FinalACB | Campazzo lidera a un Madrid imperial (87-67)
Arrancaba la deseada final. El primero de los numerosos clásicos que nos deparaba esta final de la ACB. Un Real Madrid – Barcelona de los que gustan ver, en un final y, decidiendo quién es el mejor equipo español.
Randolph tomó la iniciativa para el conjunto madrileño. Un 3+1 que mandaba un mensaje a los azulgranas de que les iba a resultar muy complicado ganar en Madrid. Campazzo ampliaría hasta 9-0 el parcial inicial de los de Laso. Los locales empezaban con buen pie desde los primeros minutos de encuentro, mientras que los de Barcelona, necesitarían hasta 4 minutos para estrenar su marcador, por medio de Rivas. No va a ser un mero escritor quien os descubra al Facu, pero los primeros minutos del argentino sobre Madrid eran para verlos repetidos una y otra vez. Vamos, como siempre.
Llull también quería protagonismo en la noche de hoy. Un 2+1 ayudado de un gran Taylor, permitiría seguir ampliando la diferencia en Madrid. Con un enchufado Llull, y una pequeña reacción por parte del Barcelona, nos fuimos al segundo cuarto con un ajustado 22-17 para los locales.
Rudy estrenaría el marcador en el segundo cuarto con dos grandes triples. El conjunto local tomaba de nuevo las riendas del encuentro y, la diferencia se iba ampliando notoriamente. 10, 12, 14, 16… La diferencia empezaba a ser escandalosa para los azulgranas. Llull hacía lo que quería sobre la pista, Rudy estaba más que enchufado desde la línea de 3 y Campazzo simplemente era Campazzo. Al final, un 47-32 nos mandaba al descanso con la sensación de tener el trabajo medio hecho, pero que, de confiarnos, ocurriría lo mismo que en la Copa.
El tercer cuarto seguiría la misma mecánica que los anteriores. Una pequeña reacción del Barcelona, en esta ocasión, de la mano de Singleton desde el triple; pero al que el Real Madrid supo reponerse gracias a Randolph y Rudy. La anécdota del partido, como ya nos están malacostumbrando los árbitros en los clásicos, estuvo en una técnica pitada de Heurtel sobre Rudy que, tras un buen rato meditándolo, decidieron concederla como una falta normal.
Los árbitros no iban a ser los protagonistas en la noche de hoy. Y, aunque quisieran, no podrían hacer nada contra el fantástico partido que estaban realizando los blancos. Todos funcionaban a la perfección, aunque la diferencia a la que se iban al último cuarto fue de 63-52, con una sensación de que sí, pero no, de que estaba prácticamente hecho, pero, le faltaba la guinda a la gran noche en Madrid.
El último cuarto fue mero trámite para los blancos. Un nuevo arreón inicial de los blancos volvería a los 17 puntos de diferencia entre ambos equipos. Tan solo hubo un equipo sobre la pista y, en ningún momento, el Barcelona dio la sensación de poder remontar el partido. Finalmente, victoria para el conjunto blanco por 87-67 , que pone el 1-0 en la gran final y les avisa a los azulgrana que esto será muy distinto a lo ocurrido en Copa. Campazzo, el mejor de los locales.
Texto: Daniel Gómez-Escalonilla Sáez
Foto: Real Madrid