Crónica Real | Melero y el Girona impiden la victoria (1-1)
La primera parte fue un quiero y no puedo para los de Carlo Ancelotti, pese a que los minutos iniciales no fueron malos. De hecho dos disparos de Modric y Camavinga pusieron en aviso al Girona, hasta que los de Michel se asentaron en el campo y empezaron a disfrutar con la pelota. Pronto llegaría su primer aviso con un remate de Taty Castellanos que rozó el palo, previo a otro cabezazo similar de Valery que se marchó muy pegado al poste.
El Madrid funcionó en el primer tiempo a base de chispazos, sobre todo de Rodrygo, que tuvo las dos más claras; primero un disparo que buscaba la escuadra ante el que reaccionó de maravilla el meta Gazzaniga, y después con un chut potente al palo, en la que fue sin duda la más clara de los de Ancelotti en los primeros 45 minutos. También se topó con la madera el conjunto visitante, en una jugada en la que pudo haber falta previa de Valery sobre Carvajal, que acabó con un potente disparo de Yangel Herrera al travesaño.
El último arreón de los blancos antes del descanso no surtió efecto, ya que los catalanes tapaban bien las internadas de Vinicius y Valverde, siendo este último el autor de la última ocasión con un disparo de zurda que se marchó bastante desviado. El Girona se cerraba bien y además salía con el balón jugado con criterio, algo poco habitual en los equipos visitantes que llegan al Bernabéu.
El guión del inicio de la segunda parte fue el mismo, ya que el Madrid comenzó activo y buscando la portería contraria, pero poco a poco el Girona supo frenar el ímpetu de los de Ancelotti. Vinicius recibió un cabezazo de David López que Melero López solo castigó como amarilla, y los visitantes empezaron a perder tiempo en cada saque, lo que provocó la amarilla a su portero, Gazzaniga. Pero tras 10 minutos del segundo acto, nada había cambiado con respecto a la complicada primera parte para al Real Madrid. Dicha situación hizo que Ancelotti reaccionara antes de lo habitual, dando entrada al campo a Marco Asensio en el lugar de Camavinga con media hora por delante.
El cambio no tuvo mucho efecto, y de hecho la ocasión más clara la volvió a tener el Girona en un mano a mano salvado por Courtois, aunque la acción quedó invalidada. Pero el fútbol es imposible de predecir, y por eso en el minuto 70, cuando menos se esperaba, marcó Vinicius el 1-0, previo pase de un Fede Valverde que inició la jugada, luego peleó la pelota dentro del área y acabó asistiendo al brasileño, que volvía a ver puerta en el Bernabéu. No estaba siendo su mejor partido, pero es lo que tienen las estrellas; hasta en los malos días son decisivos.
Pero Melero López quería su cuota de protagonismo, y pitó un penalti por mano de Asensio pese a que la pelota había pegado previamente en el pecho del jugador balear, que antes de esa acción había tenido el 2-0 en sus botas. Después de tanto remar para abrir la lata, una acción aislada y una decisión cuanto menos discutible (sobre todo viendo la actitud del árbitro con ciertas acciones durante el resto del partido), permitían a los visitantes igualar a 10 minutos del final.
Ancelotti quemó sus naves con la entrada de Mariano y Militao, buscando ganar poderío aéreo y a la vez pasar a Alaba al lateral izquierdo. Sin embargo, Melero López no estaba por la labor, y anuló un gol de Rodrygo en una jugada en la que Gazzaniga no tenía el balón completamente agarrado, antes de expulsar a Kroos en la jugada posterior. Un show arbitral indecente e impropio de una liga de nivel, pero con el que el colegiado logró frenar al Madrid cuando más se acercaba al gol.
El partido concluyó con empate, seguramente merecido por el buen juego visitante, pero injusto viendo la actuación arbitral perpetrada por un viejo conocido como Melero López (el hombre del «Todo Ok José Luis), que quiso ser protagonista en el Santiago Bernabéu…y lo logró.
Foto: PIERRE-PHILIPPE MARCOU/AFP via Getty Images
