¿Está el Real Madrid en crisis?
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El Real Madrid se dejó dos puntos en su visita a Son Moix. En el debut liguero de los de Ancelotti, se produjo el primer pinchazo de la temporada. ¿Qué sucedió?
El Real Madrid llegaba a Mallorca con la resaca del primer título de la temporada. Además, con la sensación de haber convencido en cuanto a la disposición y el reparto de espacios de sus futbolistas.
Esto fue lo que hizo que el técnico italiano utilizase el mismo 11 que en Varsovia. Seguramente, para alimentar y fortalecer las sinergias que ya habían comenzado a dar sus frutos.
En la primera parte, el conjunto blanco dominó el partido y se adelantó en el marcador con un golazo de Rodrygo. El brasileño necesitaba una acción como esa tras todos los rumores que ha despertado su situación desde la llegada de Mbappé y sus declaraciones. Parece haber quedado relegado a un segundo plano, pero Ancelotti y su staff siguen confiando en la calidad diferencial del 11 brasileño. No tardó en darles la razón.
A través del resultado, el equipo se soltó y todo parecía funcionar a las mil maravillas. Generaron ocasiones y encerraron al Mallorca, pudiendo haberse marchado al descanso con un resultado más abultado. Sin embargo, los de Arrasate ya avisaron en el tramo final del primer acto que no arrojarían la toalla tan rápido y prometían pelea en la segunda parte.
En el túnel de vestuario, antes de salir para disputar el segundo tiempo, Jude Bellingham, pedía a sus compañeros Kylian, Vinicius y Rodrigo que terminasen las jugadas porque «el retorno era demasiado duro». Algo con lo que todos se mostraron conformes.
Sin embargo, la actitud del segundo tiempo cambió. El partido se desarrolló en el contexto en el que el conjunto balear mejor compite. Disputas de balón, intensidad, correcalles, lucha física… Y en ese escenario, se necesita aumentar las revoluciones y bajar al barro. Eso es precisamente lo que le faltó al equipo, que antes de que se diesen cuenta, vieron como Muriqi empataba el partido a la salida de un corner.
Después del 1-1, como señaló Ancelotti en rueda de prensa, al equipo le faltó actitud, ganas e intensidad. Se vieron superados por un Mallorca que fue creciendo en el partido a través de su confianza en el plan de Jagoba, en el cual la pelea y la intensidad es innegociable. Así pues, desaparecieron las combinaciones ofensivas de la primera parte, la presión dejo de existir, el partido se rompió y el Real Madrid pudo hasta perder el partido.
Ancelotti pareció contagiarse de la inoperancia de su equipo e introdujo los cambios demasiado tarde. El partido pedía revolución con Brahim y Arda, quién sabe si con Endrick. El primer cambio fue Modric por Tchouaméni y la sensación fue que sin el francés, el equipo se rompió aún más y no pudieron recuperar el control del balón, que era lo que buscaba con ese cambio.
El partido finalizó con el 1-1 y con un punto que sabe a derrota. La decepción de Ancelotti fue palpable en rueda de prensa, que dejó el primer toque de atención a sus pupilos.
Después de todo esto, muchas conclusiones en redes sociales, demasiados análisis alarmistas y la sensación de haber entrado en «crisis» por un empate en agosto. En el Real Madrid solo vale ganar y por si los nuevos no lo sabían, ya se lo pueden imaginar.
La sensación es que el equipo, aunque ha mostrado brotes verdes, tiene cosas que ajustar. Es difícil encontrar un plan de juego bien definido con una pretemporada en la que la plantilla al completo lleva algo más de dos semanas trabajando. También cuando, una futbolista tan importante en el peso de los partidos como Toni Kroos, se ha marchado.
El Real Madrid ha construido un equipo espectacular, pero necesitan tener minutos, entrenamientos y encontrarse en el campo. Este toque de atención es un aviso de que, a pesar de la calidad individual y colectiva, se necesita hambre y trabajo para conseguir los resultados. La camiseta y el escudo son símbolos que tienen mucho peso, pero no ganan partidos por si solos.
Lo bueno del fútbol moderno es que las revanchas llegan rápido. El domingo a las 17:00 el Real Madrid volverá al Santiago Bernabéu con la misión de ganar y convencer que lo sucedido en Mallorca fue un accidente del que aprender.