FinalACB | Un Campazzo imperial regala al madridismo la trigesimoquinta (68-74)
Cuarto asalto en Barcelona. Segunda oportunidad para los blancos de coronarse como campeones ante el eterno rival, en su propia cancha. Dejando atrás un tercer partido en el que la victoria local vino marcada por pequeños detalles, empezamos de 0 en el cuarto partido de la final. Otro gran clásico, otro gran partido, para conocer al campeón de la Liga Endesa o, en su defecto, llevarlo todo al último partido en Madrid.
Arrancaba el partido en Barcelona. Randolph inauguraba el marcador para los visitantes mientras que Rudy empezaba de forma colosal enchufándolas desde la línea de 3. Bien en rebote y, con Campazzo colándose en el festival inicial de triples de Rudy, nos pusimos con un claro 8-19 en el marcador. Sin embargo, el Barcelona no consentiría que fuese tan fácil. Un arreón final de los locales, unido a la pájara madrileña tras el ciclón baloncestístico inicial, permitiría a los azulgranas marcharse al segundo cuarto tan solo 3 abajo en el marcador (21-24).
El segundo cuarto estuvo marcado por la igualdad. Un periodo igualado, sin dominador claro, en el que pudimos ver pocos puntos en los dos equipos. Supuso también el estreno de Thompkins en el partido, manteniendo la distancia inicial entre ambos conjuntos. Con alguna que otra perlita arbitral de la que ya ni nos sorprendemos y, con Tavares haciendo un gran papel desde el rebote, nos fuimos al descanso con un ajustado 33-37 para los de Madrid. Estábamos a 20 minutos de saber si el campeonato se vestiría de blanco o, si tendríamos el quinto y definitivo partido.
El tercer cuarto siguió el ritmo del primero. Rudy seguía inspiradísimo desde la línea de 3 mientras que Randolph y Tavares seguían haciendo de las suyas. La diferencia inicial de este cuarto se vería igualmente reducida a tan solo un punto gracias, en parte, a la gran actuación de Kuric y Pangos, por parte de los locales. Finalmente, nos iríamos al decisivo último cuarto ocho arriba en el marcador (47-55) tras un chispazo de Causeur y Campazzo en los últimos instantes del periodo.
Sin apenas quedarnos uñas que comernos, arrancaba el último cuarto en Barcelona. Campazzo asumía galones sobre el Palau, sumando desde la línea de triple para los blancos y, sacándole la segunda falta a Heurtel, tras previo robo.
Era la hora de los grandes jugadores. De aquellos que no les tiembla la mano y, deciden finales. Campazzo y Tavares tomaron el mando del Real Madrid y, tras un último esfuerzo blanco, consiguieron llevarse la victoria por 68-74 y, con ello, coronarse como Campeones de la Liga Endesa.
Una recompensa a no darse por vencidos en toda la Liga, a clasificarnos como primeros tras treinta y cuatro agotadoras jornadas y, por pasar por encima de todos y cada uno de sus rivales en el playoff, marcándose un cuadro final casi perfecto, salvo por la última derrota en Barcelona por tan solo un punto. No hay que quitarle méritos a ninguno de los jugadores de esta plantilla, ni al entrenador, ni al cuerpo técnico. Todos, absolutamente todos, son meritorios de tal hazaña.
Los madridistas estamos de enhorabuena. Somos unos afortunados de poder ver jugar a esta plantilla, a este equipo de tantísimo nivel, que hoy, se ha proclamado CAMPEÓN de la Liga Endesa y, mejor equipo de España, tras ganar con creces a un Barcelona que siempre fue un pasito por detrás durante toda la eliminatoria.
Felicidades Real Madrid. Felicidades madridistas.
Somos CAMPEONES DE ESPAÑA