#LaFábrica | Un Castilla con mucho oficio recupera la sonrisa (1-0)
Volvió la sonrisa al Castilla. O mejor dicho, volvió el triunfo. Manolo Díaz sumó su primera victoria como entrenador del filial, y lo hizo en un partido complicado y espeso, tanto por el rival como por las condiciones meteorológicas. Una vez más, el Castilla demostró saber sufrir y defender, algo clave en una categoría como esta. El triunfo no solo rompe una racha de 4 partidos sin ganar, sino que mantiene al Castilla, como poco, entre los 5 primeros clasificados cuando finalice la presente jornada.
El partido comenzó como se esperaba, con el Castilla dominando de forma clara y el Burgos metido atrás en busca de aprovechar las acciones de contraataque. Si bien los visitantes amenazaron en 2 ocasiones a balón parado de forma clara en los primeros minutos, fueron los de Manolo Díaz los que se adelantaron a los 15 minutos. El gol fue obra de Feuillassier, que vive un momento de forma sensacional, con un golpeo de primeras con el interior del pie derecho. El argentino demostró su calidad y abrió la lata, algo muy complicado en este tipo de partidos. El gol espoleó al Castilla, que además de dominar empezó a ser más profundo, con el propio Feuillassier y De Frutos siendo dos puñales.
El Burgos empezó a mostrar una mejor imagen a partir de la media hora de juego. Los visitantes aprovechaban cualquier acción de estrategia para poner en complicaciones a Luca Zidane, pero no lograron el empate en sus mejores minutos antes del descanso. Con el 1-0 se llegó a la segunda parte, y lo cierto es que el guión no cambió: otra vez comenzaba dominando el Castilla y el Burgos esperaba atrás. Sin embargo, apareció la fuerte lluvia y se acabó el fútbol control para los de Manolo Díaz. La pelota empezó a rodar mal, y eso benefició a un rival más propenso a los balones largos y a buscar el juego aéreo.
Manolo Díaz dio entrada a Martín en el lugar de Seoane para equilibrar más al equipo, aunque en un primer momento no funcionó y Luca Zidane tuvo que erigirse en salvador en 2 acciones casi consecutivas. El Burgos se animó y creció en el partido, hasta el punto de hacerse dominador del juego en ciertos momentos. El Castilla tuvo varias salidas a la contra con peligro, pero la lluvia afectaba a los intentos de combinación entre los hombres de ataque. Pero este Castilla tiene oficio y sabe sufrir. Lo demostró en partidos como el disputado en León ante la Cultural o en Valladolid, y lo volvió a hacer en un momento clave. Los de Manolo Díaz aguantaron con firmeza los últimos minutos, y se llevaron una victoria clave tras el varapalo injusto de Ponferrada.
La victoria coloca al Castilla de forma provisional en puestos de playoff, a la espera de lo que suceda en los partidos de mañana. El equipo de Manolo Díaz, además, dejó su portería a 0 por primera vez en los últimos 8 partidos, y sigue con el impresionante dato de 3 goles encajados en 6 partidos como local. La próxima jornada al filial madridista le tocará jugar como visitante en el campo del Salmantino.
Texto: Javier Gómez Talavan
Foto: realmadrid.com