El Real Madrid, ¿os lo tengo que volver a recordar?
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El Real Madrid levanta pasiones a la par que despierta el antimadridismo de muchos. Pertenecer al club blanco te prepara para el bombardeo externo
Ser el mejor club de la historia tiene un precio. Un precio que un madridista o cualquier persona que quiera pertenecer a la familia blanca, debe estar dispuesto a pagar.
En los momentos malos, no solo recibirás la crítica de los tuyos, el ruido externo será constante. No bastará con los resultados negativos, ni siquiera en ese momento dejarás de ser el centro de atención.
Pero es que en los momentos buenos, no esperes más elogios que los de los tuyos. Tratarán de menospreciar e infravalorar tus éxitos, lo atribuirán a terceros, inventarán noticias o tratarán de desestabilizarte por todos los medios para que caigas desde la cima.
El proyecto del Real Madrid es el más ambicioso del mundo. Un estadio nuevo, a la vanguardia de todo tipo de detalles, preparado para funcionar las 24 horas del día y convertirse en una fuente de ingresos inagotable. Porque sí, el dinero no cae del cielo a no ser que seas un club estadio o dispongas de Barça Studios.
Junto a ello, el equipo más potente que se recuerda. Una extensión de lo que fue aquel Real Madrid de la BBC, la CMK, Ramos, Marcelo… Aquel equipo de las 3 Champions seguidas de Zidane. Una continuación al proyecto de Carlo Ancelotti que se momento se salda con 6 Champions en 10 años, algo que algunos clubes no consiguen ni en toda su historia.
El Real Madrid ha juntado a los tres mejores futbolistas del mundo: Kylian Mbappé, Vinícius y Jude Bellingham. Tiene futbolistas como Rodrygo, Brahim, Rüdiguer, Militao, Courtois, Camavinga, Carvajal o Valverde que son de los mejores del mundo. Y además de ello, cuenta con proyectos de futuro y presente como Endrick o Arda Güler.
Hay muy pocas plantillas con el potencial del Real Madrid y eso da miedo, a la par que produce aún más animadversión del antimadridismo ante el peligro de otra década de hegemonía blanca.
Por el momento, se apoyan en 4 partidos del mes de agosto para respirar tranquilos. Dos empates (para un equipo que no pierde desde hace un año) han sido motivo de celebración.
Les sirve cualquier gesto del día a día de dos compañeros que juegan al fútbol para asegurar que «el vestuario del Madrid está roto». Tienen tanto pavor, que incluso una simple foto de un futbolista en su cuenta de Instagram, es argumento suficiente para aliviarse. Que triste su existencia.
Si un futbolista del Real Madrid hace unas declaraciones, se tratarán de descontextualizar lo máximo posible para que las masas le señalen y le odien.
En el caso de que las decisiones arbitrales acierten a favor del Real Madrid (aunque cueste) se venderá como el robo del siglo, y en el caso de que le perjudiquen, habrá silencio pues es lo que merece.
Si tu máximo rival se ve envuelto en pagos al antiguo vicepresidente de los árbitros, el club en cuestión se ofenderá por defender tus intereses. El resto de clubes y aficiones se limitarán a decir que sois iguales, incluso siendo el único club en personarse en la causa.
En definitiva, como dijo Mourinho: «Ningún equipo es invencible, todos pierden, pero cuando el Madrid pierde, todos se alegran, porque es el mejor» y añadiría que cuando gana, todos quieren creer que perdió.
Sin embargo, parece que no han aprendido la lección. El Real Madrid necesita retos, demostrar una y otra vez que es el rey y para eso deben poner en duda su trono. Además de la autoexigencia de ganar, el conjunto blanco se crece ante el odio ajeno. No hay nada que disfrute más el Real Madrid que quitar la razón a aquellos que creen tenerla.
Los peores resultados se dan cuando el equipo se relaja y todo el mundo coincide en que son los mejores. Porque ahí no hay reto, solo obviedad y en esa plácida cama que es el halago, el equipo se duerme.
Es el antimadridismo y el superar lo límites de lo imposible, lo que hace que el Real Madrid se levanté con hambre y los ojos inyectados en sangre. Sobran los motivos para tener la obligación de como dijo Florentino «recordar quién es el Real Madrid».
Vais a leer, escuchar y observar muchas cosas. Plantearos quién las dice y con qué fin. Lo nuestro está en exigirle a los nuestros el máximo, dejarse la piel y el alma por esa camiseta y no dormirse en el halago, sin perderse en la crítica.
El Real Madrid se enfrenta al mismo reto una vez más, que no es otro que, solo contra todos, recordar quien manda en el fútbol mundial.