Historia Blanca | La etapa de Clarence Seedorf en el Real Madrid
Qué suerte tuvieron aquellos que pudieron disfrutar a Clarence Seedorf vestido de blanco. Uno de los jugadores que con trabajo, esfuerzo y compromiso logró meterse al Santiago Bernabéu en el bolsillo, tarea nada fácil debido al alto nivel de exigencia característico del aficionado del Real Madrid.
Ese derroche de fuerza y calidad en los tres años y medio que vistió la camiseta del Real Madrid o goles como aquel marcado al Atlético de Madrid, desde una distancia de más de 40 metros, permanecen sin duda en la memoria y en las retinas de los madridistas.
Clarence Clyde Seedorf nació el 1 de abril de 1976 en Paramaribo, la capital de la antigua colonia holandesa de Surinam. Siendo muy joven emigró junto a sus padres a Holanda, país que acabó representando como jugador de fútbol. Empezó su carrera profesional en el Ajax de Ámsterdam con tan solo 16 años, allí jugaría hasta 1995, año en el que Clarence Seedorf logró la primera de sus 4 Champions League. Su siguiente equipo fue la Sampdoria, donde solo jugaría una temporada, hasta que en mayo de 1996 se cerró su fichaje por el Real Madrid.
Dicen que lo que está destinado a suceder, de una forma o de otra siempre acaba por cumplirse. La historia de Seedorf no empieza a escribirse con las letras blancas del Real Madrid en el año 1996, sino que ya pudo recalar en el club blanco 6 años antes. Cuando ‘La Pantera’, como algunos apodaban a Seedorf, tenía 14 años recibió la llamada del mejor club del siglo XX. El Real Madrid le había echado el ojo al joven holandés, que ya comenzaba a dejar destellos del increíble futbolista que llegó a ser.
Según cuenta el propio Clarence Seedorf, sus padres no vieron con buenos ojos que su hijo volara tan pronto del nido, para ellos, lo importante en aquel momento era que terminara sus estudios en la escuela. Él estuvo de acuerdo y dejó para más adelante el desafío de vestir los colores del Real Madrid.
Finalmente, el propósito del club blanco se cumplió. La temporada 1995/1996 había sido un completo desastre para el Real Madrid, eliminados en cuartos de final de la Champions League ante la Juventus, eliminados en la Copa del Rey por el Espanyol y acabando la Liga en 6ª posición, el Real Madrid acabó la temporada sin ganar ningún título y sin clasificarse para ninguna competición europea por segunda vez en su historia.
Fue entonces cuando, de cara a la temporada 1996/1997, entraron en juego Lorenzo Sanz, que, tras la dimisión de Ramón Mendoza, había cogido la presidencia del club en noviembre, y Fabio Capello, que se convirtió en el nuevo entrenador, procedente del AC Milan. Capello pidió expresamente el fichaje de Clarence Seedorf, que llegó a cambio de unos 4 millones de euros. Junto a Seedorf, ese mismo verano aterrizaron en el Real Madrid jugadores como Roberto Carlos, Mijatovic o Davor Suker.
🇳🇱⚽🔝Clarence Seedorf era puro fútbol. ¡Un maestro total del centro del campo!pic.twitter.com/TmeIX2OU8Q
— madridistaReal (@RMadridistaReal) October 10, 2020
Esa temporada el Real Madrid lograría ganar su 27º título de Liga y se empezarían a poner los cimientos del equipo que, posteriormente, se hizo con la 7ª Copa de Europa en el año 1998. La temporada de su llegada, Clarence Seedorf jugó un total de 42 partidos, en los que anotó 6 goles.
Clarence Seedorf encajaba a la perfección en el Real Madrid, club y jugador se venían mutuamente como anillo al dedo. Seedorf tenía todo lo que se le puede pedir a un centrocampista: un físico descomunal, gran control de balón, conducción, visión de juego, disparo potente, buen posicionamiento táctico y capacidad defensiva. Podía jugar como mediapunta o como centrocampista, Clarence Seedorf era de esos magos del fútbol que se sacan siempre un truco de la chistera, un futbolista capaz de agitar un partido, de ver el pase y el hueco donde pocos lo ven.
Clarence Seedorf no se amedrentaba en un terreno de juego, es de los que siempre dan la cara, de los que en cada partido lo dejan todo. Un líder, un trabajador nato criado en la escuela del Ajax de Ámsterdam, donde siendo aún menor de edad, ya aprendía de figuras como Louis Van Gaal, Davids o Finidi.
Llegó al Real Madrid con el cartel de futura estrella y lo demostró. Un centrocampista total, titular habitual e integrante de la plantilla que tras más de 30 años consiguió añadir al palmarés del Real Madrid una nueva Copa de Europa.
Pero como en toda historia hay un principio y un final. La salida de Clarence Seedorf no fue la mejor, ya que fue una circunstancia en la que parece que ni jugador, ni plantilla, ni directiva quedan satisfechos a nivel deportivo. El Real Madrid no perdía a un futbolista cualquiera y Clarence Seedorf se despedía del mejor club de la historia del fútbol.
La temporada 1999/2000 del Real Madrid comenzó con John Benjamin Toshack en el banquillo, que había tomado el relevo de Guus Hiddink en el mes de febrero. El entrenador galés y Clarence Seedorf no llegaron a tener nunca una buena relación.
Toshack llegó al Real Madrid con la idea de deshacerse de jugadores que él creía que ya habían cumplido un ciclo y con los que ya no contaba. Hombres como Panucci o Mijatovic dejaron el club, mismo final habría tenido Seedorf si de Toshack hubiera dependido al 100% esa decisión. El galés no creía en las cualidades del centrocampista y así lo demostraba partido tras partido, ya que Seedorf no superó la decena de partidos jugados en Liga. Clarence Seedorf había perdido el papel de titular indiscutible, Toshack incluso prefería a Geremi, traído desde Turquía por él.
Conscientes de la situación de Seedorf, varios clubes, la mayoría de ellos italianos, se interesaron por la situación del futbolista. Roma, Inter o Milan se lanzaron a la caza de uno de los inexplicables descartes de Toshack. El jugador aguantó en el Real Madrid, quería al club con el corazón, tal y como afirmaba el vicepresidente de aquel entonces, Juan Onieva.
Toshack tenía claro como quería que su Real Madrid jugara, quería un centro del campo que robara balones como si no hubiera un mañana y que atacaran con dureza al balón. Clarence Seedorf no era de ese estilo de futbolista, él era más ofensivo, más técnico, un jugador que piensa más en crear que en destruir, y el técnico prefería jugar con el ya nombrado Geremi o con Iván Helguera acompañando a Fernando Redondo.
Al final ni los resultados ni la relación con la plantilla terminaban de ser los mejores y Toshack dejó el club en el mes de noviembre. El sustituto fue Vicente del Bosque, que tampoco terminó de tener un gran feeling con Seedorf y todo terminó por estallar.
A todo esto, se le sumaba una situación institucional y económica bastante inestable e irregular en el Real Madrid. El club tenía una deuda de miles de millones de las antiguas pesetas, los jugadores no cobraban su salario íntegro y tanto Lorenzo Sanz como varios de sus directivos empezaban a estar discutidos entre los aficionados.
El Real Madrid necesitaba ingresar dinero y Clarence Seedorf, con varios equipos peleándose por conseguir su contratación, necesitaba un cambio de aires, a pesar de estar enamorado del club, de la afición y de la ciudad de Madrid.
El Inter de Milan se hizo con los servicios de Seedorf a cambio de unos 24 millones de euros, 20 millones más de los que el Real Madrid había pagado a la Sampdoria en el verano de 1996.
El propio jugador convocó una rueda de prensa para explicar su situación y los motivos de su salida. «Yo no pensaba marcharme, y mucho menos a mitad de temporada porque me gusta terminar las cosas«, declaraba Seedorf, que en todo momento insistió en que su marcha no había sido una decisión suya, “ha sido la situación la que ha decidido por todos, yo sólo recibí dos llamadas y el tema estaba hecho. Me voy triste por salir de un sitio en el que estaba a gusto”, explicaba. «El club necesita dinero, no un jugador en el banquillo y yo necesito jugar, por eso había razones para estar abierto al traspaso, era lo mejor para todos”, sentenciaba.
Definitivamente, la salido de Clarence Seedorf del Real Madrid no fue ni se produjo de la mejor manera posible ni en las mejores circunstancias.
Clarence Seedorf terminaba así su historia como jugador del Real Madrid, una historia a la que estaba destinado desde los 14 años. En el Inter de Milán jugó durante 3 temporadas antes de unirse a las filas del eterno rival en el año 2002. En el AC Milan permaneció durante 10 temporadas y se convirtió en una leyenda del club rossonero y en uno de los mejores centrocampistas del mundo. Colgó las botas en el año 2013, como jugador del Botafogo brasileño.
Tras su retirada decidió comenzar su carrera como entrenador, dirigiendo al AC Milan, al Shenzhen chino, al Deportivo de La Coruña y actualmente se encuentra libre tras haber sido destituido como seleccionador de Camerún.
Clarence Seedorf jugó un total de 159 partidos oficiales con el Real Madrid anotando 20 goles. Consiguió 1 Liga, 1 Supercopa de España, 1 Champions League y 1 Copa Intercontinental.
Texto: David Suárez (@david24suarez)
Foto de portada: Ben Radford /Allsport