Juegas En Verso | Poema a Herrerín
Descansa mi Sancho Panza
en malvas de mi Madrid,
del suelo que sube al cielo,
Quijotes como Herrerín.
Amigo fue de los grandes,
Alfredo lo espera allí,
con Puskas y con Juanito
bebiéndose un dulce anís.
Reprende a los chavales:
-«¡Balones! Los quiero aquí».
Jugadas que no terminan,
partidos de Sanedrín.
Atrás quedaron las tardes
de nietos y de parchís…
-«Mi abuelo abrazó a Cristiano,
el alma de aquel Madrid».
Persona de club profundo,
de alubias y de postín,
la sombra de aquella fama,
la dama sin calcetín.
Historias se lleva ocultas,
la llave bajo el bombín,
silencios que lo definen
como hombre de su Madrid.
Lo llaman don Agustín,
lo llaman don Herrerín,
lo llaman por no llamarlo…
lo llaman Real Madrid.
Antonio Carrasco Martín