Florentino Pérez | Hegemonía europea
El día a día de don Florentino Pérez no es, ni mucho menos, sencillo. Imaginad tener la vida perfectamente resuelta y, pese a tener 72 años de edad, continuar al frente de dos entidades que son las mejores en sus respectivos ámbitos.
Ser Presidente del Real Madrid no debe ser fácil, pero la tarea se complica todavía más cuando paralelamente presides una de las empresas más grandes del mundo. Es evidente que para dirigir el Madrid de una manera tan brillante y formidable como hizo Santiago Bernabéu en el pasado y hace Florentino Pérez en el presente es necesario haber sido tocado por una varita mágica. Es un cargo para elegidos, para personas excepcionales. No solo requiere aceptar la responsabilidad de tener detrás a millones de aficionados cuyos sentimientos y estados de ánimo dependen única y exclusivamente de lo que el Real Madrid haga sobre el campo, ni tampoco es necesario únicamente atesorar conocimientos empresariales que hagan mantener sana una economía tan grande como la de nuestro club, y no solo se exige tener la capacidad de formar un proyecto deportivo cuya sucesión de victorias te haga alcanzar la cima del deporte mundial. Es necesario también saber lidiar a diario con una auténtica legión de destructores cuyas pretensiones abarcan desde la aniquilación y exterminación de la armonía institucional y deportiva del club hasta tratar de desbancarte con el fin de conseguir el poder en la entidad deportiva más importante del mundo, con la intención de aprovecharse de dicho poder para beneficiarse a costa de la entidad deportiva más importante del universo, algo que ocurre cuando triunfa la demagogia. Florentino no es de estos últimos. A diferencia de otros, no ha alcanzado el prestigio social gracias a presidir el Real Madrid. Sus pretensiones como Presidente del Madrid son obvias, dado que llevan años manifestándose y alcanzándose: hacer un club campeón y poderoso en lo económico sin que deje de ser propiedad de sus socios. Y por esta razón Florentino tiene que resistir ante una caterva malintencionada que se multiplica a medida que incrementa el éxito deportivo.
En definitiva, lo que ha de soportar Florentino a diario es un auténtico vendaval, y es por ello que muchos no entendemos cómo aún así tiene ganas de continuar al frente del club. No lo entendemos pero lo agradecemos infinitamente. Esta perseverancia solo la explica su amor incondicional al Real Madrid. Otro cualquiera habría renunciado al cargo hace bastante tiempo a consecuencia de la persecución perversa diaria que recibe nuestro Madrid, pero él no. Florentino es consciente de que el club le necesita, los madridistas le necesitamos.
Ese ejército exterminador del que hablo tenía como principales estrategias de ataque dos aspectos: la ausencia de proyecto deportivo, la cual quedaba reflejada en el escaso éxito deportivo que decían que existía en comparación con el Barcelona, y el poco interés de Florentino en la sección de baloncesto (que la iba a cerrar, apuntaban). Pues bueno, hoy muchos nos reímos de aquello. 6 Copas de Europa en los últimos 5 años. 4 en fútbol y 2 en baloncesto. Un auténtico escándalo. En el deporte rey Santiago Bernabéu cosechó 6 Copas de Europa, y Florentino ha conseguido ya 5, sólo dos de las 13 que hoy descansan en las vitrinas de Chamartín se lograron en manos de otro presidente. Estamos hablando de los dos mejores presidentes de nuestra historia. No cabe duda de que Florentino está marcando una hegemonía en Europa, de su mano hemos regresado a la cúspide del deporte mundial, ésa que por un momento perdimos pero que él nos ha devuelto porque es el lugar que debe ocupar el Real Madrid en el mundo. No es de extrañar el sentimiento de desamparo y tristeza que se le vio a Florentino el día del adiós de Zinedine Zidane. Con él ha alcanzado la leyenda y la historia que tanto se le negó años atrás, un trabajo de muchos años del Presidente y que de la mano del francés dejó sus frutos. 3 Copas de Europa consecutivas, algo que jamás había ocurrido en el nuevo formato del torneo, el equipo que más se asemeja a la histórica y gloriosa generación encabezada por Bernabéu, Di Stèfano, Gento o Puskas. Florentino es consciente de que fue aquel equipo el que convirtió al Madrid en el mejor club de la historia, y es por ello que siempre ha defendido la importancia del éxito europeo, en el cual se lleva trabajando décadas. Ese elenco de estrellas es el espejo en el que Florentino quiere que se mire su Real Madrid.
Que La Quinta del Buitre o el Madrid de Zidane, Beckham, Figo o Ronaldo no se alzasen con la Orejona es la demostración más clara y contundente de la dificultad que encarna esa competición de naturaleza caprichosa pero casi siempre justa con la realidad. No obstante, esta competición tiene siempre reservado un lugar en la historia para los mejores, como digo, es justa. De esta manera, el Real Madrid es el club más laureado y Florentino Pérez ha cosechado ya 5. Es probable que dentro de muchos años el éxito europeo no nos corresponda como sucede actualmente, y como tantas veces nos ocurrió. Y será en ese momento en el que daremos el valor que verdaderamente tiene la gestión de nuestro Presidente, y ya no sólo en fútbol, sino también en baloncesto, sección en la que siempre ha apostado Florentino, pese a las mentiras que dijesen algunos.
Desgraciadamente, llegará el día en el que Florentino no esté. He de reconocer que verle tan desolado (como lo estábamos todos los madridistas) el día en el que Zizou anuncia su marcha, me produjo auténtico pánico. Sí, es aterrador pensar que Florentino pueda estar empezándose a cansar. Él es la pieza imprescindible de este Madrid, pese a que hay figuras importantes como la del propio Zidane o la de Cristiano Ronaldo, nadie contribuye tanto a la etapa actual. Entre otras cosas porque fue Florentino quien trajo a Zidane (héroe de la Novena, segundo entrenador en la Décima y entrenador en la Undécima, Duodécima y Decimotercera), a Sergio Ramos (héroe de la Décima), a Gareth Bale (goleador en la Décima y actuación legendaria en la Decimotercera), a Cristiano Ronaldo (máximo goleador en las últimas 4 Champions del club), y a otros goleadores en finales de la Champions como Asensio, Casemiro, Benzema y de otras figuras imprescindibles como Xabi Alonso, Kroos, Modric, Varane, y un largo etcétera.
Como digo, Florentino Pérez es el artífice de esta hegemonía europea que disfrutamos hoy todos los madridistas, y desde aquí le digo: Presidente sólo usted puede ayudarnos a superar la marcha de Zidane, solo usted con sus gestiones asegurará que mantengamos el camino correcto. No se canse, no se rinda. Sabe bien que frente a los ataques que recibe el club por parte de algunos medios de comunicación o de otros sectores malintencionados con usted o con el Madrid, estamos los millones de aficionados que vamos a apoyar a muerte al equipo y al club en sus decisiones siempre, eso no es un problema.
Lo cierto, entonces, es que el principal culpable de los triunfos europeos que recientemente estamos cosechando y disfrutando los madridistas es Florentino Pérez. Él es el artífice de esta hegemonía y creo que el reconocimiento por parte del madridismo es ya total. No hay madridista que niegue esta realidad, puesto que es indiscutible. Los argumentos que algunos esgrimían carecen de fundamentos. En los años pretéritos a esta leyenda de 6 Copas de Europa en 5 años, algunos fundamentaban su mensaje en la ausencia de títulos, especialmente europeos. Hoy tienen que buscar otras excusas, ya que todos aquellos que predicaban la falta de proyecto deportivo tanto en fútbol como en baloncesto (sólo importaba aquello de vender camisetas y tal) tienen hoy serios problemas para digerir tanta gloria merengue. Ni este artículo ni 1000 más que se escriban sobre Florentino serán suficientes para agradecerle la labor que durante estos años ha realizado y nosotros hemos disfrutado, y estoy seguro de que lo seguiremos disfrutando en los años venideros. No se canse, Presidente.
Texto: @VictorVikingo_
Foto de portada: NoticiasAlDia