El año de la Undécima, la mejor Euroliga de la historia
Este 2023 nos ha traído una de las mayores hazañas que se recuerdan en el baloncesto Europeo. Puede que no se consiguiera ni la Copa ni la Liga, pero la Euroliga conquistada en Kaunas deja una huella imborrable en la memoria de muchos aficionados, no solo del Madrid, sino del baloncesto.
La decepción copera
Sin embargo, empecemos por las notas agridulces para acabar con lo positivo. La derrota en la Copa del Rey de Badalona ante Unicaja supuso un duro varapalo para el Madrid. Especialmente porque el día de antes había caído el Barça y los blancos eran favoritos en todas las apuestas. Unicaja venció a los dos grandes y se proclamó campeón de la Copa. El equipo merengue salió muy tocado de tierras catalanas.
Chus estaba en el punto de mira y el equipo seguía preocupando cuando se enfrentaba al top 8 de la Euroliga. El Madrid siguió sobreviviendo hasta los meses de los Playoffs de la competición europea. Con más dudas que certezas, el conjunto blanco se mediría al equipo revelación de la temporada, el Partizán de Belgrado. Un equipo completísimo con Kevin Punter como líder, pero con Dante Exum (Ahora haciendo el mejor baloncesto de su carrera en Dallas Mavericks) y Mathias Lessort como aliados.
La muerte y la resurrección
Los dos primeros partidos de la serie ante Partizan fueron desoladores. Dos derrotas seguidas en casa ponían la temporada del Madrid en el alambre. La frustración era palpable y explotó en una infame pelea en el parqué del Palacio de Goya. Los que acudieron ese día al pabellón vieron a un Madrid moribundo que marcharía a Belgrado a recibir la sentencia de muerte y dar por acabada su participación en Euroliga.
Aunque seguramente, la temporada anterior del Madrid en Champions diera razones para la fe, el contexto era hostil. El Madrid se jugaba la vida, y cuando ha pasado eso en otras ocasiones en la historia, el resultado siempre ha sido el mismo. En esos dos partidos en el “infierno”, muchos de las leyendas vivas que tenía en plantilla el cuadro merengue dieron un puñetazo sobre la mesa. Sergio Rodríguez demostró que el escudo que lleva en el pecho otorga superpoderes en los momentos más difíciles. En una muestra de resiliencia y carácter, el Madrid empataba la eliminatoria y se citaba con sus fieles en el Palacio para una noche mágica.
El quinto partido enfrentó al equipo revelación que pensaba que lo tenía todo hecho una semana antes contra algo mucho mayor. Los serbios llegaron a estar 18 puntos arriba en el tercer cuarto, pero el Madrid es inevitable. Una vez más, se rizaba el rizo. Digno de un guión de película, los blancos remontaban y ponían fin a una de las mejores eliminatorias de la historia.
Kaunas fue testigo de la grandeza
El camino a la undécima no fue para nada sencillo, Clásico en semis y el mejor equipo de la temporada en la final. Sin embargo, la eliminatoria ante Partizan había lanzado al Madrid. Nadie podía evitar que los blancos acudieran a su cita con la historia. Edy Tavares se vistió de superhéroe y la defensa madridista asfixió por completo a Mirotic.
En la final ni los 29 puntos de Vezenkov ni los 21 de Canaan pudieron evitar que la grandeza del Madrid atropellara al mejor equipo de la temporada. Los griegos fueron por delante casi todo el partido, pero cometieron el grave error de dejar al Madrid con vida a falta de 10 segundos. El Madrid se encomendó a su capitán, al mejor ejemplo de lo que simbolizan los valores del club y al que le sobra carácter y personalidad para jugarse el último tiro perdiendo de uno y frente a un pívot de 2’20m. Como no podía ser de otra forma, Llull anotó una canasta histórica y le daba al Madrid la undécima copa de Europa.
Final agridulce a la temporada
El Madrid llegaba a los Playoffs de la ACB con la sensación de haber cumplido con los deberes. La final enfrentaba de nuevo a Madrid y Barça y esta vez, los azulgranas demostraron tener más ganas, impulsados por el sentimiento de venganza de la Final Four. El equipo blanco no pudo ganar ni un sólo partido en la serie dejando al Barça coronarse en el WiZink. Un final agridulce para el equipo que había cogido impulso en el infierno de Belgrado para tocar el cielo de Kaunas unas semanas antes.
La pieza que faltaba
Las oficinas del club tuvieron un verano discreto. Ante las salidas de Williams-Goss, Cornelie y Hanga se produjo la vuelta de Facundo Campazzo. Con el argentino todo estaba en su sitio. Su adaptación al equipo fue perfecta y en cuanto comenzó la temporada el Madrid demostró estar en otro escalón. La conquista de la Supercopa por sexta vez consecutiva supuso el pistoletazo de salida a un inicio de ensueño que todavía se mantiene. El Madrid marcha a toda vela jugando el mejor baloncesto de los últimos años. Con un balance de 16 – 1 en Euroliga y 14 – 1 en ACB, las sensaciones son inmaculadas.
Año de reencuentros
Este último trimestre del año nos ha traído muchas emociones, no sólo por el juego de los blancos sino por el regreso a Goya de dos caras muy importantes para todo el madridismo. El primero fue Luka Doncic que llegó a Madrid con sus Dallas Mavericks para disputar un amistoso de pretemporada. Todo el pabellón se volcó con la vuelta de su chico maravilla, que aunque no pudo estar mucho tiempo en pista por molestias, dejó recuerdos inolvidables. El esloveno prometió volver, y confesaba que si volvía a jugar en Europa solo sería en el Madrid, aunque de momento, tiene muchos anillos por ganar en la NBA.
El otro reencuentro fue con Pablo Laso. El técnico llegó al Palacio con el Bayern y se llevó una merecidísima ovación por parte de todo el madridismo, una ovación que provocó que le saltara alguna lágrima. El Madrid se reencontraba con uno de los entrenadores más importantes en la historia de la sección y alguien que levantó al equipo para convertirlo en una de las dinastías más gloriosas que se recuerdan en el baloncesto europeo. Ese agradecimiento fue palpable en su vuelta.
El Madrid afronta un 2024 lleno de retos. El gigante blanco es el rival a vencer rompiendo el récord de 16 a 1 en la primera vuelta de Euroliga y viniendo de conquistar su undécima corona. El conjunto que dirige Chus marcha a velocidad de crucero, esperemos que este nuevo año que entra, traiga las mismas alegrías que el que dejamos atrás.
Foto: Euroleague
