La opinión de @israelloranca : Esperando a la euroliga.
La ACB vuelve a escena este fin de semana tras una provechosa jornada de Euroliga. El Madrid avanzó varias leguas en su camino por conseguir el factor cancha tras la victoria en Milán. La ACB vuelve a entrometerse en la vorágine de la competición continental, que nos regalará una doble jornada la próxima semana, y lo hace con un partido en Zaragoza ante un Tecnyconta que malvive en la parte baja de la clasificación. Un rival que no debería suponer obstáculo para alcanzar la vigésima victoria en ACB.
El partido permitirá a Laso mostrar el músculo de la infinita rotación del banquillo madridista. Anthony Randolph y Gustavo Ayón, a quienes vimos más entonados en Milán, seguirán su proceso de reincorporación al ritmo de competición. El americano sigue con desconexiones que le hacen ser demasiado irregular, tiros mal seleccionados y despistes defensivos alternan con buenas acciones de ataque. El Madrid necesita al mejor Randolph si quiere aspirar a la Euroliga. Hay que esperarlo. Mientras tanto, el mexicano realizó un fantástico partido en Milán, un jugador que supone un escalón en sí mismo, probablemente el pívot más inteligente de Europa.
Del resto de la plantilla se esperan muchos minutos para Randle, Yusta, Felipe Reyes, que no jugó ni un solo minuto en Milán, e incluso Dino Radoncic. Con cuatro partidos de margen sobre el resto de perseguidores, la mente solo puede estar puesta en ese doble duelo de Euroliga, martes ante Valencia y jueves el decisivo contra Zalgiris en El Palacio, que despejará el futuro del equipo en Europa. Hay que ganar y amarrar ese factor cancha que nos lleve a la Final Four de Belgrado.
Facundo Campazzo merece atención aparte. Fichado en verano para ocupar el rol de tercer base que tan mal cubrió Dontaye Draper el año pasado, el base argentino se ha consolidado en las últimas semanas como la primera y mejor opción al timón. La larguísima baja de Llull, los problemas físicos de Doncic y la bisoñez de Randle han dejado el camino libre a un Campazzo que ha respondido maravillosamente. Si el Madrid no tiene ahora un gran problema es porque el argentino ha respondido como solo lo hacen los mejores.
El rival es un equipo sumido en toda clase de problemas, cambio reciente de entrenador y demasiadas derrotas, dinámica negativa. Un perímetro bastante decente que no encuentra compañía en un juego interior que sufrirá una barbaridad contra la que es probablemente la mejor rotación interior del continente. Walter Tavares es el principal responsable de eso. En un juego interior cargado de talento y puntos, Tavares destaca por un poder de intimidación que no recuerdan ni los más veteranos del lugar. El africano de brazos interminables supone una herramienta de intimidación sin solución en Europa, cambia tiros y jugadas con una facilidad asombrosa, echa de la zona a los jugadores de perímetro y abrasa a los interiores. Una vez controlado el problema de las faltas y absorbido el concepto de no entrar a las fintas de sus rivales, Tavares es un jeroglífico para los equipos europeos. Un acierto extraordinario.
Un partido para continuar la dinámica positiva, seguir ajustando los roles tras la entrada de los lesionados y dar minutos a aquellos que no pueden ayudar en la exigente Euroliga. Y esperar a Doncic, que debería estar preparado para Valencia, y a Llull, a quien ya vemos muy entonado en los entrenamientos. Ya queda menos para estar todos.
@israelloranca
Imagen: realmadrid.com