La realidad inamovible de Lunin
Angel Martinez/Getty Images
Con Kepa ya recuperado para el cruce frente al Betis, el ucraniano volverá al banquillo
La portería del Real Madrid no es accesible para cualquiera. Hay una larga lista de segundos porteros en la historia del club blanco que padecieron eso de defender la meta madridista, una de las más exigentes del planeta fútbol. Pues bien, Andriy Lunin (internacional con Ucrania, 24 años) ha demostrado ser un cerrojo consiguiendo olvidar la figura de Kepa, lesionado en el entrenamiento previo al duelo ante el Sporting de Braga. Pero con el vasco de vuelta, retornará al banquillo. Algo irrefutable para algunos.
El propio Carlo Ancelotti rompió por lo sano el debate de la portería. «Si Kepa está bien, va a jugar«, pormenorizó el técnico italiano tras la victoria en Cádiz. Justo allí, en la Tacita de Plata, Lunin firmó una actuación sobresaliente y su equipo se llevó los tres puntos. Todo hacía indicar que en la siguiente jornada -contra el Granada– Kepa volvería a la titularidad, en cambio, aún no estaba al 100% y el ucraniano salió de la partida.
Desde la fatídica lesión de Arrizabalaga el pasado 8 de noviembre… Lunin ha ido adquiriendo galones, día a día y partido tras partido. Arrancó la temporada siendo el tercer guardameta de la plantilla capitalina y, obviamente, nadie podía vaticinar su presencia bajo palos. Que Courtois cayera a la enfermería en agosto no entraba en los planes, como tampoco la dolencia del ex del Athletic Club durante un mes.
Con las lamentaciones a flor de piel, todo el peso caía sobre Andriy Lunin. Primero le tocó suplir la ausencia del belga recién iniciada LaLiga EA Sports hasta que Kepa recaló en Chamartín. El caso es que disputó las dos primeras jornadas del campeonato doméstico, con un balance positivo de solo un gol en contra (en Almería, 1-3). Es cierto que dejó un buen sabor de boca a la afición merengue, pero su presencia pasaba por el banco.
Mentalidad de tiburón
Lunin afrontó genuinamente la suplencia: trabajó, luchó y se formó para dar el do de pecho cuando tuviera que saltar al verde. Y… vaya si lo ha hecho. Esperó la oportunidad tras la lesión de Kepa y se agarró a ella con uñas y dientes.
En sus cinco encuentros como titular, variando entre Liga y Champions, ha cumplido con creces. Con él en la portería, el Real Madrid se ha hecho con el pleno al 15 y solo ha encajado tres goles en contra (5-1 ante el Valencia y 4-2 frente al Nápoles). Los números salen en verde con el ucraniano. Aparte de eso, ha dejado paradas antológicas, como la que dibujó al negar un penalti a Djaló en el Bernabéu que hubiera supuesto el 0-1 a favor portugués.
Salvo un cambio de guion inesperado, el choque contra el Granada en Liga fue su último dentro del once titular. Así las cosas, se espera que Kepa Arrizabalaga juegue este sábado (16:15, Movistar+ LaLiga) en el feudo del Real Betis. Para Ancelotti no hay lugar para la discusión bajo palos. El italiano ha lidiado con un sin fin de situaciones y esta la ha querido zanjar de inmediato.
Tres cerrojos atrás
La próxima campaña va cogiendo forma por la cúpula blanca y se quieren ir cerrando flecos. Según Relevo, Carletto quiere a Kepa una temporada más para contar con un seguro de garantías en caso de que Courtois volviese a encontrarse con el infierno de las lesiones. De esta forma, el vasco sería el segundo guardameta. Pero surge un problema, y es que, Lunin tiene contrato hasta 2025 con el Real Madrid. Todo ello configuraría un plantel de tres porteros de empaque, aunque lo más normal es que alguno pidiera salir y tanto el español como el ucraniano suman papeletas, ya que vivir a la sombra de Thibaut no es fácil de digerir.