El Real Madrid calienta motores y apaga las alarmas
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El Real Madrid venció 2-0 al Betis. Un partido que, tras los resultados cosechados en liga, se convirtió en una final el primer día de septiembre
La temporada del Real Madrid se esperaba con tantas ganas que al final se terminó convirtiendo en ansiedad. La llegada de Mbappé y el equipo que ha conseguido formar el club blanco, hizo que se esperase este inicio de temporada como agua de mayo. Sin embargo, el inicio de la temporada nos trajo la sequía de septiembre.
El inicio de liga antes del primer parón de selecciones se ha saldado con 2 victorias y 2 empates. Esto se traduce en 8 puntos que son 4 menos de los 12 que ha conseguido el Barça.
Las sensaciones no han sido buenas. El equipo ha mezclado tramos de buen fútbol y otros tantos de incomprensible desconexión con el juego. El tropiezo en el debut liguero contra el Mallorca fue el primer aviso, pero tras empatar en Las Palmas se encendieron todas las alarmas.
La actualidad y la afición del club entró en un estado de emergencia por el cual, viendo el juego y los resultados del Barça, el partido contra el Betis era la segunda final en lo que va de temporada.
Durante los primeros partidos se ha observado que el equipo aún tiene margen de mejora. Lo cual no resulta extraño, pues el equipo titular prácticamente no ha tenido más pretemporada que el inicio de liga y la final de la Supercopa.
Los futbolistas son élite, pero la magia no existe. Todo gran proyecto en el que se incluye una figura como Mbappé que viene acompañada de la despedida de una leyenda como Kroos, precisa de un tiempo de adaptación. Y es que el fútbol es sencillo, pero no tanto como todos creen.
El Real Madrid no juega con un esquema definido. Ancelotti opta por la ocupación de espacios y la permuta constante entre sus jugadores en la búsqueda constante de la movilidad. Hoy en día ser imprevisible es la única opción para desatascar partidos. Eso requiere de automatismos y de la conexión de los futbolistas, algo que solo se puede conseguir con los entrenamientos y el juego.
Indudablemente, la llegada de Kylian y la ausencia de Kroos modifican la forma de jugar del equipo. No me refiero al dibujo (que también) si no las zonas de influencia de cada futbolista en las que deben ser decisivos. Todo ello necesita de un periodo de adaptación.
El mejor momento para adquirir estos automatismos y estas conexiones con los compañeros, es la pretemporada. Partidos intrascendentes, en los que el resultado es lo de menos. Sin embargo, todo se complica cuando estás sinergias deben producirse con la temporada ya comenzada. La obligación de tener que ganar aumenta la presión por alcanzar el éxito en algo que es mucho más complejo que colocar las fichas en un tablero.
Si en estos primeros partidos consigues los puntos, no hay problema. Sin embargo, cuando obtienes resultados negativos, todo se tuerce. Y entonces aparece la ansiedad.
Eso es lo que hemos visto en ciertos momentos. Jugadores fallando pases fáciles, espesos, errando controles sencillos, con conducciones erráticas o lejos del nivel que de todos es sabido que atesoran. Esto se nota aún más en futbolistas con mayor nivel.
Los dos ejemplos claros han sido Mbappé y Vinícius. Ambos a pesar de contribuir al equipo, se les ha podido ver incómodos por momentos y sin la influencia que se les presupone en otros. Se buscan, pero no siempre se encuentran. Pero es normal, se están conociendo y están en ese momento de adaptación.
La necesidad de agradar y conseguir resultados provoca esa ansiedad de cara al gol. Hemos visto a Mbappé fallar goles que más adelante acabará metiendo. Todo tiene que ver con el proceso.
Muchos han decidido señalar y matar a dos de los mejores futbolistas del mundo, sin embargo, ayer ya dejaron su sello en la victoria madridista. Si en el peor momento de la temporada hacen esto, que no harán en el mejor.
Así lo destacó Kylian frente a los medios de comunicación tras el partido:
La presión es habitual en el Real Madrid. La exigencia es máxima y no es una frase hecha que Florentino repita en sus discursos por gusto, si no que es una de las características de este club. No así tanto la ansiedad.
Ayer, el Real Madrid se sacudió la ansiedad. Kylian Mbappé anotó su primer doblete en su nueva casa y Vinícius volvió a ser el jugador desequilibrante al que nos tiene acostumbrados. El Real Madrid parece haber despertado junto a sus dos estrellas y ayer quiso dejar claro que ya está aquí.
El parón llega en un buen momento a la espera de recuperar efectivos. Se espera que tanto Jude Bellingham, como Camavinga y ahora Ceballos, puedan avanzar en sus procesos de recuperación. También Alaba, que ya comienza a pisar césped.
Vencer ayer, sirvió para sacudirse la presión y marcharse al parón con clima de anticiclón. Tras el mismo, una prueba difícil frente a una Real Sociedad que tampoco ha empezado con las mejores sensaciones, pero que buscará mejorar frente al Real Madrid en el Reale Arena. Los de Ancelotti querrán cosechar su primera victoria lejos de casa.
Tras este inicio extraño de liga, el Real Madrid comienza a despegar. Ahora su afición espera el 14 de septiembre para disfrutar del equipo. Ya queda menos para lograr el pleno rendimiento.