#MiJugadorReal | @Gushm74

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Incluso los madridistas más equilibrados, aquellos que subordinan cualquier jugador a la pureza del escudo, incluso aquellos guardan en sus retinas episodios sentidos protagonizados por algún héroe blanco. Para compartir y en algún caso divulgar esas reminiscencias madridistas, MadridistaReal lanza esta iniciativa.

Estoy seguro de que con la excusa los madridistas podremos remontarnos a la arcadia de nuestra existencia, a nuestra cándida niñez, momento en el que muchos nos dejamos contagiar por el sentimiento madridista. Nuestro compañero @Rancoma_ sabe muy bien de lo que hablo, ha ahondado en ese magnetismo que se siente especialmente en una etapa.

Personalmente aunque Bale me hizo vibrar en la final de Copa de 2014, esa actuación fue ya disfrutada desde la madurez. Algo muy distinto a lo percibí de niño con #MiJugadorReal.

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Si tuvieses que elegir un exjugador histórico del Real Madrid como tu favorito, ¿a quién elegirías? ¿Por qué?

Santillana. Fue mi primer ídolo, y representa todo lo que me gusta del Real Madrid. No rendirse nunca, superar todas las adversidades (ni era el más alto, ni el más fuerte, ni el más técnico, y aún así era imparable), sentía el escudo como el que más, era capaz de cambiar un partido en dos minutos… Como jugador era puro corazón, con un coraje solo a la altura de esos tipos que persiguen sus sueños dándolo todo. Es de los pocos jugadores que he visto salir del banquillo y que a uno de los mejores porteros de Europa le temblaran las piernas al escuchar su nombre… y diez minutos después ya le había hecho dos goles…

¿Qué cualidad destacarías de él? ¿Por qué fue importante en el Real Madrid?

Voy a ser poco original: su remate de cabeza. Nadie ha rematado como él de cabeza, en todo el tiempo que mi memoria futbolística es capaz de alcanzar. Se elevaba como se elevaba un Michael Jordan, un segundo más que el resto, y cuando los centrales caían, él mataba a gol como un killer.

Fue importante porque todavía se le recuerda cada minuto 7, acompañando en el cántico al también eterno y añorado Juanito. Porque es el 9 eterno del Madrid, con permiso de Don Alfredo (que no era solo un 9, era un 2, un 3, un 4…), porque hizo que muchos niños de los 70 y los 80 quisiéramos ser como él, un tipo que se crió prácticamente en el Madrid, mamó de la casa y se hizo madridista de corazón. Y además, porque siempre fue un buen tipo, alguien del que nunca nadie habló mal. Y eso, en este mundo, es mucho decir.

¿Qué exhibición suya en un partido recuerdas con más cariño vistiendo la camiseta del Real Madrid? ¿Por qué?

Que le pregunten al Inter, al Colonia, al Borussia Monchengladbach… Si me tengo que quedar con un partido, fue el que jugamos el 11 de abril de 1985, contra el Inter de Milán en la vuelta de la semifinal de UEFA. Yo tenía 11 años y mi padre me llevó al partido desde Talavera, mi ciudad natal. Y el Madrid remontó el 2-0 de la ida con un Santillana imperial, que amargó a Walter Zenga con dos goles marca de la casa, especialmente el segundo, un chicharrazo de cabeza a un centro de San José. Era el minuto 42 y la eliminatoria estaba igualada. Luego marcó Míchel, y el Madrid no se echó atrás, siguió buscando el gol ante un Zenga que se lució. Pero el objetivo se había cumplido, con los dos primeros goles del 9.

¿En qué título del Real Madrid consideras que fue más determinante?

En las UEFAS de los 80

¿Qué sentiste cuando abandonó el Real Madrid?

Pues cuando se te va un ídolo sientes pena, añoras cuando jugaba, extrañas los valores que aportaba al equipo… pero creo que tuvo una buena salida. Se retiró en el club de sus amores, y sigue siendo, 30 años después de su retirada, uno de los jugadores más queridos y recordados por la afición. Eso no es sencillo en un club tan grande como es nuestro Madrid, por el que ha pasado los mejores de todas las épocas, y casi nadie puede presumir de ello, al menos no al nivel de Santillana.

¿Tienes alguna prenda u objeto con su nombre o que te recuerde a él?

Tengo un banderín de la UEFA del 84-85 que guardo como oro en paño, comprado aquella noche del Inter.

Si tuvieses que compararlo con un jugador actual de la plantilla del Real Madrid, ¿con quién sería? ¿Por qué?

Es complicado, porque el fútbol ha cambiado mucho. Quizás con Sergio Ramos porque también se ha criado en el Madrid, porque lo ha dado todo (aunque no sea mi jugador preferido actual), por su coraje, y porque nos ha hecho felices a muchos con sus goles (lo sentimos, atléticos).

Si hubieses podido conocerlo en persona, ¿qué le hubieras dicho?

Aquí voy a confesar una cosa. Hace ya unos cuantos años, unos ocho o diez, me lo crucé en un restaurante en Benicàssim. Iba con mi mujer, ahora exmujer, y cuando lo vi de lejos le dije: “Mira, ese es Santillana, mi ídolo de siempre del Madrid”. Ella me animó a que le dijera algo, pero soy bastante respetuoso con esas cosas y me dio corte. Ahora, si me lo encontrara, tras perder aquella oportunidad, sí que me acercaría a saludarle y darle las gracias por haberme hecho tan feliz de pequeño, cuando me hice madridista gracias a mi padre, que era un madridista de los de verdad.

Todavía no pierdo las esperanzas de algún día poder hacerlo. Cumpliría un sueño. Santillana tuvo mucho que ver con que yo me enamorara de mi equipo, porque lo nuestro es una historia de amor. Hubiera sido madridista, como mis hermanos, por herencia paterna, pero de todos ellos el único que salió madridista irredento fui yo, y en eso, Don Carlos Alonso González, “Santillana”, el Puma, como le llamaba Héctor del Mar en aquellas míticas retransmisiones de radio de los 80, tiene mucha responsabilidad. Muchas gracias por ello, Don Carlos.

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