Opinión | El Real Madrid, en el punto de mira

12 marzo 2025 - 17:30
El Real Madrid, y Kylian Mbappé, están en el punto de mira.

Angel Martinez/Getty Images

El Real Madrid suele protagonizar mucha de la rumorología que envuelve al mundo del fútbol. En esta temporada no iba a ser menos

Ser el club más grande de la historia del fútbol y, seguramente, del deporte, tiene muchas contrapartidas. La principal es que al estar en boca de todos y con el foco permanentemente iluminándote, es difícil discernir la realidad de la fantasía.

No hablo de la crítica, lo cual es pertinente y hasta necesario para buscar volver al camino del éxito. Sin embargo, en el caso del Real Madrid la autoexigencia es tan grande, que la mayor critica es la propia. Y esa es la única explicación de que un club se mantenga en la cúspide de manera firme y a pesar de todo.

Escribía en relación a todo aquello que genera demasiado ruido, más allá de lo que tenga de transcendental, de futbolístico o de real.

A veces resulta inevitable que el madridista sienta que se habla demasiado del Real Madrid y no siempre con la mejor intención. Incluso a veces, es fácil que entre tanto ruido, el madridista pueda perderse.

No es extraño que ante la culminación de otro gran proyecto, en unos de los momentos más exitosos del club, las voces disidentes intenten equilibrar la balanza. Aunque es fácil adivinar que no existe una culminación, si no una continuidad de algo que comenzó hace mucho tiempo y que de manera natural se ha generado un relevo que permite mantener la excelencia.

La gestión del club tras el periodo de pandemia, el cual coincidió con el relevo generacional de una de las generaciones doradas del club, ha sido brillante. Muchos pensaron que sería el momento en el que el Real Madrid caería, pero lejos de eso, solo ha seguido creciendo.

A la espera de Mbappé, el equipo ha traído a los mejores futbolistas jóvenes del mundo, que se han formado y han crecido en el día a día del Real Madrid. Ahora son ídolos y en la espera, han caído dos Champions. Por no hablar de las 6 Champions en 10 años.

Es tal la desesperación, que intentaron convertir a Mbappé en un problema. Como si fuese un castigo ficharle a coste 0. Como si traer a uno de los mejores futbolistas del planeta fuese un error en lugar de una bendición. Iba a ser una nota discordante en el vestuario por su ego, además chocaría con Vinícius porque compartían posición y por sus intereses individuales. Después fue su rendimiento, que a día de hoy siguen cuestionado tras 29 goles.

Después fue Vinícius quien desde que llegó al Real Madrid ha sido el objetivo de todas las críticas. Primero se rieron de él, después comenzaron a sufrirle y para entonces ya solo podían difamarle. Su no balón de oro fue motivo de mofa y nuevamente una ambición que supondría un conflicto con el francés. Además, se ha vuelto a dudar de su rendimiento, cuando sus números vuelven a ser de top mundial. Y por último aquello de que la oferta de Arabia le tenía despistado.

Si no era Mbappé o Vinícius, también podía tocarle a Rodrygo de quien han dicho que estaba escuchando ofertas y que se quería marchar. Y si ninguno de los tres era suficiente, podían criticar a Bellingham por su actitud en el terreno de juego o su mala sintonía con los otros tres.

Cuando Tchouaméni ha jugado mal han salido rumores sobre posibles ofertas y una salida en verano. Sin embargo, cuando Aurélien ha recuperado el tono futbolístico el que sobra ahora es Camavinga que ya tiene pie y medio fuera del Real Madrid por un momento bajo de forma.

El Real Madrid debe ser el único equipo de fútbol que tiene un problema por el hecho de tener a los mejores jugadores del mundo. Irónico.

Y si todo esto falla, siempre está el recurso de los conciertos.

Ocupar el trono futbolístico hace que todos quieran ver caer al rey cueste lo que cueste. Debe ser frustrante pensar que ese momento va a llegar y que el final siempre sea el mismo. Es como la fábula de aquel pastor que insistente avisaba aquello de que viene el lobo.

El Real Madrid acepta el reto de enfrentarse a todo y a todos. La autoexigencia de superarse es la que marca el camino. A pesar de todo lo que ello supone para sí y sus futbolistas, por eso este club es para los elegidos. ¿Lo más importante? El partido de esta noche. ¿Lo de fuera? mucho ruido, pocas nueces.

Escribir es mi pasión y el fútbol una religión en la que el Real Madrid es lo más sagrado. Soy de los que piensa que si el Real Madrid no existiese habría que inventarlo. Escribo con el corazón, que es donde tengo cosido el escudo del Real Madrid y si me pinchan sangro blanco porque me corre por las venas. Madridista Real es el rincón en el que pongo palabras a todo lo que el Real Madrid me hace sentir. Os invito a compartir conmigo este espacio al que yo llamaría hogar.

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