Mbappé, la llave francesa

David Ramos/Getty Images
El Real Madrid necesita a un Kylian Mbappé lustroso para causar estragos a la defensa de Hansi Flick en El Clásico
«Por el hecho de que la línea defensiva del Barça es adelantada… los movimientos de Mbappé serán importantes y decisivos. Si lo hace, mejor es para nosotros», expresó Carlo Ancelotti el pasado domingo ante los medios de comunicación. Una rueda de prensa, en el Santiago Bermabéu, a rebosar de preguntas sobre el Clásico liguero.
En Montjuïc, el Madrid espera que Kylian Mbappé se ponga el mono de trabajo. A operar con bisturí desde el primer minuto. Con osadía, garra, confianza y, sobre todo, colmillo. Sin él, el castillo puede desplomarse en lo que al plano ofensivo se refiere. Debe agrandar su lista anotadora, una que ya suma 36 dianas entre todas las competiciones.
A tenor del atrevimiento en la zaga de FC Barcelona, con una línea demasiado adelantada, la parroquia capitalina pone el foco en el internacional con Francia. La viveza en los últimos metros del ‘9’ blanco se postula clave en pos de desarbolar a los de Hansi Flick. Pero para ello… tiene que meter la sexta marcha. Y percutir al espacio de forma constante.
En el choque de ida en el coliseo de La Castellana, Mbappé intentó hacer cosquillas a la retaguardia azulgrana durante los 90 minutos, tanto que le anularon dos tantos por fuera de juego. Al menos se ensució las manos. No pasó de puntillas. Archivada esa dura derrota por 0-4, el capitán de Les Blues sí que vio puerta en el enfrentamiento correspondiente a la final de la Supercopa de España. Fórmula similar: velocidad, calidad y buen poso en la ejecución.
Meses más tarde llegó el tropezón copero, aunque Kylian se ganó el pan. Ingresó al terreno de juego después del tiempo de asueto con vistas a modificar el marcador y cerca estuvo de guardarse en el bolsillo el entorchado del torneo del KO. Pese a desquebrajar la portería barcelonista -por medio de un lanzamiento de falta catedrático- y generar peligro en el área rival, Mbappé no pudo llevarse el triunfo a casa.
Por lo tanto, el ariete madridista todavía no conoce la victoria en un Clásico. En los tres que ha disputado hasta el momento, ha refrendado el fútbol que atesora. En cambio, su gen ganador le obliga a cambiar la tendencia este domingo en la montaña mágica (16.15 horas, Movistar LaLiga). Si irrumpe con fuerza… la Liga podría cambiar de acera.