#LaBoticaMadridista | El timón de Pintus
Una de las primeras decisiones que tomó Zidane cuando se hizo cargo del banquillo madridista, fue pedir el fichaje de Antonio Pintus para la preparación física del equipo. Tan interesado estaba el entrenador francés en contar con sus servicios, que aunque Pintus ya se había comprometido con el Lyon, Florentino se agarró a la buena relación que tenía con el presidente del Olympique para conseguir que el preparador físico recalara en las filas madridistas. Y el tiempo acabó dándole la razón a Zinedine Zidane, ya que durante esas temporadas vimos cómo el equipo repetía los mismos patrones físicos, alcanzando su cénit en los meses decisivos de la competición.
Con la marcha de Zidane del banquillo, muchos temimos que Pintus tomara el mismo camino, pero el preparador italiano y el club decidieron que sus caminos no podían separarse todavía. Pero la llegada de Lopetegui al banquillo relegó a Antonio Pintus a un segundo plano. La marcha del equipo aquellos meses ya la conocemos, y además de los malos resultados pudimos comprobar que el estado físico de la plantilla dejaba bastante que desear.
Tras la destitución de Julen y la llegada al banquillo de Solari, el argentino siguió el ejemplo de Zidane y su primera decisión importante fue la de recuperar a Pintus para que se pusiera al frente de la preparación física del equipo, algo que parece ser aplaudieron los propios futbolistas. Es cierto que las lesiones han seguido lastrando al equipo, aunque habría mucho que analizar para saber los motivos de las mismas, es algo que no se produce por un solo factor. Pero bien podría ser que las cargas físicas a la que son sometidos cuando previamente no ha habido una buena preparación, podrían influir en ellas.
En cualquier caso, y pasados los meses, se hace evidente que el recuperar a Pintus fue una decisión más que acertada. El equipo empieza a verse mucho más fresco físicamente, juega con más fluidez, la presión arriba se mantiene durante gran parte del partido y jugadores que empezaron la temporada muy por debajo de su nivel, lastrados además por la disputa del mundial el pasado verano, van recuperando su tono habitual y el equipo lo nota.
Si pensamos en las temporadas en las que Pintus y Zidane estaban al mando, el equipo solía presentar dos picos de forma en los que los jugadores volaban sobre el terreno de juego. El primero se solía producir entre noviembre y diciembre. Esta temporada y ateniéndonos a lo visto en los últimos partidos, parece que ese punto alto de forma se va a producir con la llegada de febrero. Son unos tres meses de retraso, que vienen a coincidir con los meses que ha tardado Pintus en hacerse con los mandos de la plantilla. Evidentemente esto no son matemáticas y no podemos hacer dos más dos. Pero parece claro que el equipo ha agradecido los métodos del preparador italiano y que ahora que llega la Champions, la vamos a poder afrontar con más garantías que las que parecía hace unas semanas. Zidane nos abandonó en mayo y nos dejó tres copas de Europa para la historia en las vitrinas, pero en el club seguimos gozando de una de sus grandes decisiones, la presencia de Don Antonio Pintus.
Foto: RTVE