La previa de @AthosDumasE: Entre el temor y la fe.
Noto mucho temor entre los madridistas. Incluso miedo en algunos, casi pánico. Nos jugamos toda la temporada en las próximas semanas, con dos fechas muy concretas, mañana día de San Valentín, en nuestro sagrado templo de la Castellana, y el 6 de marzo, la vuelta de octavos de final en el Parque de los Príncipes. Dos fechas muy importantes, sin duda. Y la del partido de vuelta es nada menos que el día del 116 cumpleaños de nuestro Real Madrid. Y el escenario donde se va a decidir el pase a cuartos de final es el mismo donde el 13 de junio de 1956 se celebró la primera final de la Copa de Europa de clubs, y allí, en las afueras del oeste de París, comenzó la leyenda europea sin fin del Real Madrid. 4-3 resultado final ante el campeón francés – y en su propia casa -, el mítico Stade de Reims de los Raymond Kopa, Michel Hidalgo y Robert Jonquet, dirigidos por el maestro Albert Batteux.
Fechas y lugares más que simbólicos para nosotros madridistas. Y temores, miedos, tensiones, angustias. Todos estamos viendo el abismo de Helm ante nosotros. Quien más quien menos está ante la perspectiva de asistir al funeral de un equipo ya legendario, ganador de 3 de las últimas 4 finales de la UEFA Champions League, o bien de contemplar el enésimo romance entre el Real Madrid y su idolatrada Copa de Europa.
Ningún madridista que se precie, no obstante, debería de tener miedo al PSG. Respeto, sí, por supuesto. A mí particularmente me inquieta más el estado anímico de los nuestros que el potencial del equipo francés. Veo el XI de Cardiff (cambiando al injustamente sancionado Dani Carvajal por Nacho), o al XI de Milán (sin Pepe ni Carvajal pero con Nacho y Varane), lo comparo con el PSG actual, y, sinceramente no veo ni remotamente que los nuestros sean inferiores, ni individualmente ni en el plano colectivo.
Zidane ya sabrá sobradamente si preferirá el 4-4-2 con el rombo de Cardiff o el habitual 4-3-3 de la BBC de Milán (o de Lisboa incluso). El partido de mañana miércoles no es una final, no lo olvidemos, son los primeros 90 minutos de un partido de 180 (o de 210). Quizás, aunque juguemos en casa, hay que ser prudentes y no lanzarnos alocadamente al ataque desde el minuto 1. No preveo un partido tan abierto como el que se nos quiere hacer ver, con el equipo merengue volcado sobre la puerta de Aréola y los 3 puñales del PSG al acecho para lanzar contrataques mortales.
Obviamente todos querríamos un 4-0 en el Bernabéu, pero ahora mismo ni el más optimista se lo puede creer. Por la tanto, lo lógico es que en la vuelta esté aún abierta la eliminatoria.
En los últimos años, varias han sido las eliminatorias que se han solventado jugando primero en casa:
-2012-2013: ante el Manchester United, 1-1 en el Bernabéu y 1-2 en Old Trafford con golazo de Modric.
-2013-2014: ante el Bayern. 1-0 en Madrid y la exhibición en el Allianz, 0-4.
-2016-2017: ante el Napoli, 3-1 en casa y 1-3 en Nápoles con doblete de Ramos.
-2016-2017: ante el Atlético de Madrid, 3-0 en Chamartín y derrota 2-1 en el Calderón.
El peligro está en nosotros mismos. Haciendo las cosas bien, solventaremos la eliminatoria.
Aréola, o su suplente Trapp, son buenos guardametas, sin más. No son Top europeos, ni mucho menos. La línea defensiva tiene nombres conocidos, en especial Dani Alves y Thiago Silva, con mucha experiencia y calidad, pero con bastantes lagunas en el repliegue, en especial el central (y capitán) del PSG. El otro central, Kimpembé, es uno de los más prometedores de Europa, fuerte y hérculeo, aunque con pocos partidos importantes en su historial debido a su juventud. La otra alternativa en el eje es Marquinhos (quien sufrió el chaparrón del 6-1 en Barcelona junto a Thiago Silva, chaparrón aumentado por la pésima actuación de Aytekin…). Y en la izquierda jugará posiblemente Kurzawa, titular también en la selección francesa y con buen potencial, si se recupera de unas molestias debidas a un golpe. Y tiene dos buenos suplentes en los laterales Meunier y Yuri, ambos mejores atacando que defendiendo.
En el centro del campo destacan Verratti y Rabiot, mejor el italiano, más intermitente el francés. Unai Emery está utilizando bastante, en las segundas partes al argentino Lo Celso. También están disponibles el veterano Thiago Motta y el reciente fichaje y ex madridista Lass Diarra, al que posiblemente utilizará en el partido de ida para proteger a los centrales e intentar asfixiar a Isco, si finalmente juega de titular. Por los costados dispone del excelente Julian Draxler y a veces de Di María, que se está postulando también como alternativa en un posible 4-4-2 (si finalmente juegan arriba tan solo Cavani y Neymar), y que el pasado martes le endosó un hat trick al Sochaux en la Copa de Francia. Pastore prácticamente no cuenta para Unai Emery desde hace meses. Muchos efectivos por lo tanto, aunque realmente jugadores Top en el eje central están tan solo Verratti y Draxler.
Arriba, por supuesto, el peligro de la MCN, con un Cavani que sí está en estado de gracia, goleando a cada partido (28 goles en lo que llevamos de temporada), un Neymar peligrosísimo como siempre y en gran forma como se vio en el último partido ante el Toulouse (y con muchas ganas sin duda de dar un golpe en la mesa de repercusiones mundiales ante el campeón de Europa) y un Kylian Mbappé, deseo fallido del madridismo el pasado verano, que se está recuperando del golpe que sufrió hace un par de semanas, pero con una calidad y una potencia descomunales. Dudo mucho que Emery saque a los 3 de inicio en el Bernabéu, veo más a Cavani (también con molestias) y a Neymar, apoyados en las alas por Draxler y el Fideo Di María. Suplente en el ataque tiene también el PSG a Ben Arfa, que está contando con minutos en algunos partidos.
Línea por línea, insisto, no nos superan en ninguna. Posiblemente sus delanteros (bastante menos laureados que nuestra BBC) están en mucha mejor forma que los nuestros, eso es indudable. Se trataría por lo tanto de ganar la batalla en el centro del campo. No hay que remontarse tan lejos, en Cardiff aquella zona fue la base de todo el éxito, de hecho todos nuestros centrocampistas eran (y son) la envidia de Europa, y en el pasado mes de diciembre salieron en todas las listas entre los mejores en sus puestos. Solidez en la batalla en el centro y, por supuesto, máxima concentración, que es lo que se ha estado echando de menos, en las labores defensivas. Uno por uno los nuestros, Nacho-Ramos-Varane-Marcelo, son más que fiables y pueden contener las acometidas de los cracks del equipo francés. Veremos en los duelos individuales, en los que aparentemente nos pueden superar en velocidad, por lo que se requiere más solidaridad que nunca y apoyos y ayudas permanentes. Y sobre todo, mostrar nuestra gran capacidad para competir en momentos complicados.
El 5-2 que venimos de endosar a la Real Sociedad vuelve a encender la llama de un cierto optimismo. Vuelve la Champions y los nuestros, consciente o inconscientemente, ya la están oliendo. El sábado por la noche me pareció ver mucho más rápidos a todos los nuestros, en particular a Varane, a Ramos, a Marcelo, a Kroos, a Bale. Cristiano pareció volver a ser el Cristiano de los meses que van de febrero a mayo. Marco Asensio y Lucas Vázquez están al acecho y también parecen enchufadísimos.
La batalla del miércoles va a ser muy dura. Pero para el Paris Saint Germain también, no cabe duda. Los nuestros saben lo que se juegan y han vivido decenas de noches como la que se avecina. Las huestes del jeque Al-Khelaïfi tienen una enorme presión sobre ellos, el club que se gastó el verano pasado 400 millones de € en dos jugadores no soportaría fácilmente una nueva eliminación en octavos de final.
Nos encontramos pues por un lado ante un enorme temor por caer a un precipicio sin fin y por otro lado con una fe tremenda en un equipo que ha merecido sobradamente nuestra confianza y al que particularmente no me cansaré de dar las gracias por todo lo que me está haciendo disfrutar y vivir en los últimos años. A mí, por favor, que se me cuente entre los que tienen fe y siguen creyendo en Zidane y en su laureado y talentosísimo grupo.
@AthosDumasE