#CrónicaReal | Pesaban las piernas (1-0)
El partido ideal para la esperadas rotaciones, contra un rival que se nos da muy bien, en casa y con una dinámica de juego y resultados excelente, si bien es cierto con precauciones, ya que este rival nos venció con claridad en Cornellá el año pasado, en uno de los peores partidos ligueros del Madrid de Zidane.
En contra de lo que se ha comentado, en Bilbao ya se apreciaron ciertos cambios que buscaban dar algo de oxígeno al mediocampo tras el parón de selecciones, quizá la zona de más exigencia, si bien no se podían hacer grandes florituras en una salida exigente y dura. Casemiro e Isco descansaron para dar entrada a Ceballos y Asensio, justo las variantes que vimos en el Bernabéu ante la Roma.
Por ello, era de esperar que hoy, en casa y ante un rival más accesible a priori, hubiera más cambios que sumar al obligado en el lateral derecho por la lesión de Carvajal. También hubo ilusión frustrada para muchos al ver a Vinicius en la lista de convocados, pero finalmente quedó descartado.
Marcelo, que no parece tener recambio directo de garantías (o al menos con Reguilón no parece contarse en la rotación); Kroos, que lleva una buena tunda y no había descansado, y Bale, al que siempre está bien proteger, han sido los jugadores que han tenido descanso (sumados al citado Carvajal), por lo que Ceballos, que está entrando mucho más este año; Nacho, el comodín que todo lo sacia, y Asensio, que recupera titularidad, fueron de la partida.
Ha sido un duro partido donde se ha notado bastante el extraordinario esfuerzo realizado el miércoles ante la Roma, sobre todo en la segunda mitad, donde ese correcalles europeo nos ha hecho largo el encuentro. Ha sido el partido donde hemos tenido más problemas, en cambio, lo que en Bilbao fue un empate, aquí se ha saldado con victoria.
Costó la primera parte, con un Español posicionado muy atrás y un Madrid que no conseguía profundidad, pero que trabajaba el partido a fuego lento (o no tan lento), como hemos comprobado en todos los encuentros de esta temporada.
Aunque no llegaban las ocasiones, se veía con la tranquilidad del que sabe llegarán en algún momento por ritmo, intensidad de pase y presión alta, que son las que propician esas exageradas posesiones de más del 70 por ciento, del 76 pasada la media hora.
El Español tuvo un par de contras en las únicas dos ocasiones en las que pudo pasar del mediocampo, completamente maniatado por los nuestros, en una erosión constante al rival que finalmente desembocó en el gol de Asensio en los últimos minutos del primer tiempo, cuando el Español comenzó a dejar huecos. Un gol que nos habrían quitado el año pasado (y costado dos puntos), pero que gracias al bendito VAR subió justamente al marcador.
Es un planteamiento habitual, el Madrid maniata a los rivales cuando mejor están físicamente, los desfoga en esa primera mitad, y los liquida en la segunda, cuando dejan más huecos y no pueden sostener el ritmo propiciado por la abusiva posesión de balón madridista.
Es por ello que, aunque no sean tan vistosas, estas primeras partes son clave en el devenir de los partidos… si además se logra marcar, como suele ser habitual, es fácil que llegue la goleada al verse el rival obligado a abrirse sin la exuberancia física del comienzo.
Pero nada no ha sucedido así. La segunda parte ha sido mucho más dividida y pareja debido a la fatiga acumulada por el equipo, que ha jugado miércoles-sábado, a pesar de la inclusión de algunas rotaciones.
Una segunda parte que no ha sido en absoluto lo esperado. Sí lo fue en cuanto a estructura, dejando salir al Español algo más, teniendo más huecos, por ello tiramos y creamos alguna ocasión más que en la primera parte, pero también sufrimos mucho merced a la fatiga acusada por nuestro mediocampo. El equipo no logró juntarse ni llegaba a cerrar las salidas, por lo que fue una mitad mucho más rifada y dividida, si bien no pasamos grandes apuros (la gran excepción fue un tiro al larguero por culpa de un grave error en la salida de balón de Ramos).
Es de valorar, eso sí, que es el segundo partido con la portería a cero, que con lo que nos cuesta no está nada mal.
Correcto debut de Odriozola, que mostró una velocidad extraordinaria, seguro atrás, aunque en la primera parte no pudo dar la verticalidad que se le intuye en todo momento. Un chico serio, rápido, luchador que apunta muy buenas maneras. Se encontraron más vías con Nacho en esa primera mitad, junto a Asensio en su banda natural.
Un Ceballos que está rápido y con mucha movilidad, que con su juego junto a Modric, Isco, Benzema y Asensio, fueron erosionando a un rival que se sostuvo sin fisuras durante casi todo el primer tiempo. Un ritmo de circulación apreciable, pero que no consiguió desbordar casi nunca al rival. Todo se vino abajo en la segunda, con el mediocampo sufriendo mucho.
A parte del gol, Asensio fue el más incisivo y vertical en la primera mitad.
En la segunda pudimos ver unos minutos a Llorente, que cumplió bien con su cometido de dar más solidez a un mediocampo cansado y que hacía aguas. La presencia de Mariano, que gozó de más minutos que el otro día, fue casi testimonial, pero siempre tiene esa verticalidad y sensación de peligro cuando recibe en las inmediaciones del área.
Por lo demás, no se puede destacar a nadie en concreto. Nacho, Odriozola, Casemiro y Varane cumplieron, pero nadie se salió del discreto nivel generalizado.
Partido soso, típico tras esfuerzo Champions, que se resolvió con oficio, sin recibir gol y, aunque sin alardes, mostrando algunas de las virtudes que estamos disfrutando del equipo, al menos en la primera mitad.
Texto: @MrSambo92
Foto: LaLiga