La vuelta al Palacio sentó de maravilla
Los blancos volvieron al Wizink Center y a paso de locomotora, con un fabuloso Causeur, superaron a un Zaragoza de destellos
El Real Madrid volvía a disputar un encuentro en el Wizink Center después de tantos meses sin pisar el parqué del palacio, donde el silencio de las gradas daban un mayor protagonismo a las voces y gritos de los jugadores. Basket Zaragoza, su rival en la noche del viernes, primer equipo que visita en esta atípica campaña la siempre difícil cancha de los blancos.
Laso recuperaba a Facundo Campazzo, que reaparecía en combate tras haberse perdido el primer test de Liga Endesa en Miribilla frente a Guipúzcoa. Directamente salió de titular y fue protagonista en el primer asalto del encuentro. Comenzaron con buen pie en el marcador, concediendo muy poco en defensa y aprovechando los metros de Tavares para noquear a los pívots de Zaragoza. Fabien Causeur impulsó al equipo con su zurdita de oro a encadenar un parcial ascendente en el primer cuarto con dos triples consecutivos. El conjunto maño salió con menos ganas que los blancos y la consecuencia de ello la encontraron en el luminoso del Wizink.
Alocén salió para sustituir a Campazzo. Sería un partido especial para él, enfrentándose a sus excompañeros, defendiendo el escudo de su nuevo equipo. En la dirección estuvo perfecto, como acostumbra, pero los dichosos nervios le frenaron en sus primeros instantes de encuentro. Poco atrevimiento de cara al aro y con menos asistencias en su cuenta particular para lo que es él como pasador.
Cuando un equipo toma la delantera tan pronto, a veces es muy complicado para el rival que pueda remontar la contienda. Zaragoza, con un Rasheed Sulaimon en plenitud ofensiva (16 puntos al descanso), no dejó de intentarlo al verse muy por debajo en el marcador y se fueron al descanso con un 47-41 a favor de los blancos. Nico Brussino lideró la intensidad defensiva de su equipo y Zaragoza pudo meter la cabeza en el partido tras ir 18 puntos por debajo al comienzo del segundo cuarto. Las 19 perdidas de balón del Madrid marcaron la igualdad antes de pasar por vestuarios y avisaron a los blancos de la complejidad del rival.
Un francés con apellido Causeur inauguró la segunda parte, nuevamente desde la línea de 6,75, el tercero en su cuenta hasta el momento.
Como todas las rachas, la de Zaragoza, tras el descanso, volvió a decaer. El Real Madrid, con una marcha más tanto en ataque como en defensa, aprovechó el cansancio de los maños para marcharse por segunda vez en el marcador.
La eficacia y confianza de Causeur desde fuera y la estabilidad y fortaleza en el rebote que demostró Tavares dentro de la pintura, desatascaron el enredo en el que se había metido el Real Madrid antes del descanso. Como consecuencia del acierto del Madrid, Casademont se debilitó poco a poco logrando tan solo 14 puntos en el tercer cuarto frente a los 25 que anotaron los blancos.
En el último asalto, volvió Zaragoza realizando algún que otro buen parcial. Los de Ocampo se colocaron de nuevo entorno a los 10 puntos de diferencia. Esto no hizo temblar al Real Madrid. Campazzo a los mandos de la nave, Rudy Fernandez disfrutando también de su fiesta particular con 5 de 6 en triples y Fabien Causeur igualando su récord de anotación en ACB, consiguieron llegar a la cifra de los 100 puntos en un encuentro donde el Real Madrid anotó 18 triples. Se dice pronto. Que bien les sentó a los blancos la vuelta a su pabellón.
(102-83)