Europa parece que tienen mucho más claro las cosas. La consulta del árbitro a la tele para revisar la jugada del gol anulado al Ajax y la consiguiente explicación arbitral de la UEFA a través de sus redes sociales dejan en evidencia el oscurantismo de Tebas y la Liga.
6. Criaturismo. La banda izquierda formada por Reguilón y Vinicius Jr demostró garra y personalidad en los momentos más difíciles. El brasilero, lejos de esconderse y conformarse con esperar arriba su oportunidad, no dudó en echar una mano a su compañero de clase, pegándose con sus rivales y robando balones. Por su parte, el canterano sigue respondiendo positivamente a las oportunidades que le da Solari. Anoche un par de cabalgadas suyas en la primera parte logró generar dos de las ocasiones más claras por parte del Real Madrid.
7. Gigante Courtois. En un partido donde la brillantez brilló por su ausencia en varios de los jugadores más importantes del Real Madrid, Thibaut volvió a aparecer como salvador en algunas de las ocasiones más claras del partido por parte del Ajax. Los delanteros rivales parecían empequeñecerse ante la silueta del gigante belga. Tanto fue así que hasta le perdonamos su error flagrante en la jugada del gol anulado por el VAR.
8. Vale, Bale. Es cierto que el galés no completó un buen partido en todos aquellos aspectos que se deben exigir a un crack. Ni generó por si mismo jugadas claras de gol para sus compañeros, ni estuvo acertado de cara puerta en los escasos tiros que probó. Sin embargo, su esfuerzo defensivo fue más que notable, pese a no ser Lucas Vázquez.
9. Solari y el grupo. Si un jugador aprovecha su oportunidad y demuestra que está mejor que su compañero de puesto, el técnico argentino no duda en darle continuidad en el 11 titular, independientemente del nombre que lleve a la espalda. Y eso mismo ha hecho con Reguilón en los importantes compromisos ante el Atleti y anoche en Ámsterdam. Anteriormente ya lo había hecho con Ceballos, Vinicius o Llorente. Asensio anoche aprovechó su oportunidad, anotando el gol de la victoria. ¿Titular el domingo frente al Girona en el Bernabéu? Probablemente sí.
10. Micromanía. En zona mixta, Ramos hizo unas declaraciones que se podrían interpretar como que estaba admitiendo el delito de haber provocado una tarjeta amarilla, cuestión prohibida por la UEFA y que es sancionada entre 2 y 3 partidos. Sin embargo, unos minutos más tarde no dudó en rectificar públicamente tanto en radios como en twitter. Lo siento, me equivoqué, no volverá a ocurrir.
Foto: AS