Crónica Real | Hay plan B, con minúsculas (2-0)
Partido trampa hoy el que tenía el Real Madrid. Primera jornada entre semana en lo que va de temporada y como rival un equipo que suele ser mas incomodo al visitarlo que en el feudo blanco pero del que se recuerda aun aquel día de gloria del polaco Urban que él solito se bastaba para derrotar a un por aquel entonces Real Madrid bastante convulso y que empezaba a vivir un periodo de dificultades deportivas. Ha llovido mucho ya desde entonces y ni este Madrid es aquel ni el Osasuna tampoco, pero es más, es que ni este Madrid es el de hace 10 días en el que aparecían ya las primeras dudas sobre este proyecto.
Después de la victoria balsámica del Pizjuán unido a los resultados desfavorables de sus mas directos rivales (Barça y Atleti) el equipo de Zidane se presentaba en el Bernabéu reforzado moralmente y con una perspectiva por parte de la crítica y rivales totalmente distinta a la del día después de París no solo porque empezaba el encuentro como colíder junto al Bilbao sino que la forma en la que ganó en un escenario de los mas difíciles de Europa le daba un crédito a los chicos de Zizou mas que relevante.
Ademas del rival de hoy los pensamientos de Zidane aunque él no lo quisiese reconocer está el futuro más inmediato y que no es otro que el derbi del sábado en el Wanda. Esto y unido al overbooking de la enfermería blanca a la que se había sumado el francés Mendy después del gran partido hecho en Sevilla dejaba a Zidane poco margen para hacer unas mas que necesarias rotaciones y mas viendo la fragilidad o el infortunio de la plantilla con las lesiones musculares. La primera medida era dejar fuera de la convocatoria pensando claramente en el sábado al gales Gareth Bale, la siguiente hacer una mini revolución en el once que saltaría al campo. Desde la portería, la defensa y la delantera Zidane hacia numerosos cambios para darle aire a los que más minutos llevan hasta la fecha y de paso ir metiendo en dinámica al resto de la plantilla disponible, porque del fondo de armario va a depender mucho del resultado final de temporada. Areola debutaba y que mejor escenario para hacerlo y en un momento en el que parece se venia con dinámica positiva, en la defensa una nueva oportunidad para reivindicarse para el donostiarra Odriozola, la prevista inclusión de Militao por Varane y la necesaria hoy de Nacho en el lateral ante las bajas de Marcelo y Mendy. El centro del campo prácticamente no lo tocaba, entre otras cosas porque no hay de donde escoger y solo cambia a Valverde por James y la delantera totalmente nueva con Vinicius, Jovic en punta y Lucas en la parte derecha.
Con todo esto empezaba el encuentro con expectación por parte de los aficionados y por el propio cuerpo técnico que necesitaba comprobar insitu si realmente se contaba con plan B o se las tendría que jugar toda la temporada con el plan inicial y a rezar que la plaga de lesiones se acabe de una vez. En estos primeros compases de encuentro el equipo realmente no mostraba esa realidad que deseaba, en cierta medida por la falta de compenetración ante tanta novedad junta hoy y en gran parte por la falta de confianza que arrastran ciertos jugadores y que empezaban ya a ser preocupantes en algunos casos como el de Odriozola y el propio Vinicius. Precisamente una penetración del lateral español con más fe que calidad daba un centro que entre el portero y el defensa dejaban el balón en boca de gol a Jovic que este no acertaría a mandarlo al fondo de la red. Tras esta única jugada de ataque del Madrid llegaría otra más de Kroos que con disparo de lejos sale rozando el poste izquierdo de la portería del meta navarro.
El Osasuna se mantenía bien plantado en el campo con una presión alta que dificultaba la salida aseada del balón del equipo blanco dejando patente las carencias de Militao en esta función, dejando a Ramos como única pieza capacitada para esto. Se iba oscureciendo el partido por momentos para el Real Madrid que no encontraba los espacios necesarios para hacer peligro en la portería de Osasuna y el nerviosismo comenzaba a aflorar en la grada que lo trasmitía con tímidos silbidos hacia Vinicius que no había estado acertado por el momento hasta que en el min. 35 y tras un fuerte disparo al borde del área mandaba el balón a la escuadra de la portería osasunista imposible de alcanzar por el cancerbero navarro. Era tal la presión contenida y casi ansiedad que tenia el brasileño desde hacia ya tiempo que rompió a llorar en su celebración del tanto madridista que le daba aire a su equipo a la grada y al técnico francés que empezaba a valorar si el cambio en la segunda parte no iba a ser antes de lo que el había planteado.
A la vuelta de vestuarios el cuadro de Zidane parecía tener las indicaciones claras de su técnico de zanjar el encuentro lo antes posible con la intención de dar algunos minutos de refresco a los dos centrocampístas que más minutos llevan en lo que van de temporada, Kroos y Casemiro. Así lo entendería el bloque que saldría con un puntito más de velocidad en sus acciones y con mayor ímpetu defensivo a la hora de presionar al rival más arriba y juntar las lineas, ingredientes que le está dando los mayores réditos a los blancos en lo que va de campaña.
En uno de esos robos en la presión de medio campo Lucas Vázquez mete en profundidad a Jovic que esta vez si mandaría el balón a las redes en una más que meritoria consecución. El árbitro concedería el gol pero sería el VAR el que lo borraría del marcador por un milimétrico fuera de juego del serbio en el desmarque, las cosas de la técnica que en este caso no nos favorecía pero que se agradece haya sido implantado.
El resultado era corto pero el Madrid cada vez mostraba más seguridad en su juego e iba imponiéndose a los navarros en lo que parecía una aventura que tendría frutos mas pronto que tarde. En ese momento se producía el debut de Rodrygo que suplía a su compatriota Vinicius que salia aplaudido del Bernabéu y le daba el relevo al paulista. No llevaba ni un minuto en el campo cuando este caza un balón aéreo con un control que firmaría el propio Zizou y se adentraba en el área sorteando con un fino amague al defensa que le habría el hueco necesario para con un golpeo seco y colocado mandar el balón al fondo de las mallas. Debut soñado y partido cerrado.
De aquí al final del partido y ante un Osasuna con más ganas que acierto el partido se volcaría casi por completo en el terreno de juego navarro y con oleadas de ataques a la contra de los madridistas pero que no alcanzarían mayor premio que el ya conseguido.
Triunfo del equipo de Zidane, que lo pone al frente de la tabla en solitario y que deja buenas señales en cuanto a algunos jugadores que tenían la incógnita puesta, entre ellos los tres brasileños del cual además de los dos goleadores destacar al central que fue de menos a mas en el partido terminándolo a gran nivel y a los españoles con algunas dudas todavía, en el caso de Odriozola con visos de mejora. En definitiva sacar como conclusión de este encuentro que parece que existe un plan B pero aun falta corroborarlo, hay plan B pero con minúsculas aun.
Foto: realmadrid.com