La celebración en Cibeles, la antesala de la Decimoquinta
David Torres / madridistaReal
El Real Madrid celebró el título de Liga en Cibeles e invocó ante la Diosa el conjuro para regresar con la Decimoquinta bajo el brazo. Ancelotti, Nacho, Bellingham y Kroos, varios de los protagonistas de la fiesta blanca
La celebración en Cibeles del Real Madrid tras proclamarse campeón de Liga la semana pasada sirvió como antesala o invocación de lo que queda: esa final de la Champions el próximo 1 de junio en Wembley, donde pueden alzar la Decimoquinta Champions en Londres y regresar ante la Diosa para festejar otra Copa de Europa más. Eso fue lo que se palpó en la mañana en la que el conjunto blanco celebró ante su afición LaLiga número 36 en toda su historia, tras una temporada llena de lesiones, contratiempos y dificultades.
El Madrid se ha repuesto a las mil maravillas en una temporada en la que la comenzó sin Courtois ni Militao, dos piezas clave, y después también se sumó Alaba, meses más tarde. Medio millón de aficionados madridistas salieron a las calles de Madrid para celebrar el título de los blancos y para animar y apoyar a los suyos de cara a esa final del próximo 1 de junio.
Todos quieren la Champions, y así lo dejaron claro tanto Toni Kroos como Jude Bellingham, en el balcón de la Real Casa de Correos. «Vamos a hacer lo posible por ganar, y ojalá estar aquí dentro de tres semanas», dijo el alemán, que fue aclamado por todos al unísono y con una frase clara: «Toni quédate». Por otro lado, el inglés, ídolo de masas entre madridistas, quiso hablar en español y dejó en lo más alto del balcón la imagen de su icónica celebración. «Falta un gran partido en Wembley y vamos a ganar», concluyó Bellingham.
«Falta un gran partido en Wembley y vamos a ganar»
Jude Bellingham
Ya en Cibeles, y tras varios festejos y el beso de Nacho -pro primera vez como capitán-, a la Diosa, Ancelotti se animó a hablar y a bailar: «Es mi sueño bailar con Eduardo», dijo Carletto, como el sueño de todos los jugadores es volver el 2 de junio, con la Decimoquinta. «Nos dejaremos el alma para volver», finalizaron.