#DesdeLaGrada La Opinión de: @pepo2204 «Clásicos y Decibelios»
De manera similar al título de este texto y cambiando clásicos por plásticos tiene por nombre un programa mítico de la radio española dedicado a la Historia de la música, con más de treinta años de emisiones a sus espaldas. Y este artículo se titula así porque pese a la cantidad de circunstancias especiales que esta vez rodean al partido de mañana en el Camp Nou, no deja de ser en esencia lo que el citado programa en cuestión: un Clásico.
Real Madrid y Barcelona se ven las caras una vez más en un partido que en condiciones normales pararía el Planeta Fútbol. Sin embargo, éstas no son precisamente condiciones normales. O al menos no lo parecen.
Con un equipo blanco cuya máxima aspiración es poder quedar segundo en el campeonato liguero y centrado en alcanzar metas mayores; un hito sólo igualado por sus ancestros en la década de los 50 del siglo pasado cuando la camiseta hacía honor a su nombre libre de mácula alguna. E incluso me atrevería a decir que esa aspiración queda también un tanto aplacada por el hecho de que este año sea el primero en el que segundo, tercer y cuarto clasificado acceden directamente a la fase de grupos de la Copa de Europa. Así que alejado por tanto de toda tensión competitiva de cara al encuentro del domingo en el que visita a un rival ya campeón de la competición a falta de tres jornadas para el final.
Pero dónde está el meollo del «partidito» en cuestión es en la segunda parte del título: los decibelios. El ruido mediático que se ha originado en torno al mismo por ¡Quién podría decirlo! causas ajenas al propio Clásico. El intento por parte de los medios de comunicación de nuestro país, bien secundados por algún que otro entrenador de equipo Premier, de minimizar el indiscutible logro del conjunto de Chamartín de acceder por tercera vez consecutiva a la Final de la Copa de Europa con la comparación planteada – casualmente este año – entre la trascendencia de ganar la irrelevante orejona frente a la todopoderosa Liga, o establecer comparaciones entre la Premier League y el hasta hoy intocable cetro del fútbol mundial a nivel de clubes y la insistencia cansino enfermiza con el tan manido pasillo al campeón, girado en un triple Axel al más puro estilo Javier Fernández para vestirlo ahora con la rocambolesca excusa de homenaje a Iniesta en su despedida del Barça en un intento casi kafkiano de ver postergado al Real Madrid, han hecho que el interés por el partido en sí mismo haya menguado fundamentalmente entre los aficionados Madridistas para los que el Clásico ha pasado a ocupar – por esta vez y sin que sirva de precedente – un lugar secundario. Resulta raro hasta el escribirlo, pero ese pálpito transmite el partido del domingo, que no lo olvidemos es un Barcelona – Real Madrid.
Porque decibelios aparte, un Clásico siempre es y será un Clásico. O debería serlo. Pero hoy no… Mañaaaana.
Texto: @pepo2204
Imagen: realmadrid.com