El gran reto de Éder Militao
Éder Militao llegó al Real Madrid en la temporada 2019-2020 como apuesta de futuro, pero es este año cuando realmente tiene la opción de demostrar que es perfecto para el puesto y asentarse como central titular del equipo blanco.
El conjunto merengue, sabedor del gran potencial del brasileño, hizo un gran desembolso hace dos años (nos 50 millones según Transfermark). Ese precisamente no fue su año: apenas jugó 20 partidos y su rol fue bastante secundario, pero todo cambió la pasada temporada, cuando las lesiones de Sergio Ramos le brindaron oportunidades que el central supo aprovechar, con grandes actuaciones como la que tuvo frente al Liverpool en los cuartos de final de la Champions. En esas ocasiones demostró todas sus grandes condiciones como lo son: su velocidad, su agresividad, su contundencia, y su impecable dominio del balón parado tanto en área propia como en área rival. Todo aquello supuso un punto de inflexión en su carrera, se ganó la confianza de todos los madridistas y, por supuesto, la del club, que tras la salida en verano de dos leyendas como Ramos y Varane, solo fichó a David Alaba para suplirles, pues a priori serían el brasileño junto con el austriaco los centrales titulares esta campaña.
Pero a pesar de todo en lo que llevamos de temporada Militao esté siendo un fijo para Ancelloti (ha jugado todos los minutos), tanto su nivel como el del resto del equipo dejan bastante que desear. A este pésimo rendimiento se le pueden buscar causas o excusas dependiendo de por dónde lo mire uno, pero la realidad es que el nivel general tiene que mejorar para poder siquiera recordar al de la temporada pasada.
Ahora el brasileño está concentrado con su selección, que disputa tres partidos en este parón y en la que ya estuvo el pasado verano compitiendo la Copa América y donde también se juega el puesto contra dos centrales de renombre como son Marquinhos y Thiago Silva.
Tras esto, al Real Madrid le viene un calendario complicado incluyendo partidos de Champions y el clásico, donde Militao deberá redimirse para seguir demostrando que su brillantez la pasada temporada no fue algo eventual.
Foto: Gonzalo Arroyo Moreno / Imago