Dentro de la Copa: Por el bulevar de los ¿sueños rotos?
Antes de nada: empezar una crónica de una Final de la Copa del Rey de la ACB suele exigir hacer una referencia aunque sea breve a la Final de la MiniCopa que suele disputarse la mañana previa al gran partido. Tras lo visto esta mañana en el Centro Insular de Deportes, quizá no estaría de más haber hecho una crónica completa para estos chavales. Los infantiles de CB Canarias y Real Madrid jugaron un estratosférico partido de baloncesto que se llevaron los blancos por 73-83 gracias a un espectacular último cuarto, pero qué bien pudo ganar cualquiera de los dos, porque los tinerfeños llegaron incluso a ir por delante antes de ese último cuarto. Sirvan por tanto estás líneas como homenaje a ambos y en especial al Campeón, el Real Madrid.
Muchos de esos chicos de la MiniCopa sueñan a buen seguro con disfrutar de la vorágine del Título de los profesionales. Partido grande al que llegaba el Madrid soñando con su quinto entorchado consecutivo. Y se encontraba inesperadamente este año con un Barcelona al que alguien definía acertadamente como un zombie; una especie de muerto viviente durante la temporada. Casi deshauciado en la Euroliga, lejos de la cabeza en la Liga pero revivido de la mano de un Pesic que había conseguido el efecto de levantar el ánimo de un grupo de jugadores de calidad incuestionable.
El partido comienza igualado. Con baloncesto del de antes; de pívots, rebote, anotación en la pintura y muchos tiros libres. Lo demuestra el hecho de que el primer y único triple para uno de los dos equipos no llegó hasta el 9:14 Fue Thompkins, el mas acertado del Madrid quién lo hizo. Campazzo con tres pérdidas estaba desconocido pero un Madrid enchufado cerrando el rebote y de nuevo Rudy llevaron al Madrid seis arriba, que pudieron ser ocho de no ser por un gran tapón de Hanga al propio Rudy. Resultado: 21-15 tras este cuarto.
Parecía que la tendencia en las canastas de tres en el partido cambiaría tras un rápido parcial de 0-5 para el Barça – triple de Oriola incluído – Fue un espejismo. Un desacertado cuarto en ataque del Real Madrid que se mostró muy espeso en esta faceta (5 puntos en cuatro minutos) llevó al Barcelona a tomar la iniciativa en el marcador a falta de 6 minutos, y que ya no soltaría hasta el final revertiendo el marcador que quedó en 34-40. Por fin vimos a Ayón, que entró en pista tras la segunda falta de Felipe Reyes a falta de 6:14. Su balance: Tres puntos y dos faltas en 3:46.
Con todo por decidir, se inició el tercer cuarto con la tercera falta de Oriola a los 39″. Esto no resultó un acicate para el Madrid que tras dos pérdidas y sendos triples de Ribas y Hanga se encontró con la máxima diferencia en contra a falta de 8′ para finalizar el cuarto (35-48)
Oriola seguía hurgando en la herida hasta que cometió la cuarta falta a 6:48″ para el final del cuarto. Un desconocido Real Madrid llegó a ir cayendo de hasta 18 puntos. Laso cambió a un desdibujado Doncic metiendo a Taylor para buscar mayor intensidad defensiva. Y pareció lograrse con tres tonos consecutivos, pero en ataque sólo se tiraba desde el 6’75 quizá por la ansiedad de reducir cuanto antes el resultado. Al no haber acierto en los tiros, el Barça pudo cerrar el cuarto con ventaja de quince (52-67)
El inicio defensivo con otros dos robos y sobre todo los triples de Carroll hicieron soñar al Madrid que a menos de seis minutos se puso a 11, que llegaron a ser 10 tras otro triple, esta vez de Rudy. Pero el acierto ofensivo del equipo azulgrana personalizado en Hanga y Tomic alejó a los de Pesic de nuevo a 13.
Reacción de los de Laso con un Rudy muy serio y el Facu recuperando la dirección del juego y el Madrid se pone a siete a falta de 2’18» Había partido. Y más aún cuando llegaron a ser cinco a 1’47»
Una canasta de Sanders y una violación de cinco segundos de Rudy parecieron dar al traste con el sueño blanco. Pero los triples de Carroll y Thompkins llegaron a poner a dos al Real Madrid, que incluso tuvo la última posesión para ganar el partido pero Causeur falló el tiro y antes del pitido final no se pitó una clara falta sobre Taylor que pudo prolongar el sueño. Pero nos despertamos (o despertaron) de forma brusca. Con la sensación de que el Madrid nunca se rinde. Orgullosos de querer soñar. Porque con este equipo, el bulevar de los sueños rotos no existe.
Copa del Rey Final
Real Madrid 90 – FC Barcelona Lassa 92
Autor: @pepo2204
Imagen: Twitter