#Euroleague | El Buducnost no fue rival para el Real Madrid (89-55)
Victoria plácida del Real Madrid Baloncesto en el WiZink Center ante la cenicienta de la competición. Anthony Randolph, Jeff Taylor y Edy Tavares fueron los más destacados de un encuentro sin historia.
Pablo Laso apostó por un quinteto inicial formado por LLull, Causeur, Taylor, Randolph y Tavares. Ambos equipos entraron muy enchufados al encuentro. Los ataques se imponían claramente a las defensas durante los primeros tres minutos de juego. Un par de triples, de Randolph y Causeur, dos tiros libres de Llull y una canasta de Tavares bajo el aro, fueron los primeros puntos encestados por el conjunto blanco.
Poco a poco el conjunto madridista incrementó su intensidad defensiva, construyendo su fortaleza desde la zona con un Edy Tavares intimidando, taponando y dominando absolutamente el rebote (6 rebotes y 1 tapón en el primer cuarto), llegando al primer tiempo muerto del encuentro con una ligera ventaja en el marcador (10-6, min. 5). Pero lejos de bajar los brazos, los montenegrinos cambiaron de estrategia: abandonaron el lanzamiento exterior y apostaron, con acierto, por penetraciones y jugadas al poste. Con un 2+1 de Gordic, el equipo visitante dejaba bien claro que esto no iba a ser un paseo militar para el Real Madrid (14-13, min. 8).
Una espectacular jugada de Randolph, penetrando enérgicamente desde línea de fondo, que levantó a sus aficionados del asiento, un pick n roll bien jugado entre Llull y Ayón, y una penetración del menorquín sobre la bocina, propiciaron el último arreón blanco antes de finalizar los primeros diez minutos de juego (21-15, min. 10).
En el segundo cuarto, y con la entrada de Campazzo, Rudy, Carroll y Felipe, la intensidad defensiva todavía se incrementaría más. Con un par canastas de Felipe bajo tablero y un triplazo de Campazzo, la ventaja madridista se incrementaría hasta los trece puntos (30-17, min. 13). La actitud e intensidad de los montenegrinos en ambos lados de la pista no lograba ocultar sus carencias técnicas, con varias pérdidas absurdas en ataque, fruto de la presión merengue. Por aspectos como este, o el 0/9 en T3 durante esta primera mitad, para muchos, son el equipo más flojo de toda la competición. Solamente Clarke o viejos conocidos de la liga ACB, Edwin Jackson y Alen Omic, lograban anotar.
Al descanso, y gracias a dos triples de Rudy, una bombita de Carroll y una canasta al poste de Deck, el Real Madrid lograba mantener su ventaja en el marcador (44-31, min. 20).
Tras el paso por vestuarios, la tónica del partido no cambió demasiado. La ventaja se incrementó y el partido parecía que iba a tener muy poca historia. Con un triple de Llull, el Real Madrid situaba la diferencia en los 23 puntos (54-31, min. 24). El conjunto blanco controlaba todas las facetas del juego, el resultado no daba la sensación de peligrar de aquí al final del encuentro, pese a bajar la intensidad competitiva. Y Laso optó por darle minutos en pista a una de las últimas incorporaciones: Prepelic.
Pese a las constantes indicaciones del técnico visitante, cuyo look nos recuerda a una versión balcánica de Jack Nicholson, el empuje del Buducnost en pista empequeñecía con el paso de los minutos ante el talento y el oficio merengue (63-38, min. 28). Randolph, Llull, Prepelic, Ayón y Taylor en pista. Casi nada. A final del tercer cuarto, el luminoso reflejaba la tremenda superioridad blanca en el encuentro de hoy (65-44, min. 30).
Los últimos diez minutos de encuentro fueron un mero trámite. Con la victoria en el bolsillo, Laso repartió los minutos y no sobrecargó a ninguno de los pesos pesados del equipo. Los montenegrinos, en lugar de aprovechar la oportunidad de maquillar el resultado, siguieron desplegando su particular festival de pérdidas y errores impropios de la máxima competición europea de clubes. Con un 2+1 de Prepelic, todos los jugadores madridistas que salieron a pista en el partido habían anotado.
En tiempos convulsos futbolísticamente hablando, da gusto observar como el equipo de Laso mantiene intacta la profesionalidad y el hambre por ganar, independientemente del rival, incluso cuando el oponente es la cenicienta de la competición.
Al final, 89-55. No hubo rival. Victoria madridista, que se mantiene invicto en la fase regular de la Euroliga, y se sitúa líder provisional de la competición, con 4 victorias, a la espera de lo que haga el CSKA de Moscú en su partido de mañana.
Texto: Brais Iglesias Castro
Foto: Euroliga