Entrevista Pedja Mijatovic | «Al volver a Madrid me sentía como el Mariscal Tito en los setenta en Yugoslavia»

28 junio 2024 - 11:00
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Real Madrid

En el Real Madrid hay personajes que han trascendido de su propia época y siempre serán recordados por las generaciones venideras por momentos icónicos de la historia del club blanco. Pedja Mijatovic, mítico delantero yugoslavo del Real Madrid en la década de los noventa, siempre será recordado como “el héroe de la Séptima”, el jugador que anotó el gol que cambió para siempre la historia contemporánea del equipo de fútbol más grande de la historia.

Más de veinticinco años después de aquel histórico momento, Mijatovic atiende a madridistaReal y rememora aquella mágica noche para el madridismo.

¿Cómo fueron tus inicios en el mundo del fútbol? ¿Cómo era vivir en Titogrado, ahora Podgorica, en los años ochenta?

Empecé como todos los niños con la ilusión de ser futbolista y jugando con mis amigos en el barrio. Poco a poco destaco y empiezo a jugar en el equipo de mi pueblo. Ahí avancé muy rápido: cuando era infantil yo ya jugaba en una categoría superior, y así sucesivamente. Nunca pensé que fuese a ser futbolista profesional, es un camino muy largo y complicado, pero cuando me fui acercando a la mayoría de edad me di cuenta que a lo mejor si podía conseguirlo. Firmé mi primer contrato profesional en un equipo que se llama Budućnost, equipo de Titogrado (actualmente Podgorica), y ahí empieza todo.

Probablemente tu primer escaparate a nivel internacional fue el Mundial sub-20 que ganaste con Yugoslavia en 1987. En aquel equipo compartías vestuario con gente como Suker, Boban, Jarni o Prosinečki…

Teníamos dieciocho años, éramos muy jóvenes, con ganas de hacer cosas importantes y triunfar. Ha sido una estupenda generación, repleta de gran talento sobre todo, y aquello fue nuestro primer escaparate internacional, donde partíamos de Belgrado como alguien que seguramente volvería rápido y luego resulta que nos quedamos hasta la final y ganamos el Mundial, que ha sido el mayor éxito del fútbol yugoslavo en toda su historia.

Fuimos allí totalmente desconocidos y volvimos veinticinco días después como auténticos héroes. Ahí empieza la carrera de todos nosotros y la gente se dio cuenta que había una generación importante, y que había que prestarle un poquito más de atención. Después del Mundial y como campeones del mundo, en nuestros clubes ya teníamos otro trato. Fue un exitazo y una muy buena carta de presentación.

Compartiste selección con croatas, bosnios, serbios, etc. ¿Cómo te afectó el conflicto de los Balcanes a nivel personal y deportivo?

La Guerra de Yugoslavia y todo lo que pasó después nos afectó a todos. Como país unido vivíamos en un ambiente de respeto y amistad. No importaba si eras croata, serbio o montenegrino. Éramos yugoslavos todos. Pero luego ya con el nacionalismo y con todo lo que ha pasado en los años noventa, pues ya empezamos a tener problemas, no tanto entre los deportistas sino entre la gente normal.

“En los noventa jugaba en el Madrid con Davor Suker, éramos compañeros de habitación y nunca hemos tenido ningún problema”

Pedja Mijatovic

Nacionalismos y religiones conviviendo en un territorio muy pequeño, eso desencadenó en una guerra muy desagradable, algo que no le deseo vivir a nadie. Y ahí ya empecé a coger mi postura. Yo, como montenegrino, pues estaba junto con los serbios diciendo “que les pasa a estos croatas”, y ellos también pensarían “qué les pasa a estos serbios”. Pero yo personalmente y mucha gente que conocía en el mundo del fútbol, nunca hemos tenido ningún problema. En los noventa jugaba en el Madrid con Davor Suker, éramos compañeros de habitación y nunca hemos tenido ningún problema.

Luego por otra parte hubo mucha manipulación periodística; con algunas declaraciones que hacía gente que no conocía muy bien las culturas de los países de los Balcanes, cosas que pasan a día de hoy también. La propaganda…

En las filas del Partizan de Belgrado te consolidaste definitivamente como uno de los delanteros más prometedores del panorama europeo, ¿cómo era la rivalidad con el Estrella Roja?

Era igual como hoy en día. El fútbol no conoce de ningún límite. La gente suele cambiar de compañía telefónica, de pareja o de ropa, pero nunca cambia los colores de su equipo. Si eres madridista, lo eres desde el minuto 1 hasta el minuto 90. Y eso ocurre igual allí. Entonces con todos los problemas que estábamos teniendo en nuestro país, cuando se acercaban los partidos de fútbol, pues parecía todo normal, ¿no?… Y evidentemente la rivalidad de un derbi entre Partizan y Estrella Roja es incluso más que un Real Madrid vs Atlético de Madrid. Fútbol entre dos equipos grandes.

A mí se me daba muy bien jugar esos grandes partidos. Yo tenía más problemas cuando el campo no estaba lleno y el ambiente era más frío, pero jugar en ambientes calientes, campos llenos y con mucha presión, a mí me encantaba.

“Jugar en ambientes calientes, campos llenos y con mucha presión, a mí me encantaba”

Pedja Mijatovic

En el verano de 1996 eres uno de los fichajes estrella del nuevo Real Madrid de Fabio Capello, siendo el fichaje más caro de la historia del fútbol español. ¿Cómo recuerdas aquellas negociaciones con el Real Madrid?

Como sabes muy bien, mi salida de Valencia ha sido muy turbulenta. En un momento determinado, por no tener la experiencia suficiente, en una Asociación de Peñas del Valencia, cometo el error de decir que no me iba a marchar. Entonces pocos meses después llegan muchas ofertas, entre otras la del Real Madrid, que a mí evidentemente me ilusiona mucho y tomo la decisión de marcharme.

“Se entera Jose María García, le chivan que ya soy jugador del Real Madrid y ahí empiezan mis problemas en Valencia”

Pedja Mijatovic

Todo ha sido muy rápido, de verdad. Llegó el vicepresidente Nacho Silva, firmamos en un papel un precontrato, llamamos a Lorenzo Sanz, todo bien, y luego mucha presión porque se entera Jose María García, le chivan que ya soy jugador del Real Madrid y ahí empiezan mis problemas en Valencia. De tanto amor a tanto odio de un día para otro. Y eso no es fácil de llevar. Y luego mucha presión porque era el traspaso más alto en la historia del fútbol español con el pago de una cláusula de rescisión tan alta.

En tu primera temporada el equipo gana la Liga de manera brillante bajo la dirección de Fabio Capello. ¿El italiano era un entrenador tan exigente como se decía?

Fabio era exigente, eso sí que es cierto, pero lo que pasó en aquellos años cuando llegó al Madrid es que trajo muchas novedades del fútbol italiano que en España todavía no habían llegado. Por ejemplo, la obsesión con la comida, mucho entrenamiento táctico, sesiones de vídeos muy cortitos del equipo contrario sin ver ningún gol, solo temas tácticos… Por otro lado, entrenamientos muy duros, por ejemplo viene y te prohíbe jugar el rondo, que incluso hoy en día muchos equipos lo hacen. Es el Madrid y lo tienes que aceptar. No hay rondo, pues no hay rondo. Pero luego te das cuenta que estás haciendo algo que realmente es bueno y de otro nivel. Estás avanzando, aprendiendo, y eso es muy bueno.

En la temporada 1997-1998, con Jupp Heynckes en el banquillo, el equipo se hunde y no compite nada bien en Liga. Sin embargo, en Champions ofrecía su mejor versión. ¿Por qué?

Jupp Heynckes era todo lo contrario a Fabio. Te dejaba un poco más de libertad a la hora de desarrollar tu propia creatividad, sobre todo si eras delantero. Él también tenía sus cosas tácticas, evidentemente, pero era otro trato, más como un amigo o compañero que realmente un entrenador exigente y pesado. Y eso no resultó muy bueno para la Liga, porque nosotros ya habíamos sido campeones el año anterior, pero luego en la Champions supo manejar muy bien todas las emociones. Cuando las cosas no iban bien, te daba algún consejo, porque ha sido un gran jugador y con esa mentalidad alemana de no rendirse nunca y que el partido dura 90 minutos más la prórroga. Son cosas que quizás no piensas demasiado durante los entrenamientos pero luego cuando llega el partido al minuto 89, ya sabes que en los próximos minutos puedes marcar, ¿por qué no?.

Yo le tengo mucho aprecio a Jupp. Lo ha demostrado no sólo en el Real Madrid sino que en donde ha trabajado siempre ha conseguido éxitos y ha sido muy querido. Fue todo lo contrario a Fabio pero con su encanto también.

Cuando llegas al Madrid el equipo llevaba más de 30 años sin ganar una Copa de Europa. ¿De qué manera sentíais esa presión por parte de club, prensa y aficionados?

La verdad es que no sentíamos ninguna presión porque no se hablaba nada de esto. Yo me acuerdo muy bien en mi llegada al club y luego en mi renovación de contrato que entonces podías poner bonus o primas extra personales: por ejemplo, si ganamos la Liga aparte de la prima colectiva, pues tú puedes negociar tu prima personal. Entonces siempre se hablaba si ganábamos la Liga, la Copa o la Supercopa, pero nunca se te ocurría decir “y qué pasa si ganamos la Champions?”.

“Era un tema tabú. Se llevaba 32 años sin ganarla, con tantas generaciones muy buenas, sobre todo la Quinta del Buitre, y ahora tú piensas que vas a venir y la vas a ganar”

Pedja Mijatovic

Era un tema tabú. Se llevaba 32 años sin ganarla, con tantas generaciones muy buenas, sobre todo la Quinta del Buitre, y ahora tú piensas que vas a venir y la vas a ganar. “Chaval, por favor…”. Pero, fíjate como es la vida, me acuerdo en mi renovación de contrato con Lorenzo Sanz y Juan Onieva, cuando terminamos y nos levantamos de la mesa, les dije “¿y la Champions? Hay alguna prima de Champions?”. Y me miraron los dos como si fuera un loco. Y me preguntaron “¿qué es lo que quieres?”, yo dije tanto y me contestaron “pues vale, vamos”. Como diciéndome, te podemos prometer incluso el Bernabéu porque como no lo vas a ganar pues no pasa nada. Y resulta que ese mismo año yo marco el gol en la final y ganamos la Séptima. Es increíble. Una anécdota muy divertida.

En Champions os enfrentáis en cuartos y semis a dos equipos alemanes, el Bayer Leverkusen y el Borussia Dortmund. ¿Cómo recuerdas aquellas eliminatorias?

Lo primero que me acuerdo es lo de la portería y todo lo que ha pasado. Madre mía. Ha sido mucha presión…

En estas eliminatorias de cuartos y semis la experiencia y el conocimiento de Jupp Heynckes sobre el fútbol alemán nos ayudó muchísimo. Tú juegas contra los alemanes y los alemanes son como son. Y quizás puedes preparar muy bien el partido pero a lo mejor se te escapa algo, y como Jupp es alemán y conoce la mentalidad alemana yo creo que eligió, primero, muy buenos onces titulares, y luego, los cambios. También nos colocó muy bien, esperando y no volvernos locos. Aparte de los goles y del episodio de la portería, yo creo que Jupp Heynckes ha jugado un papel muy importante.

Os clasificáis para la final y el rival es la gran Juve de Lippi, Zidane, Del Piero y Deschamps. Nadie os daba como favoritos…

¡Qué va! Éramos todo menos favoritos en aquel partido. Además contra la Juve repleta de grandes futbolistas. Si no me equivoco era la tercera final consecutiva de aquella generación. Ellos eran los amos en Champions y nosotros un equipo grande que llevaba 32 años sin ganar.

“Ellos eran los amos en Champions y nosotros un equipo grande que llevaba 32 años sin ganar”

Pedja Mijatovic

Todos los pronósticos eran a favor de ellos. Nadie daba dos duros por nosotros. Antes de un partido piensas muchas cosas. Haces como una simulación de todo lo que puede pasar. Al final salimos al campo diciendo “vamos, esta es nuestra oportunidad, ¿por qué no?” y cuando ya crees en ti mismo y tienes un buen grupo… Sobre todo cuando tienes calidad futbolística, porque si tú ves a los jugadores que jugaron aquel partido, imagínate. Podemos hablar de grandes futbolistas. A lo mejor no eran Zidane y Del Piero, pero eran Seedorf y Raúl.

Estabas lesionado pero querías jugar

Estaba lesionado pero me daba igual, yo quería jugar, y si se me cae la pierna al final pues no pasa nada, porque juego esta noche y no sé si voy a volver a jugar una final más, y sobre todo con el hecho de llevar 32 años sin ganar esta competición.

“Quería jugar, y si se me cae la pierna al final pues no pasa nada, porque juego esta noche y no sé si voy a volver a jugar una final más”

Pedja Mijatovic

Cuando en el minuto 66 marcas el gol, lo primero que haces es correr hacia el banquillo y abrazarte a Fernando Sanz.

Durante toda aquella Champions no había marcado ningún gol. Incluso marcó Karembeu, que había marcado dos goles en total en su vida… Entonces, a la hora de comer Fernando Sanz estaba en la mesa junto a Guti, Suker, alguien más y yo.  Y de repente me dice, “bueno, hermano, hoy marcarás”. Y yo me preguntaba de dónde venía tanta confianza sabiendo que no había marcado ninguno. “No, no, tengo este feeling…”, me responde. Y yo ahí le prometo que si sucede eso, voy hacia el banquillo y lo celebramos juntos. Y así ha sido. En un momento determinado, después de marcar el gol, me acordé de que le había hecho una promesa y me fui hacia él.

“Después de marcar el gol, me acordé de que le había hecho una promesa y me fui hacia Fernando Sanz”

Pedja Mijatovic

¿Qué le dirías a aquellos que siguen pensando que tu gol fue en fuera de juego?

Pues que lo sigan pensando… ¿Qué más les podemos decir? No ha sido fuera de juego, primero porque se queda Pessotto en la banda y después el rechace viene de parte de Torricelli, un jugador de la Juve. Ahí se rompe el fuera de juego. Pero que sigan pensando… (risas)

Se afirma muchas veces que la celebración de la Séptima en Madrid fue la más multitudinaria en la historia de la capital. ¿Cómo recuerdas aquel recibimiento de la afición?

Varias veces he dicho que son momentos inolvidables. Llegar a Barajas y ver esa marea de gente, desde el aeropuerto hasta la Plaza de Cibeles se veían cordones de personas en la autovía, celebrándolo con nosotros y cantando. Al volver a Madrid me sentía como el Mariscal Tito en los años setenta en Yugoslavia. Además a mí me cantaron esa canción que siempre me cantaban. Era una cosa verdaderamente inolvidable.   

“Al volver a Madrid me sentía como el Mariscal Tito en los años setenta en Yugoslavia”

Pedja Mijatovic

Apenas unos meses después de conquistar la Séptima, la siguiente temporada del Real Madrid fue un fracaso. Con Toshack tu relación no era buena y decidiste irte a final de temporada a la Fiorentina. ¿Te arrepientes de esta decisión?

Marcharme del Real Madrid fue el mayor error que he cometido como futbolista profesional. Ahora siempre digo que aprendí de mi error. Al Real Madrid es difícil llegar, tienes que hacer muchas cosas importantes para llegar, pero marcharte del Real Madrid es muy fácil.

“Marcharme del Real Madrid fue el mayor error que he cometido como futbolista profesional”

Pedja Mijatovic

Yo quise marcharme porque tenía mala relación con Toshack, sabiendo que él tampoco tenía mucho futuro en el club por su forma de ser, pero era joven y no tenía a nadie al lado que me dijera “¿Dónde vas a ir, tonto? Quédate aquí”. Insistí en marcharme y al final ya sabes cómo funciona el Real Madrid. Si no estás contento aquí, te abre la puerta, trae la pasta que necesitamos y hasta luego. Evidentemente cometí un error. Al poco de pasar un mes de mi salida, ya empiezas a decir “madre mía lo que he hecho”. Pero luego no hay vuelta atrás. 

En 2006 vuelves al Real Madrid, esta vez como director deportivo. ¿Sentiste más o menos presión que cuando fichaste como jugador?

En primer lugar, son dos tareas totalmente distintas. Es muchísimo mejor ser futbolista profesional, evidentemente. Por muchos motivos pero uno en concreto es que la responsabilidad está dividida entre once compañeros más los que entran en el partido, así que tú puedes hacer un mal partido pero tu compañero marca dos goles y ganas. Cuando eres un directivo o director deportivo, todas las decisiones que tomas, a priori, son mal vistas por parte de mucha gente. “¿A quién ha fichado este?”, “¡yo lo haría mejor!”. El fútbol y la política son dos oficios donde todos lo saben hacer todo mejor que tú.

Ahí he sufrido, me tocó hacer un trabajo complicado, me encargué del equipo en una situación deportiva bastante complicada – yo de hecho creo que la más complicada en toda su historia porque llevábamos tres años sin ganar nada – y había que cambiar muchas cosas. Con la mayoría de los jugadores era amigo o había jugado con algunos de ellos, y tomar decisiones con alguien así no es nada fácil pero tienes que tomar las decisiones porque si no las tomas, mañana no estarás.

“Nuestro último trato fue el fichaje de Cristiano Ronaldo, que lo dejamos todo hecho y depositado ante notario”

Pedja Mijatovic

A raíz de eso cada noche tomo una pastilla para el colesterol y muchas otras cosas, pero fue una experiencia inolvidable. Hemos acertado y hemos cometido algún error, pero en definitiva yo creo que hemos hecho un gran trabajo. Cambiamos una generación, ganamos dos Ligas consecutivas y digamos que pusimos cemento en todo lo que después vino. Nuestro último trato fue el fichaje de Cristiano Ronaldo, que lo dejamos todo hecho y depositado ante notario, y luego resultó que acabaría marcando una época en el Real Madrid. Creo que hicimos un buen trabajo, porque pienso también en mi equipo, nunca puedes hacer todo solo.

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Entrevista realizada por Brais Iglesias Castro (@Bricepinkfloyd)

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