
El verano, ese período en el que los chiringuitos se llenan, las playas se convierten en un hervidero de personas intentando encontrar un mínimo hueco para clavar su sombrilla en la arena… y ese período del año en el que los equipos de fútbol acuden al “mercado” para comprar y vender aquellas piezas que se necesitan para conformar una plantilla de garantías.