¿El Juvenil A y el Juvenil C juegan de acuerdo al modelo? por Dani Benavides
Durante años la crítica periodística ha sostenido la tesis de que el Real Madrid era pura improvisación, de que carecía de una planificación deportiva, de un modelo. No traeré a colación lo que piensan los técnicos del club de todos los osados que han cuestionado el trabajo que se realiza desde el fútbol base y que sigue un patrón definido, reconocible.
Prefiero ser positivo y pensar que todos los analistas intransigentes han decidido asomarse por el fútbol de cantera. A lo mejor se han detenido a contemplar las evoluciones de equipos como el Juvenil A de Guti y el Juvenil C de Álvaro Benito y, por ende, han advertido su error primitivo.
No me cabe ninguna duda, el Real Madrid como Club “sabe a lo que juega”. Precisamente el Juvenil A y el Juvenil C lo ilustran, guardan hasta cierto parentesco. Dos equipos dirigidos por dos futbolistas que rebosaban talento que se les recuerda con admiración y que, por encima de todo, como entrenadores, son capaces de inculcar la obligatoriedad del esfuerzo y de la continuidad.
Guti y Álvaro han pretendido durante toda la temporada que sus equipos marquen un ritmo alto, que sus defensas pisen sin remordimiento el campo contrario en ataque, que arriesguen en la anticipación y que se empleen con fuerza en todas sus acciones. La horizontalidad es un valor a evitar, se pretende un fútbol vertical, en el que la movilidad sin balón y los ofrecimientos y apoyos en corto sean aspectos principales.
Son exigentes. Leen muy bien los partidos. Confían en todo el grupo. Óscar y Baeza nos sugestionan, pero el bloque es el elemento distintivo de ambos. Han ganado la liga con mucha antelación. El Juvenil A en la Youth League y el Juvenil C en distintos torneos internacionales, son capaces de no arrugarse ante rivales más poderosos en lo físico, con futbolistas que ya han conocido categorías superiores. No temen a nadie. Ambos grupos son sólidos. Reina el buen ambiente. No hay celos. Ni espacio para el lucimiento personal. Lo que prima es el colectivo.
Martín Calderon o Algarra. Álex Martín o Rafa Parejo son futbolistas indispensables. La salida de balón debe ser limpia desde atrás. Los porteros también juegan y no desentonan en absoluto. Si se animan los contrarios, se vence su presión y no les queda más remedio que replegar.
Laterales muy ofensivos, interiores con gran despliegue y dispuestos a realizar desdoblamientos en defensa, delanteros móviles, cancerberos que podrían ocupar una demarcación como jugador de campo. Todas estas especificidades se dan en ambos equipos. Se defiende con soltura la estrategia del rival. No se claudica cuando se ha de visitar estadios de dimensiones reducidas o con meteorología adversa. Guti y Álvaro confieren a sus chicos destrezas; muchas de ellas tienen que ver con lo mental.
Guti y Álvaro han construido equipos vinculados al modelo. Ese modelo, que existe, y que ejerce de referencia para todos los entrenadores del REAL MADRID está fundamentado en crear un equipo completo que maneje todas las facetas del juego.
Ambos se profesan cariño y respeto. Se felicitan por los éxitos. Se animan. Saben que la temporada está siendo de ensueño. Saben también que en el futuro alguno de sus futbolistas de hoy habrán llegado al primer equipo; y ellos habrán contribuido a ello.