Fernando Morientes, parte de la historia blanca

Fernando Morientes, parte de la historia blanca

El Moro. Este fue el mote que le siguió durante sus casi 20 años como futbolística. Fernando Morientes Sánchez nació un 5 de abril de 1976 en Cilleros, Cáceres. Su debut profesional en este deporte tendría que esperar hasta el 1993, cuando el Albacete Balompié daría comienzo a la carrera de Fernando Morientes. Tendría 17 años.

Tras pasar por el Zaragoza en el 1995, “el moro” empezaba a llevar la atención de los grandes equipos, entre ellos, el Real Madrid. Corría el año 1997 y, este pequeño chaval, consiguió ser el máximo goleador liguero del equipo con doce tantos.

Su paso por la capital se puede dividir en dos grandes etapas: la primera, desde el 1997 hasta 2003, que podría ser perfectamente la más brillante de las dos, y de su carrera; y la segunda, volviendo de su cesión en el Mónaco, con el objetivo de ganarse de nuevo un puesto tras arrasar en el conjunto francés.

Con 3 Ligas de Campeones en su palmarés blanco (1998,200 y 2002), Morientes se ganó un nombre en el Madrid. Con Raúl de compañero en el ataque, formaría una de las parejas más letales de la época. Si nos recreamos a 1999, concretamente, a lo que se podía leer en los periódicos deportivos, todo eran alabanzas y halagos hacia el de Cáceres. Su propio compañero Raúl, declaraba lo siguiente un martes, 1 de junio: “en los tiempos que corren es complicado ser goleador. Su mérito ha sido aprovechar las oportunidades, con las que ha ratificado la clase de goleador que es”.

El 2002 sería un año especial para Morientes. No solo porque conseguiría la Liga de Campeones, como anteriormente se ha mencionado; sino además, porque pasaría a la historia blanca como el primer jugador en marcar cinco goles en un mismo partido. Bueno, cinco más un posible sexto que finalmente no lo pudo llevar a cabo, debido a que terminaría errando un penalti. Una pena máxima que, en un principio sería Solari, quien lo ejecutaría; pero finalmente, ante el furor y los gritos de los aficionados con el fin de que lo tirase él, acabó persuadiendo al que hoy en día es entrenador del Real Madrid Castilla.

Corría el 10 de febrero. Con tan solo 25 años y casualmente, en la jornada 25, Morientes se enfrentaría a Las Palmas. en un partido que sería inolvidable para él. El Real Madrid ocupaba la tercera posición, por detrás de Celta y Valencia, este último, sería el campeón de esta edición liguera. El partido se resolvió con un 7-0 para los blancos, de los cuales 5, sería obra de «el moro». Según declaró: » cuando marqué el segundo gol comencé a darme cuenta de que podía ser mi gran tarde. Como profesional nunca había hecho cinco tantos. En el Madrid entonces no había hecho ni tres en un partido». Cuatro de los cinco goles serían de remate de cabeza tras sendas asistencias de Luis Figo y de Miñambres, mientras que el último, sería con el pie tras aprovechar un error del portero.

Sin embargo, la cosa cambiaría cuando llegó al club un delantero brasileño conocido como Ronaldo, del que se habla que fue uno de los mejores delanteros de la historia del fútbol. Como anécdota cabe destacar que, en este mercado de fichajes, Morientes estuvo a punto de vestir la camiseta azulgrana por 20 millones de euros. El fichaje no se llegó a realizar debido a que “el moro” no acepto las condiciones del contrato, concretamente, su salario.

Más que su posible marcha al eterno rival, el Madrid empezó a preocuparse por su rendimiento en el campo. Ronaldo comenzó a quitarle protagonista hasta el punto de robarle la titularidad. En el 2003 seria cedido al Mónaco donde se convertiría en el Máximo Goleador de la Liga de Campeones 2003-2004, consiguiendo llegar a la final de la misma. No todo sería un camino de rosas en el conjunto galo, ya que en este mismo año perdería la final frente el Oporto por un contundente 3-0. Como curiosidad, destacar su enfrentamiento contra el Real Madrid en su camino a dicha final, donde conseguiría eliminarlos con un tanto en el partido de Ida en el Santiago Bernabéu.

Finalmente, regresaría al equipo de la capital en el verano de 2004 donde, sin mucho éxito, marcharía de nuevo con destino a la Premier League, concretamente, al Liverpool de Rafael Benítez.

Este es el reportaje de Fernando Morientes Sánchez, “el moro”. Aquel chaval que, desde pequeño, soñaba con ser jugador del Barcelona y que, casualidades de la vida, su crecimiento y desarrollo le permitieron convertirse en una de las grandes estrellas del club blanco, formando parte de su amplia historia.

Texto: Daniel Gómez-Escalonilla Sáez

Foto: Eurosport

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