Euroliga | Rudy y Taylor golpean más fuerte (81-77)
El Real Madrid Baloncesto se estrenaba en Euroliga precisamente frente al mismo rival con el que se despidieron de la competición europea la temporada pasada, el Fenerbahce de Zeljko Obradovic. Se trataba de uno de los mejores enfrentamientos posibles entre dos favoritos a llevarse el cetro continental y como era de esperar, no nos defraudó en cuanto a intensidad y competitividad.
De inicio Laso apostaría por un quinteto formado por Campazzo, Taylor, Rudy, Randolph y Tavares. Tras unas primeras posesiones donde los turcos se mostraron más intensos en el rebote y en las disputas, los madridistas poco a poco se fueron entonando en ambos lados de la pista. Dos canastas fáciles debajo del aro por parte de Taylor y Rudy provocaron los primeros enfados severos del técnico serbio (7-4, min. 3). Con un triple del alero norteamericano y un mate de Tavares tras asistencia del Facu, el Madrid estiraba un poco más su diferencia (12-4, min. 4). Poco tardaría Obradovic en parar la sangría y pedir un tiempo muerto (14-4, min. 5).
There he goes!@facucampazzo putting on a SHOW early!#7DAYSMagicMoment pic.twitter.com/KpkbYiPDvG
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Tras el paso por el banquillo, la dinámica del encuentro no cambiaría y con cinco puntos consecutivos de Jeff Taylor, el equipo merengue hacía estallar de alegría al público del WiZink Center (19-4, min. 6). La cara de Zeljko a estas alturas ya parecía un tomate.
La reacción del Fenerbahçe llegaría de la mano de una defensa turca mucho más pegajosa. Así, la desventaja se redujo hasta los nueve puntos al término del primer cuarto, con De Colo (10 puntos) como principal argumento ofensivo (30-21, min. 10).
Al inicio del segundo cuarto, con Llull, Mickey, Causeur, Deck y Laprovittola en pista, el Real Madrid vio como el nivel de agresividad en su oponente había aumentado todavía más. Ataques menos fluidos y alguna que otra pérdida más que evitable permitieron a los pupilos de Obradovic acercarse en el marcador (34-28, min. 14).
El Madrid había identificado su superioridad bajo los tableros, con Mickey superando con relativa facilidad a un Stimac por velocidad, pero no lograba rentabilizarlo en el luminoso. El ala-pívot Derrick Williams en Fenerbaçe seguía anotando y los turcos ya estaban a cinco (35-30, min. 16).
Rudy anotaba de 3 y Derrick Williams respondía desde el perímetro. La igualdad era máxima y los decibelios en el pabellón iban en aumento (39-38, min. 18). Una canasta sobre la bocina de Mickey y una buena canasta al poste de Deck le daban un poco de aire a su equipo, pero dos tiros libres de Ali volvían a poner el partido en un pañuelo antes del descanso (43-42, min. 20).
El comienzo del tercer cuarto estuvo marcado por el desacierto en ambos lados de la pista. Pese a ser el primer partido de la temporada, se notaba que era una de esas noches europeas en las que ningún jugador quiere perder, y se mascaba la tensión en el ambiente. Pero si hay alguien inmune a ese tipo de presiones es el bueno de Anthony Randolph, quien con un triple inauguraba el casillero de anotadores en la segunda parte (48-44, min. 24).
Poco después, con un triple de Rudy, el parcial madridista se ampliaba hasta el 8-2, y a Zeljko no le quedaba más remedio que parar el partido (51-44, min. 25). Pero la sangría no se frenaría en el bando turco, y con otro triple de Randolph, la diferencia se volvía a situar en los diez puntos (54-44, min. 26).
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Con las defensas más laxas de costumbre, volvieron a aparecer Derrick Williams y Mahmutoglu, que no iban a permitir que su equipo se fuese del partido por completo, y con 5 puntos seguidos provocarían el tiempo muerto de Laso (56-50, min. 28). La llamada al orden del técnico vitoriano surtió efecto y el conjunto blanco empezó a cimentar su juego en torno a dos figuras, Rudy Fernández y Jeff Taylor; cemento en la pintura no exento de talento ofensivo o talento ofensivo no exento de cemento.Y así, las cosas rápidamente volvieron a ponerse en su sitio (61-51, min. 29). Un par de decisiones arbitrales más que cuestionables evitaron que la ventaja madridista aumentase más al término del tercer cuarto, que finalizó con un tiro exterior de Nando de Colo sobre la bocina (64-55, min. 30).
En el último cuarto, los ataques empezaban a imponerse a las defensas, que solo podían cortar el juego con faltas, y los puntos se caían de las manos de los jugadores. Seis puntos consecutivos de Kalinic eran contestados con canastas relativamente fáciles de Mickey y Campazzo (71-63, min. 33). Pero los minutos pasaban y el desacierto ofensivo volvió a hacer acto de presencia en ambas escuadras. Era la hora de la verdad.
Jordan Mickey, que estaba completando un más que interesante partido hasta el momento, todo lo positivo que generaba bajo el aro, con tapón descomunal incluido, lo perdía desde la línea del tiro libre. Al final, Laso optaría por la opción de Tavares de cara a afrontar los minutos decisivos del partido (73-68, min. 35).
Williams anotaba de 3, y Sloukas superaba a Tavares para anotar un tirito de 5 metros. En un abrir y cerrar de ojos, el partido estaba empatado (73-73, min. 37). La reacción madridista llegaría a base de defensa, con Taylor y Rudy como principales bazas para frenar el perímetro turco, controlando el equipo absolutamente el rebote y no concediendo segundas oportunidades (77-73, min. 38).
La receta era tan sencilla como complicada de ejecutar cuando tienes en frente a estrellas del baloncesto europeo, como De Colo, Sloukas o Derrick Williams, pero a estos chicos que lucen en su camiseta ese escudo redondo con tantas Copas de Europa a sus espaldas le van los retos difíciles. Así, la única vía de anotación turca era desde el tiro libre.
Una canasta bajo aro de Taylor volvía a situar la ventaja en los cuatro puntos. Y un robo defensivo de Randolph en la jugada siguiente parecía sentenciar el partido a falta de 33 segundos para el final (79-75, min. 39). Una excelsa defensa de Rudy parecía sellar el billete hacia la victoria. Al final, el Fenerbahçe no remontaría y la victoria se quedaba en casa (81-77)
Texto: @Bricepinkfloyd
Foto: El Mundo