La vida como jugador del Real Madrid

La vida como jugador del Real Madrid

Ser futbolista profesional. Ese es el sueño que muchos y muchas hemos tenido en nuestra más tierna infancia. Y todavía hoy son muchos los niños, y ahora también niñas, que sueñan con jugar en el Real Madrid. El club blanco tiene un aura especial: el carácter competitivo, el espíritu ganador, la audacia, la ambición desmedida, la universalidad y la dimensión mundial de la marca Real Madrid supone que aquellos que consiguen hacer de su pasión de jugar al deporte rey su profesión, y hacerlo en pleno Paseo de la Castellana, sobre el césped del inmaculado Estadio Santiago Bernabéu, sean auténticos ya no privilegiados, sino elegidos.

Pero, ¿cómo es la vida de un jugador del Real Madrid? Estamos acostumbrados a ver a nuestros ídolos conducir coches de alta gama, vivir en mansiones de lujo o disfrutar de vacaciones en los lugares más privilegiados del mundo, playas paradisíacas y grandes ciudades. Los futbolistas tienen grandes contratos, pero cortos. La experiencia de jugar en un club como el Real Madrid no suele durar mucho tiempo. Así que aquí viene el primer gran hándicap que encuentran los jugadores de nuestro club: ¿qué hacer con la vivienda? ¿Merece la pena comprar una si, a los 4 o 5 años, puede que vaya a jugar a otro sitio? ¿Y si la alquilo y resulta que triunfo hasta tal punto de poder terminar viviendo en la capital toda la vida?

El servicio de alquiler con opción a compra suele ser una gran solución a este problema. Los futbolistas del Real Madrid suelen optar por alquilar sus viviendas, aunque siempre se guardan la opción de poder comprarla en el futuro, si resulta que su talento les lleva a triunfar en el club más importante del planeta Tierra. Además, son conscientes que un hogar en una gran ciudad como Madrid siempre puede ser útil. Muchos jugadores que ya no juegan en el equipo presidido por Florentino Pérez todavía conservan sus viviendas en Madrid: Cristiano Ronaldo, Marcelo, James Rodríguez, Isco, Gareth Bale, Sergio Ramos…

Ser futbolista, asimismo, conlleva muchos sacrificios. Efectivamente, tienen mucho tiempo libre. Pero en estos ratos son muchas las cosas atractivas e interesantes que no pueden hacer por su profesión. Ser deportista de élite conlleva no poder realizar actividades de riesgo, no pueden ir a comer a restaurantes de comida basura, deben mantener un estricto cuidado de su dieta y, además, han de mantenerse en una forma física excelente. Y, cuando hay partidos, los viajes alrededor de todo el mundo les restan mucho tiempo que pierden de estar con sus familias. Muchos jugadores se pierden bodas, bautizos, eventos importantes de sus familiares más cercanos, los cumpleaños de sus hijos e incluso, en ocasiones, sus nacimientos.

Por otro lado, son muchos los lugares que los jugadores de un club tan mediático y famoso como el Real Madrid no pueden visitar. Los Courtois, Vinicius, Toni Kroos o Benzema no pueden disfrutar de un agradable paseo por el Parque del Retiro, ya que serían reconocidos por cualquiera, incluso por aquellos a los que no les gusta el fútbol. Cuando van a sitios emblemáticos como la Torre Eiffel o Disneyland, lo tienen que hacer prácticamente disfrazados: no faltan las gafas de sol, los gorros y gorras, incluso las bufandas al cuello y abrigos sea la época que sea. ¡Los fans son capaces de reconocer incluso los tatuajes de sus ídolos!

Ser futbolista profesional del Real Madrid conlleva sacrificios, la presión es asfixiante, pero sin duda son personas privilegiadas que disfrutan cada día del sueño de millones de niños en el planeta.

Foto: JAVIER SORIANO/AFP via Getty Images

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