El Real Madrid echa el candado
Helios de la Rubia/Real Madrid
La renovación de Militao vuelve a corroborar el blindaje del club blanco hacia sus diamantes
El Madrid se mueve siempre bajo un ‘modus operandi’ muy claro: firmar a jugadores recién salidos de la cáscara para ir conformando un plantel prometedor de cara al futuro. Puede haber excepciones, por simple capricho o necesidades puras del mercado, pero la directriz que maneja Florentino Pérez y José Ángel Sánchez lleva años dando buenos frutos.
La última renovación en darse cita ha sido la de Militao esta misma mañana. Pese a que su contrato tocaba fondo en 2025, la entidad madridista ha preferido blindar a su defensa central hasta 2028. Una muestra más de que el talento joven adquiere galones con el transcurso de las temporadas.
Eder Militao pisó la capital de España con apenas 21 años, después de que el Real Madrid depositara 50 millones en las arcas del Oporto. Y desde ese momento la carrera del brasileño ha ido ‘in crescendo’, convirtiéndose en un pilar clave para Carlo Ancelotti, pieza que tanto está adoleciendo el equipo tras esa fatídica lesión del ligamento cruzado en Bilbao (se espera su retorno a partir de marzo).
Por Valdebebas están acostumbrados a las tormentas de llamadas que reciben día tras día preguntando por sus estrellas. Ya pulidas, aunque aún con mucho margen de mejora. Ante eso, la única manera de dar el carpetazo definitivo es consolidando las renovaciones, todas ellas con miramientos al presente más cercano y al futuro.
Cerrojazo definitivo
Solo en unas semanas se han estampado cuatro firmas de suma magnitud: Vinicius (2027), Rodrygo (2028), Camavinga (2029) y Valverde (2029). Y antes se obtuvo la de Tchouaméni, también hasta 2028; mientras que Bellingham cerrará su vínculo -si así quiere- una vez se haya adentrado el 2029.
Cierto es que en el fútbol prima lo inmediato, y es que, todo lo lejano tiende a desdibujarse en cuanto se encadenan un par de traspiés, o si los títulos escasean. Pero, al mismo tiempo, la hoja de ruta marca como primordial las situaciones venideras. Ahí el Real Madrid se mueve como pez en el agua y así lo ha demostrado con los últimos movimientos, no solo en forma de continuidades sino también a la hora de hacer recalar a prodigios emergentes: Arda Güler, Endrick… Sin olvidar que en La Fábrica seguirán formándose talentos de mucho calado.
La fórmula aplicada a los que no encuentran hueco en la primera plantilla madridista, ya sea Arribas e incluso Rafa Marín, no es otra que la de ejecutar la cesión. Primordialmente a un equipo de la liga española para mantener al jugador con lupa y, así, dar brillo a aquellos que en el Bernabéu no harían más que visionar los partidos desde el banquillo. Es, sin duda, otra manera de asegurarse el arsenal.