Marvin Park, el canterano que se está ganando la confianza de Zidane
Sobre cómo ilusionarnos con jugadores incipientes, La Fábrica blanca sabe un rato. Marvin pertenece a nuestra cantera, la que tantas estrellas ha creado y seguirá creando, y reúne las condiciones para convertirse en una de ellas. Sólo el tiempo dirá si este jugador que tanto está dando que hablar acaba siéndolo.
Butragueño, Martín Vázquez, Raúl o Casillas son pasado, aunque no muy lejano; Dani Carvajal es presente, y Marvin Park tiene en su mano ser futuro del club blanco. Estos jugadores son sólo una muestra de los que han tenido un paso destacado por la cantera madridista, la que les ayudó a convertirse en los grandes futbolistas que fueron, son y serán.
Marvin Olawale Akinlabi Park nace con este siglo, el 3 de julio del año 2000. De padre nigeriano y madre surcoreana, el futbolista originario de Palma de Mallorca se uniría a La Fábrica en 2016. Pero antes, el canterano había militado en las filas de varios equipos como Sporting Ciudad de Palma, donde comienza su carrera, o Es Jonquet de Penya Arrabal, club en el que pone fin a su etapa balear.
Llega a las categorías inferiores del Real Madrid, donde pasa por Juvenil C, B y A hasta conseguir una ficha en el Castilla en 2019. Su mayor éxito en la casa blanca lo logró la pasada campaña bajo las órdenes de Raúl, alzándose con la UEFA Youth League y dejando buenas actuaciones en las fases decisivas. Concluyó esta temporada con 33 encuentros jugados en los que logra el gol hasta en 3 ocasiones, dejando además 2 asistencias. En 2019 también, el jugador consiguió aparecer en la lista de convocados de la Selección Española sub-19 por primera vez tras rechazar a los equipos nacionales de los países de origen de sus progenitores.
Los que lo conocen y han coincidido con él lo definen como un chico bastante introvertido y de muy pocas palabras. Su adaptación en Madrid fue una tarea larga y difícil, sus compañeros del juvenil jugaron un papel clave ayudando a que se sintiera cómodo y comenzara a comunicarse con los que le rodeaban.
Marvin puede ser interior, carrilero o extremo diestro. Es un futbolista que basa su juego en la mayor habilidad que posee, la velocidad. Álvaro Benito, su primer técnico en Valdebebas, lo describe como uno de los jugadores más rápidos que jamás ha visto, atribuyéndole aptitudes de velocista. En el primer equipo ha desempeñado las posiciones anteriormente mencionadas, siendo carrilero la idea para él, pues le permite despreocuparse de tareas defensivas en mayor medida que jugando como lateral. El balear es matador con espacios por delante, su rapidez le permite llegar con facilidad a la línea de fondo y mandar centros precisos a sus compañeros. Su físico, aún en construcción, nos hace intuir que estaremos ante uno de los jugadores más veloces de los próximos años.
Su contribución en el amistoso de pretemporada ante el Getafe bajo las órdenes de Zidane fue esencial para que el técnico francés empezara a contar con el jugador del Castilla. En San Sebatián gozó de 20 minutos, y las bajas del primer equipo le permitieron volver a tener participación en la jornada 22 ante el Huesca. La actuación que firmó en los poco más de 10 minutos que disputó en El Alcoraz le permitió conseguir su primera titularidad en La Liga Santander. Esta llegó de nuevo ante el Getafe, manteniendo un bonito duelo frente a Cucurella durante los 55 minutos que disputó. Marvin dejó buenos detalles, fraguando una completa actuación en líneas generales que seguramente le permitirá volver a tener minutos con el equipo absoluto.
En el Castilla, este año ha disputado 7 encuentros en los que no ha conseguido estrenarse como goleador, aunque sí lo ha hecho como asistente.
Por lo muy poco que ya hemos visto frente a todo lo que nos queda por ver, no podemos hacer más que ilusionarnos con esta bala que esperamos que recorra la banda del Santiago Bernabéu durante muchos años. Marvin aúna condiciones para tener una carrera destacada tanto en la plantilla blanca como en la Selección Española. Veremos si el tiempo nos da la razón.
Foto: Oscar J. Barroso via Imago