Fernando Redondo, un “Príncipe” para los Reyes de Europa, por @elfutboldemarta
A un día de volver a hacer historia en Europa, a un día de llevarnos la duodécima Champions League, recordamos a Fernando Redondo, “El Príncipe”. Él sabe lo que es jugar una final de Copa de Europa, y además levantar en dos ocasiones la deseada Orejona.
Todos recordamos su media melena rubia, pero recordamos mejor aún el balón pegado a sus pies. Por algo decían que tenía imanes en las botas. Con él hacía lo que quería en el centro del campo, y lo repartía por todo el terreno de juego, generando jugadas únicas e irrepetibles. ¿Quién no recuerda el taconazo en Old Trafford? Un taconazo magistral que dejó el balón en bandeja para que Raúl rematara y marcara el gol que supuso el pase a la semifinal de la Champions League de la temporada 1999-2000.
Redondo nació en Argentina el 6 de junio de 1969, allí comenzó su carrera futbolística. Siendo solo un niño destacaba entre sus compañeros en aquellos torneos de 5 contra 5 más conocidos en su país natal como “Baby fútbol”. Pronto el “baby” Redondo se convirtió en un adolescente que se manejaba de una forma única con el balón en los pies. El Argentinos Juniors fue el club que vió durante cinco temporadas la evolución del futbolista. Creció en Argentina, personal y futbolísticamente, hasta que en 1990 España fue su destino.
La isla de Tenerife fue su primera parada, allí comenzó a despuntar como lo que iba a ser, uno de los mejores 5 del mundo. Sin saber todavía su próximo destino Fernando Redondo formó parte del equipo que “arrebató” dos ligas consecutivas al Real Madrid, más conocidas como “las ligas del Tenerife”. Así que le debía una o dos al que iba a ser su próximo club, el Real Madrid.
Fue Jorge Valdano, compatriota de Redondo, y su entrenador en el Tenerife, el principal valedor para que el fichaje de Redondo por el mejor club de la historia fuese una realidad. En 1994 Fernando Redondo ya era jugador del Real Madrid. Seis años le esperaban en el club blanco.
Desde el día que llegó se hizo dueño del centro del campo y de sus botas salía el fútbol ofensivo con el que los éxitos no tardarían en llegar. Seis temporadas, seis títulos. Dos Copas de Europa, dos Ligas, una Copa Intercontinental y una Supercopa de España. La elegancia del chaval de melena rubia dio sus frutos en el club blanco. El madridismo se encariñó rápido de su talento y de su magia en un terreno de juego.
El argentino finalizó su etapa en el Real Madrid en 2000 y se marchó a Italia para militar con el Milan. Pero sus recurrentes lesiones de rodilla le impidieron desarrollar su mejor fútbol, a pesar de ello sumo a su palmarés otra Copa de Europa. Finalmente su rodilla le dijo basta y se retiró del fútbol en 2004.
En la selección argentina no hicieron justicia a su calidad, ya que fueron pocos los partidos que disputó con la albiceleste. Jugó el Mundial de EEUU compartiendo vestuario con Maradona y Batistuta, en el cual cayeron en octavos de final.
Sin duda Fernando Redondo dejó marcada su impronta en la historia del Real Madrid. El Príncipe de media melena rubia conquistó al público del Bernabéu y vistió como pocos la camiseta blanca. El madridismo recuerda al argentino como uno de los mejores mediocentros que han pasado por la historia del club. Un jugador del que todavía se espera sucesor, todavía nadie se puede comparar al fútbol de la Leyenda Blanca de esta semana, Fernando Redondo.