#LaBoticaMadridista | Carta a Julen Lopetegui

18 junio 2018 - 09:55
#LaBoticaMadridista | Carta a Julen Lopetegui

Querido Julen:

Cuando el pasado martes se anunció tu fichaje por el Madrid, reconozco que no salté de alegría, no salí corriendo a contárselo a todo el mundo. Más bien fue lo contrario, me quedé cariacontecido. Tengo que confesarte que, en realidad, no me iba a hacer ilusión ninguno, tú mismo sabes lo que ha sido Zidane para nosotros los madridistas.

Después del bajón inicial empecé, como todo el mundo, a leer y escuchar todo lo que se decía sobre la noticia. Y cómo no, el Madrid volvía a ser el malo de la película y Florentino ese ser perverso que destruye todo a su paso. Por supuesto, la prensa empezó a mirarte con recelo y puso en marcha la maquinaria. Tú mismo pudiste ver cómo el antimadridismo más rancio volvía a rabiar, se ve que las cuatro de cinco Champions son difíciles de digerir. Lo más suave que te llamaron fue traidor. Y menos de veinticuatro horas después, en uno de los mayores ridículos que se recuerdan, te cesaban como seleccionador.

Todo esto que te cuento, obviamente tú ya lo sabes, lo has vivido en tus carnes. Pero déjame que te cuente algo que quizás aún no sepas. Paralelamente a esa maquinaria que empezó a pedir tu cabeza, surgió una mucho más fuerte, que igual estaba un poco oxidada porque no suele prodigarse mucho, pero que cuando se pone es imparable. El madridismo se había unido. Y lo hizo en torno a tu figura. Todos los madridistas, empezando por los más escépticos, entre los que me incluyo, pusieron sus espadas y escudos a tu servicio, para estar contigo a muerte desde el primer día en esta batalla que te espera.

Porque a partir de ahora vas a vivir en una guerra constante. Conoces la casa y sabes cómo funcionan las cosas, pero igual tanto tiempo fuera te ha hecho relajarte. En cada rueda de prensa te vas a encontrar a unos personajes con micrófono jugando a ser periodistas. Ya los conoces, pero si antes te pasaban la mano por el lomo cuando sentabas a Isco, ahora te saltarán a los ojos si el malagueño visita en exceso el banquillo. No intentes hablarles de fútbol, no tienen ni idea y no te van a dejar que lo evidencies. Procura no abrir mucho los periódicos de la capital, puedes encontrarte editoriales de prejubilados que igual te provocan náuseas. Si alguna vez ves en portada un titular como “el laberinto de Lopetegui”, tranquilo, otros ya salieron de ese laberinto, en realidad nunca hubo tal laberinto. Y por la noche a dormir y descansar, no se te ocurra ir de visita a las radios, casi mejor pides cita con el dentista el día que se le acabe la anestesia.

Pero todo esto no te vamos a dejar que lo sufras solo. Desde ya, somos tus soldados y vamos a vivir una temporada apasionante, esperamos lo mejor de ti y sabemos que te vas a dejar el alma. En el fondo, nos ha venido bien este linchamiento para unirnos y remar juntos en este nuevo proyecto. Ojo, que el Bernabéu también te pitará, por ese trance tienen que pasar todos. Y si los resultados no llegan, en Navidad estarán pidiendo tu cese. No pierdas la calma, que luego en mayo nos vamos todos a Cibeles y ahí corearemos tu nombre.

Por último, antes de despedirme, quería darte las gracias. Hay que tenerlos muy bien puestos para abandonar un banquillo en el que se vive como un marqués –ya lo ocupó uno, de hecho- y cambiarlo por el más difícil del mundo, más con la herencia que recibes. Eso demuestra tu madridismo y amor por unos colores. No te entretengo más que tienes trabajo, Valdebebas te espera. Suerte y títulos, entrenador.

Atentamente,

Un madridista.

P.D. Nunca le digas a Modric cómo debe darse un pase.

Texto: @boticario_81

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