La Décima siempre estará en nuestros corazones
El gol de Godín, la desesperación de los madridistas, el cabezazo de Sergio Ramos en el minuto 92:48 y una prórroga inigualable. Hoy se cumplen 10 años de esta secuencia de sucesos que acabaron en la conquista de la ansiada décima Champions League, una noche histórica e inigualable que vivimos hace una década
Aquel 24 de mayo de 2014 los cuerpos de los aficionados madridistas vivieron todo tipo de sensaciones. El gol de Diego Godín nos puso contra las cuerdas y, aunque se señaló a Iker Casillas por su visible error, el equipo no dejó de remar para no morir en la orilla. Llevábamos desde el 2002 sin levantar una Copa de Europa y queríamos retomar las viejas costumbres. Todos daban por vencedor al Atlético de Madrid, los colchoneros se preparaban para ir a Neptuno pero el Real Madrid no había dicho su última palabra.
Recuerdo el momento como si lo hubiera vivido ayer, esa sensación de frustración e indignación mientras veía que el equipo vecino nos quitaba el trofeo más codiciado. Entonces llegó él. Aún sueño con Luka Modric colocando el balón en el córner, los segundos en los que el balón estaba en el aire se hicieron eternos. Era todo o nada y Sergio Ramos, suspendido en el aire cual águila imperial, protagonizó un cabezazo para mandar la final a la prórroga.
La euforia en Lisboa y en Madrid fue tremenda, era inexplicable pero acababa de pasar. En ese momento supe que mi vida siempre debería estar vinculada al Real Madrid. Cuando comenzó la prórroga, el madridismo sintió algo especial, como si la final se hubiera ganado con ese cabezazo. Entonces llegaron Bale y Marcelo para completar la remontada y Cristiano Ronaldo cerró desde los 11 metros la conquista de la décima. Esa noche, Carletto nos hizo tocar el cielo gracias a una plantilla increíble.
No tratéis de buscarle explicación aunque hayan pasado 10 años, simplemente hicimos historia. Ahí empezó la década gloriosa de la que hablamos ahora, con ese cabezazo. Es curioso que estemos recordando la décima a una semana de luchar por la decimoquinta pero ya es habitual en nosotros, por eso cada vez que recuerdan algo que ocurrió en 2014, es inevitable pensar en ese momento porque eso es el Real Madrid: cuando sufres con él y ganas con él, aprendes a vivir como él.