Euroliga | Randolph sonríe y el Madrid gana (86-76)
A principio de temporada todos teníamos marcado en rojo la fecha de este partido, el Clásico entre los dos favoritos para alzarse con el trono en Euroliga. Y el partido no defraudó. Hubo un buen nivel de baloncesto, hubo intensidad y agresividad en cada disputa, incluso piques. Hubo victoria madridista.
El Real Madrid salió de inicio con un quinteto formado por Campazzo, Taylor, Deck, Randolph y Tavares. La tensión se mascaba en cada jugada y el ritmo de juego fue frenético en los primeros minutos de contienda. Y en este contexto, los chicos de Laso salieron mucho más intensos, anotando con fluidez desde el perímetro, con el base argentino y el ala-pívot americano de protagonistas, penalizando la apatía generalizada en la defensa azulgrana. En el bando visitante, solamente Mirotic lograba anotar, con un triple (10-3, min. 3). Tras un mate de Tavares, Pesic intentaba parar la sangría con un tiempo muerto (12-3, min. 4).
La regañina yugoslava correspondiente no pareció haber hecho mucho efecto, puesto que continuaría la caraja colectiva en los culés. Un 2+1 de Deck, una segunda personal absurda de Hanga sobre Randolph y una técnica fácilmente evitable de Smits fueron buenos ejemplos de ello (19-5, min. 6).
Antes de finalizar el primer cuarto, el Barcelona intentaría recomponerse de tal nefasto inicio de la mano de Delaney y Oriola pero el Madrid no bajaba el pistón gracias al poderío interior con Mickey y Garuba (32-14, min. 10).
En el inicio del segundo cuarto los culés reaccionarían con Ante Tomic y Delaney como protagonistas. El pívot croata empezaba a hacer daño dentro de la zona y bien secundado por base americano, que no perdonaba desde el triple, obligaba a Laso a llamar al orden a sus pupilos con un tiempo muerto (37-25, min. 12).
Llull y Causeur se mostraban muy desacertados tanto en anotación como en dirección, abusando el equipo del lanzamiento exterior. Así, el equipo blaugrana iría recortando progresivamente la diferencia en el marcador hasta situarla por debajo de los diez puntos (37-32, min. 15). Una técnica de Tavares y un triple de Kuric apretaba todavía más la diferencia entre ambos equipos (37-35, min. 16). En estos minutos del encuentro, Rudy Fernández era el único madridista con la suficiente clarividencia en el juego de ataque para superar la bien engrasada defensa visitante.
Nikola Mirotic aparecía en escena, anotando ocho puntos en apenas dos minutos de juego. Y su equipo poco a poco iba controlando el tempo del partido. Al descanso, el Barcelona ya estaba por delante después de haber anotado 36 puntos en el segundo cuarto (48-50, min. 20).
En la reanudación la agresividad defensiva iba ganando importancia en ambos lados de la pista. El carrusel de faltas era una realidad. El pique de Davies con Tavares fue otro de los alicientes de un WiZink Center que iba ganando en decibelios con el transcurso de los minutos. Con un 2+1 de Campazzo y un triple de Jeff Taylor desde la esquina, el Madrid volvía a ganar una destacable ventaja en el marcador (59-50, min. 23).
Pasaban los minutos y el Barcelona no lograba acercarse en el marcador, pese al acierto de Mirotic en ataque (67-57, min. 28). Al final del tercer cuarto, la ventaja madridista era de siete puntos (71-64, min. 30).
El último cuarto arrancó con muchos nervios en ambos equipos. Errores en el pase y desaciertos de cara al aro fueron la tónica habitual. Como consecuencia, en dos minutos y medio, solo se había anotado una canasta (75-64, min. 33). Hasta que otro de los desaparecidos culés, Higgins, aparecía en el partido cuando más lo necesitaba su equipo, anotando cuatro puntos y evitando que el conjunto madridista se fuese de nuevo en el marcador (75-68, min. 35). Pero un triple de Randolph provocaría el enésimo tiempo muerto y la correspondiente bronca de Pesic (78-68, min. 36).
Con el Facu ya de vuelta en cancha, el Real Madrid ganaría en fluidez en ataque (82-71, min. 38). Un taponazo de Tavares sobre Mirotic hacía estallar al público que abarrotaba el Palacio. El Real Madrid tenía la victoria en sus manos. Otro espectacular tapón del pivot caboverdiano, esta vez sobre Higgins, volvía a crispar a un conjunto culé totalmente superado.
Al final, victoria madridista en el primer Clásico europeo de la temporada y un tremendo chute de autoestima necesario para un equipo que no ha empezado de la mejor manera en Europa (86-76). Hala Madrid.
Texto: @Bricepinkfloyd
Foto: El Mundo