Crónica Real | Sin pegada en La Cerámica (0-0)
Empate sin goles del Real Madrid de nuevo ante el Villarreal, en un encuentro que tuvo dos partes claramente diferenciadas. En la primera, el conjunto local se mostró superior, pero en la segunda el equipo de Carlo Ancelotti hizo méritos suficientes para llevarse los tres puntos. Rulli se convirtió en figura, y evitó un triunfo importante.
Comenzó caliente el partido, y el Madrid pudo comprobar desde el principio que ni el rival ni el árbitro se lo iban a poner fácil. La primera parte transcurrió entre conflictos, faltas y acciones polémicas, casi todas ellas cayendo del lado contrario. Cierto es que el Villarreal dominaba el partido, pero al mismo tiempo las galopadas de Vinicius estaban empezado a desquiciar a la defensa local, sobre todo a Foyth. Pero fue Albiol el protagonista de la primera jugada polémica (por decir algo, ya que no ofrecía dudas). El ex central del Real Madrid miró a Vinicius, sacó el brazo a pasear y dentro del área asestó un golpe al extremo brasileño. Nada según Sánchez Martínez, nada según el VAR y, como sucediera en la ida, Albiol yéndose de rositas.
Mientras tanto el partido se le iba de las manos al Madrid, con el Villarreal atacando el costado de Marcelo en cada ataque. Pese a ello, la más clara llegó por el otro lado, pero el poste evitó el 1-0. En el otro área pasaban pocas cosas, más allá de la cacería a un Vinicius que fue objeto de bastantes faltas, aunque no todas pitadas por el colegiado. Parejo siguió la línea de Albiol y también golpeó sin balón de por medio al jóven brasileño, sin recibir castigo alguno. Para ser justos, el Villarreal también tuvo su reclamo en un pisotón de Asensio que se quedó en amarilla. Todo este escenario perjudicó al equipo de Ancelotti, muy ramplón en los primeros 45 minutos, aunque Bale, casi en el último suspiro, tuvo la mejor ocasión tras un gran pase de Casemiro.
En la segunda parte el guión cambió por completo, y el Villarreal apenas pudo dar tres pases. El Madrid presionó más y mejor, encontró espacios y consiguió que los de Emery defendieran en su área durante los 45 minutos del segundo acto. Y no solo eso, sino que llegaron las ocasiones. Bale fue el gran protagonista; envío un balón al larguero previo paradón de Rulli y tuvo otra con el exterior del pie que también despejó el meta argentino, lo que sumado a su ocasión del primer tiempo, le convertían en el jugador más peligroso. Vinicius vivió una segunda parte más calmada y también tuvo su ocasión, pero un impecable Rulli la desbarató al leer sus intenciones. Ambos equipos tiraron de banquillo para dar refresco para los minutos finales, pero el Villarreal apenas tuvo oportunidad de salir de su campo.
Las entradas de Hazard y Jovic fueron el último cartucho que quemó Ancelotti, y el partido se rompió en los últimos finales. El Villarreal encontró alguna jugada a la contra, pero Courtois se anticipó bien a Estupiñán en la más peligrosa. Pero era el Madrid quien insistía más, haciendo méritos para algo más que un empate, pero nuevamente la suerte no estuvo de su lado. Hazard se inventó una jugada, Jovic hizo una buena vaselina y en esta ocasión fue el larguero el que evitó el tanto de la victoria. Por si fuera poco, Estupiñán rechazó bajo palos otro remate de Hazard, que en apenas dos jugadas estuvo a punto de ganar un partido que se escapó de las manos pese a los esfuerzos realizados.
La siguiente estación será París, pero por lo pronto el Sevilla logra recortar dos puntos en la pelea por el campeonato. El martes, presumiblemente con Karim Benzema y Ferland Mendy, será otra historia.