Fede Valverde, el heredero
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Fede Valverde es el heredero al trono tras la salida de Toni Kroos del Real Madrid. El charrúa, que llevará el dorsal ‘8’ a su espalda, deberá adoptar un rol mayor en el peso y en la construcción del juego. Su gran Copa América con Uruguay elevan las posibilidades de verle como el próximo ‘arquitecto’ del club blanco
La temporada que está cuajando Fede Valverde está siendo descomunal, en todos los sentidos. Tras la consecución de LaLiga y la Decimoquinta en clave Real Madrid, el pajarito, que ha evolucionado a halcón desde su papel de titularísimo, ha acogido un papel mucho más importante del que ya tenía dentro y fuera del campo. No solo en el Real Madrid, también la Uruguay de Marcelo Bielsa, porque la presencia de la selección charrúa en las semifinales de la Copa América no se entendería sin Valverde.
Habiéndose convertido en una pieza fundamental para Carlo Ancelotti, esta próxima temporada, sin Kroos, con Modric en la recta final de su carrera, y con el dorsal ‘8’ en la espalda, Valverde tendrá que acaparar un peso distinto en el juego del conjunto blanco. Siempre hemos visto a un Fede Valverde haciendo esa labor ‘sucia’, que no se ve, ayudando constantemente a sus compañeros, e incluso, llegando más al área y marcar una cuantía de goles impropia de él, pero ahora, su labor será diferente. La construcción era para los arquitectos Kroos y Modric, pero ya sin el alemán, esa faceta pasa a ser del jugador nacido en Montevideo.
En Uruguay está cuajando una gran Copa América, en parte, porque el peso de su juego pasa por sus botas, y el halcón ahí se siente muy cómodo. A pesar de su gran físico, su capacidad para repetir esfuerzos y sus grandes cualidades para ayudar al defensor y hacer coberturas, Fede Valverde también tiene un guante en el pie, un gran despliegue con la pelota y un extraordinario disparo. Es algo que ha ido desarrollando desde que llegó al Real Madrid, quizá se habla poco o destaca menos en ese aspecto, pero Ancelotti sabe que es muy útil e importante, y con su gran torneo, ahora Fede gana enteros para acaparar esa función.
Ante Panamá, se vio el ejemplo perfecto de que Fede Valverde puede aceptar ese rol con gusto, y que lo haría a las mil maravillas. Su potencia, su gran estado físico y su técnica hacen del jugador madridista un futbolista imparable a la hora de manejar el timón, romper líneas, realizar cambios de orientación de una banda a otra. Ante Brasil, además, también sacó a relucir su gran disparo y su fuerte convicción desde los 11 metros, demostrando que, si el equipo necesita un lanzador de penaltis, ahí está él también.
Valverde, que llegó al Real Madrid en 2018, se ha ganado el respeto de los veteranos y los más jóvenes en el vestuario, a pesar de que tan solo cumplirá 26 años el día 22 de julio. Pese a su corta edad y todo lo que ha ganado en el Real Madrid, Fede es el quinto futbolista que lleva más tiempo en la plantilla por detrás de Carvajal, Modric, Lucas Vázquez y Ceballos. Como dice el dicho, Valverde ha dejado de ser cola para ser cabeza de león.
Un mayor peso en la construcción del juego
Se ha nutrido durante seis años del que ha sido su ídolo desde pequeño, Toni Kroos. Junto a Tchouaméni, Camavinga y compañía, Fede Valverde deberá ser el jugador que maneje la batuta en al medular y quien cargue con la responsabilidad de ser el referente número 1 en la sala de máquina del conjunto de Carlo Ancelotti. Su calidad es indudable, igual que su liderazgo y su competitividad que muestra en cada partido, en cada entrenamiento. Valverde, con todo ello, arrastra ese carisma y ese aura que siempre han tenido los jugadores uruguayos. No se guarda nada, se vacía en el césped y jamás da un balón por perdido. Quizá, muy probablemente, esa lucha incansable le han hecho triunfar en el Real Madrid.
Con 258 partidos con la elástica merengue, Valverde tendrá que reconvertirse en un jugador aún más camaleónico, diferente y especial. Porque Fede Valverde es ese jugador diferencial que no se esconde ante nadie, y que puede sujetar las riendas de todo lo que se interponga en su camino. Es la hora. Llegó la hora de Fede Valverde. El heredero.