Jugando la carta de Anthony Randolph
Anthony Randolph. Jugador estadounidense, nacido en Alemania y con pasaporte esloveno. Está claro, no es un tipo normal, estándar, al uso. Es un jugador especial.
Sus cualidades como jugador de baloncesto son excepcionales. Un cuatro alto, atlético, fibroso, rápido, con salto imponente, tiro y capacidad de bote. Tanta que hasta sube el balón. Impresionante.
Sin embargo, cuando alguien repasa su carrera profesional, se queda frío. No está a la altura de esas premisas. Algo pasa.
Tras un paso imperial por High School, y una muy prometedora trayectoria universitaria, Anthony fue drafteadao en decimocuarta posición en 2008 por los Golden State Warriors, equipo con el que tuvo un debut espectacular en la NBA. Su carrera prometía. ¿Estábamos ante un joven cuatro que podría dominar la liga?
Desgraciadamente no fue así. El rendimiento de Anthony no fue consistente, y deambuló por diferentes equipos NBA: New York, Minnesota, Denver, Chicago y Orlando, donde fue finalmente cortado. Su prometedora carrera no cumplió con las expectativas y su salida fue dar el salto a Europa.
En Europa recaló en el Lokomotiv Kuban, donde jugó dos temporadas. Sus números no fueron estratosféricos, pero sí su actuación en el quinto partido de Play Off de Euroliga, contra el Barcelona en el Palau. Con su lanzamiento exterior Lokomotiv eliminó al Barcelona y se clasificó para la Final Four.
El Real Madrid tenía el radar sobre este jugador y lo fichó en 2016.
Anthony deslumbró en nuestro equipo nada más llegar. Sus facultades, su físico, sus posibilidades son tremendas. Es imposible no fijarse en él.
En el primer tramo de la temporada 2016 – 2017, tuvo alguna actuación memorable. Todos recordamos aquél tapón en partido de Euroliga contra el Barcelona, o una buena copa del Rey ese mismo año. Pero su juego no fue consistente una vez más. La temporada terminó mal, incluso con algún rifirrafe verbal con algún compañero de equipo.
La temporada 2017 – 2018 no fue la suya. Anthony fue cuestionado por su bajo rendimiento. Trey Thompkins, un excelente jugador en su misma posición, pero sin sus tremendas posibilidades, le adelantó en la rotación y fue determinante en la consecución de la Euroliga. Anthony tenía un pie fuera del Madrid.
Sin embargo, para sorpresa de muchos, Pablo Laso decidió contar con él para la presente temporada, y el inicio de la misma le dio la razón. Randolph ha cuajado unos cuantos buenos partidos. Ha aportado tiro, rebote, e incluso ha sido constante en defensa, al menos durante el primer mes.
Ante todo esto uno se plantea: ¿Cuáles son los problemas que hacen que este jugador no explote? Uno lo ve jugar y ve en él cualidades para ser el mejor jugador de Europa, e incluso dominar en la NBA. Antoni Daimiel afirmaba no hace mucho, que no solo es el cuatro con más posibilidades fuera de la NBA, sino que lo era incluyendo la NBA.
Anthony nos muestra en la pista un carácter agrio, casi nunca se le ve sonreír, y en ocasiones se le han visto discusiones con compañeros. También se aprecia que es el jugador que menos conjuga con el resto. No es raro verle pedir el balón, estando en posición abierta de tiro, pero esos balones no le llegan. ¿Qué ocurre?
En el jardín del edén, que es el Real Madrid de Pablo Laso, Anthony Randolph es el punto discordante, es la pieza que queda por encajar. Pero es también el margen de mejora, el mayor potencial de crecimiento del equipo. ¿Es un reto de Pablo Laso?
Siempre han existido jugadores diferenciales, especiales, que con algunos entrenadores han hecho cosas memorables, y con otros se han perdido. Caracteres complicados. También para los grandes entrenadores de la historia, esos jugadores han representado los mayores retos. Recordemos a Phil Jackson con Dennis Rodman, por ejemplo.
El inicio de temporada de Anthony es prometedor. Se aprecian signos diferentes. El jugador aporta, se nota otra química. Las discusiones con algunos compañeros, en especial con Llull terminan resolviéndose, hasta sube el balón y parece algo preparado para él. Sin embargo no dejan de observarse algunos problemas. Hay rachas, partidos, situaciones, conexiones y desconexiones.
¿De qué lado caerá la moneda? ¿Logrará Laso que Randolph explote y se convierta en la gran estrella que todos sabemos que puede ser? ¿Veremos a Anthony dominar Europa?
Todos los aficionados del Real Madrid lo esperamos, y lo esperamos de corazón. Todos queremos ver ese jugador imponente, que nuestra imaginación ha visto y esperado, pero que nuestros ojos solo han podido captar en pequeños flashes a lo largo de estos dos años que lleva con nosotros.
Sabemos que con paciencia, y con el liderazgo de Pablo Laso, podemos tener a un jugador que nos haga dar el paso de ser el equipo campeón al equipo dominador de Europa, y eso es mucho. Merece la pena jugar esa carta. Y el Madrid está en la mejor de las disposiciones para ello. Confiemos y al final sonreiremos, incluido tú Anthony Randolph.
Texto: Paco Gallo
Foto: AS