La Fábrica | Mario Gila, un pilar para el Castilla de Raúl
Llegados al tramo final de la temporada para el Real Madrid Castilla es momento de hacer balance sobre el rendimiento del equipo en general y de sus jugadores en individual. Es fácil pensar, como de costumbre, en los que hacen los goles y dejan las jugadas de ataque más destacadas: Hugo Duro, Arribas, Peter, incluso los mediocentros como Blanco o Dotor. Pero es de justicia resaltar también a los defensas, especialmente a uno: Mario Gila, uno de los grandes referentes del equipo.
Y es que una de las claves de la «remontada» del Castilla en la clasificación ha sido sin duda la importante progresión en el apartado defensivo, de la que Mario Gila es uno de los principales responsables. Representa el prototipo de central moderno, que no se limita a ir bien al cruce y ser contundente. También tiene capacidad goleadora (2 ha anotado en 14 partidos), una buena salida de balón tanto en corto como en largo y una seguridad en el juego aéreo que, unida a su potente salto, le convierten en una garantía en el balón parado tanto en ataque como en defensa.
Esta es la segunda temporada de Gila en el Castilla, ambas a las órdenes de Raúl. Siempre que ha estado disponible ha sido un fijo para el técnico del filial madridista esta temporada, ya que en un equipo muy joven su personalidad es fundamental, pese a que el no es un veterano ya que aún tiene 20 años. Pero su comportamiento en el campo da otra impresión, la de jugador asentado al que la categoría empieza a quedarle pequeña. Bien en defensa de 4 o jugando con otros 2 centrales en un sistema con carrileros, Gila ha sido el central que mejor ha rendido en la presente temporada, después de una campaña de adaptación que se vio truncada por la pandemia en el mes de marzo.
La progresión del futbolista ha sido meteórica, ya que se lo ha tenido que ganar con creces. Llego al Juvenil A procedente del RCD Español en 2018, tras solo una temporada en el conjunto perico al que llegó procedente del Damm (y anteriormente de otra buena cantera como la del Sabadell). Poco tardó en llegar al Castilla tras la reestructuración de 2019 con Raúl al frente, y hasta ahora ha sido de los jugadores con mejor rendimiento para el histórico delantero madridista. Son ya 35 partidos oficiales, prácticamente todos en los que ha estado disponible (solo en 1 de esos 35 no fue titular) y 3 goles para el central catalán. Y además ya es el tercer capitán del filial, ejerciendo como primero en alguna ocasión la presente temporada.
Es difícil saber su posible futuro en primera división, pero desde luego por condiciones es algo que tiene pinta. El salto al primer equipo es difícil, pero tiene espejos en los que mirarse de jugadores que han llegado a la máxima categoría e incluso después han acabado regresando al Real Madrid. En el caso de Gila, es el prototipo de central que tarde o temprano encuentra su hueco en categorías superiores. En otros tiempos los centrales de Segunda B eran toscos y se limitaban a quitarse el balón de encima; Gila es lo contrario, nunca rifa la pelota, pero eso no le hace estar exento de la contundencia típica de los centrales, necesaria para hacerse respetar en una categoría tan compleja.
A falta de dos partidos para el término de la primera fase de la Segunda B, Gila debe ser uno de los pilares que asegure el puesto en fase de ascenso para el Castilla, después de haber sido uno de los centrales destacados a lo largo de la temporada. Se ha adaptado a cualquier sistema y circunstancia y se ha ganado que se fijen en él para la próxima temporada. Ahora falta refrendar ese buen nivel individual y colectivo con un posible ascenso que se resiste hace demasiado tiempo, y que de producirse este año tendrá a Gila como uno de sus protagonistas.
Fotos: Real Madrid