Crónica Real | Mucho Kanté, poco Madrid (2-0)
El Real Madrid disputó este miércoles su partido de vuelta de las semifinales de la UEFA Champions League ante el Chelsea, tras el empate 1-1 en Valdebebas. Zidane decidió salir con tres en el fondo: Militão, Nacho y Ramos, quien regresaba tras su baja por lesión. Por bandas Vinicius y Mendy, y en el medio Kroos, Modrić y Casemiro. Hazard y Benzema en punta. Esta fórmula ha dado buenos resultados recientemente al Madrid y puede decirse sin ninguna duda que es un factor clave en la racha de 19 partidos seguidos sin perder que tenía el Real Madrid antes de este partido.
Se esperaba un duelo complicado, luchado, peleado… Y así fue. Tuchel alineó un equipo para recuperar en el medio con Kanté o Jorginho y así salir disparados al ataque con Havertz o Mount en bandas. Como buen equipo inglés, el Chelsea dejó su sello temprano en el partido tras tres entradas muy fuertes. Solo en la tercera falta el árbitro principal mostró la amarilla a Jorginho por falta a Hazard.
El Madrid, ante lo hermético de la defensa del Chelsea, tuvo que recurrir a los remates desde fuera del área. Kroos y Modrić lo intentaron, pero sendos remates fueron a las manos de Mendy. Al minuto 18, Timo Werner dio el primer susto y el preludio a lo que vendría después: remató a puerta vacía, pero estaba en fuera de juego.
Vinicius, enfocado en labores defensivas por las recurrentes subidas de Mount y Chilwell, poco pudo hacer en ataque en la primera parte, pero una de esas ocasiones fue un buen centro a Benzema, aunque el galo no pudo alcanzar el esférico. El ‘9’ blanco intentó nuevamente con un gran remate desde fuera del área y nuevamente Mendy detuvo, aunque esta vez con mucho más esfuerzo, el primer gol del partido.
Aquel lema que reza: “Al que no hace, le hacen” se materializó inmediatamente después con un gol de Werner. Kanté desplegó todo su fútbol en recuperación, conducción y creación y dejó para un Havertz cuya definición estuvo a la altura de la instancia: picó la pelota ante el gigante belga, pero la pelota pegó en el poste y ahí estaba Timo para poner el 1-0 debajo del arco.
Poco después, un nuevo aviso de Benzema, ahora para empatar el partido, fue dado a Mendy, pero el compatriota del delantero madridista logró sacar una mano para repeler el cabezazo del cuarto máximo goleador de la historia de la Champions. Todo quedaría igual para el resto del primer tiempo. El Chelsea se fue al vestuario ganando 1-0, siendo mejor que el Madrid, que poco pudo hacer.
Para sorpresa de muchos, la segunda parte fue un dominio absoluto del Chelsea. Tuchel dio un repaso táctico a Zidane y eso se notó en el complemento. En el primer cuarto de hora, el Chelsea pudo ampliar su ventaja hasta en tres ocasiones, pero Courtois, el poste y la imprecisión valieron para que el Madrid siguiese en la eliminatoria, aún con el 1-0 en el marcador.
Valverde y Asensio ingresaron al 63’ por Vinicius y Mendy para intentar refrescar al equipo y dar mayor movilidad, pero simplemente todo siguió igual.
Courtois fue el gran protagonista del Real Madrid en la segunda parte. El Chelsea no paró de atacar durante toda la segunda mitad. Esa insistencia tuvo premio cuando Mount sentenció el partido con el 2-0. Kanté, Kanté, Kanté y Kanté. El francés pareció multiplicarse durante los 90 minutos y fue parte clave en la creación tanto del 1-0 como del 2-0.
El Chelsea liquidó así el partido y la eliminatoria. Los minutos restantes fueron de trámite. Ninguno de los cambios de Zidane, incluyendo a Rodrygo y a Mariano (ingresó al 88’), tuvo un impacto directo en el desarrollo del partido.
Kanté dio una cátedra de lo que debe hacer un jugador todoterreno en el rectángulo de juego para triunfar: recuperó, rompió, condujo, creó, defendió, contuvo, atacó, jugó, disfrutó y nos hizo disfrutar de un espectáculo de jugador. N’golo seguramente también está cubriendo este texto ahora mismo. Lo ocupó todo, lo vio todo e hizo jugar a todo su equipo. Un jugador único.
El Madrid se queda en las semifinales de esta edición de la UEFA Champions League, cuya final será 100% inglesa entre el Manchester City y el Chelsea. La decimocuarta copa de Europa tendrá que esperar.
Foto: Adam Davy / Imago