Crónica Real | Licencia para ilusionarse (1-4)
Estreno con victoria del nuevo Real Madrid de Carlo Ancelotti en Mendizorroza. Nacho, Vinicius y Benzema con un doblete fueron los goleadores de un partido que se resolvió en la segunda parte, después de una primera algo más igualada. La segunda etapa del técnico italiano en el banquillo madridista se inicia con goleada y, de paso, con el liderato provisional.
Los primeros compases del partido no fueron los habituales de un debut liguero. Tanto el Madrid como el Alavés arrancaron con mucho ritmo, proponiendo un partido de ida y vuelta, aunque sin grandes ocasiones de gol. Era Bale el más incisivo, probando hasta en cuatro ocasiones el disparo, una de ellas en una falta lejana. Poco a poco el equipo de Ancelotti fue metiendo atrás a los vitorianos, que si bien en la primera media hora salían con facilidad y pisaban el área contraria, en los minutos finales de la primera mitad se vio abocado a defenderse.
Acabaron los primeros 45 minutos con poca sensación de peligro, pero desde luego no fue un preludio de lo que iba a venir en la segunda parte. El Madrid salió en plan vendaval, y en apenas unos minutos encontró las ocasiones y los goles para hacer inútil el esfuerzo de los locales. Y para no perder las viejas costumbres, fue Karim Benzema el desatascador. Solo pasaban tres minutos de la segunda parte cuando Hazard dejó un tacón en el área, y ahí Karim empaló como sabe, reventando la red. Fue el primer remate del francés, que sigue en su línea de las anteriores temporadas: imparable dentro y fuera del área. La asistencia hizo crecerse a Hazard, algo desaparecido en la primera pero excelente en la segunda. Otra combinación suya con Benzema rozó el 0-2, quedando claro ya el excelente nivel de los muchachos de Ancelotti en el segundo acto.
Sería en una jugada ensayada cuando el Madrid pondría el 0-2 en el luminoso. Modric centró un balón que parecía quedarse corto, pero Nacho lo hizo bueno con un remate más propio de un 9 de área que de un central. El gol premiaba el aplastante dominio de la segunda parte, con un Alavés encerrado y sin poder oler el balón. Y como no hay dos sin tres, Benzema anotó el tercero. Valverde cabalgó por primera vez en el partido, fue generoso para pasar el balón al delantero galo y éste, tras un par de rechaces, acabaría rematando a placer para sentenciar el partido. En cuestión de 17 minutos, 3 goles. Sin duda minutos para ilusionarse, y más teniendo en cuenta la falta de pegada que ha asolado al equipo los últimos años.
Solo un error de Militao, algo nervioso, puso algo de emoción a un partido ya resuelto. El central brasileño se confío al ceder la pelota hacia atrás, y Courtois no tuvo más remedio que hacer penalti. Joselu, el más peligroso de los vitorianos, anotó la pena máxima, pero nada cambio en el partido. De hecho en los 35 minutos restantes el Alavés no generó ninguna ocasión más, resolviendo bien el Madrid las acciones de ataque de los locales con un Nacho imperial y un Alaba que debutó de lateral izquierdo dejando muy buenas sensaciones, especialmente en ataque. Ancelotti no quiso que se le descontrolara el partido y metió piernas frescas con Vinicius y Rodrygo, sustituyendo a un Hazard más en forma que nunca y a un Bale algo menos participativo en la segunda parte.
Los minutos finales fueron de fútbol control, pero hubo tiempo para un triple cambio y, sobre todo, para el estreno goleador de Vinicius. Alaba completó una buena actuación asistiendo al brasileño, que metió la cabeza para lograr el definitivo 1-4. Había tenido dos buenas jugadas Vinicius, incluyendo un disparo que despejó Pachecho, y su insistencia está vez tuvo premio. Poco pudo hacer más el Alavés, que dejó una buena imagen, pero no pudo contener el buen juego de su rival durante la segunda parte.
Es solo el primer partido, pero el Real Madrid es líder, se va con 4 goles en su casillero y más allá del fallo de Militao, la actuación defensiva fue notable. Queda mucho camino por delante, pero la primera prueba está superada con nota y dará confianza para todo lo que viene.
Foto: Adrián Ruíz Hierro / Imago