Crónica Real | En busca de la siguiente
El partido más anhelado por los madridistas, aquel que nos podía dar un título. La trigésimo cuarta Liga. Se dice pronto, cuesta muchos años. Y ya la tenemos aquí.
Zidane volvió tras coleccionar todos los títulos habidos y por haber en tiempo récord, algo inaudito en el mundo del fútbol (3 Champions en 2 años y medio, un doblete, Supercopas, Mudialitos…). Un equipo campeón que se despeñó con su marcha, como le ocurrió antes de cogerlo por primera vez. Y con su regreso ha vuelto el equipo competitivo y ganador.
Podrán decir muchas cosas, elucubrar y crear teorías sobre lo que podría haber pasado en universos paralelos de haber tenido otras elecciones. Es obvio que para llegar a un punto puede haber muchos distintos caminos, pero es irrefutable que Zinedine Zidane encuentra el que lleva a los títulos, uno de ellos, donde la mayoría se pierde para siempre, donde la mayoría nunca llega.
Muy consciente el equipo de lo que tenía ante los ojos y al alcance de la mano. No dejó lugar a la duda en sus intenciones con la alineación inicial. La que suponemos de gala, con los cuatro de atrás, contando con un Mendy pletórico que, ante la baja de Marcelo, se reivindica más aún si cabe. Trío de centrocampistas, ese trío que muchos decían defenestrado, donde Modric, con un espectacular retorno del confinamiento a sus 34 años, ha desbancado a un Valverde que parecía consolidado. Tremendo desempeño físico y técnico el del croata que ha sido titular indiscutible en los últimos partidos de forma consecutiva.
Y triplete para la delantera, con el regreso de Hazard al equipo titular y un Rodrygo que parece haberse ganado la confianza de nuevo del entrenador por delante de Vinicius. Es fantástico cómo los está haciendo evolucionar y los está formando, dejándoles espacios de descanso para eliminar presión y luego darles plena confianza, lo que está significando el excepcional rendimiento de ambos. Eso sí, se esperan más goles de Rodrygo. Ambos escoltando al rey Benzema.
Es el equipo que mejor resultado ha dado y mejor juego ha ofrecido, con la salvedad de Valverde por Modric.
Tras una larga posesión de minuto y medio del Villarreal, el Madrid se hizo con los mandos de forma absoluta, sin dejar salir del mediocampo a su rival. La banda derecha parecía nuestro mejor camino, y así lo fue durante los primeros 45 minutos. Encontrábamos entrada con facilidad y mucha sensación de peligro con Rodrygo y, sobre todo, un pletórico Carvajal, que se marcó un espléndida primera parte tanto en ataque como en defensa. Suyas fueron las primeras opciones, con un intento frustrado de vaselina y un gran pase a la incorporación de Modric para el remate final de Benzema. Las ocasiones iban llegando, aunque sin ser excesivamente claras.
La banda derecha era el camino, incluso si distraíamos por la izquierda, que es donde parece estar nuestro poder principal. Un tiro lejano de Casemiro y una asistencia del brasileño para el remate de volea de Benzema eran la manifestación de la abusiva superioridad, con una gran presión que asfixiaba a los castellonenses.
El equipo se mostraba tremendamente fresco en lo físico, así como dinámico y fluido, con una circulación muy rápida y efectiva, que relucía especialmente cuando se juntaban Modric, Benzema y Hazard.
Un tiro peligroso de Modric parecía vaticinar lo que se acercaba… ¡Cómo ha vuelto el croata! Está sensacional en la creación, pero también en lo físico, con grandes apoyos defensivos. Cuando se juntaba con los citados Hazard y Benzema todo podía pasar.
No fue hasta el 22 cuando el Villarreal pudo encadenar varios pases seguidos, aunque sin especial mordiente.
Con todo esto, antes del parón para el agua, una vez más la presión surtió efecto, con Casemiro anticipándose y dejando franca la jugada para que Modric asistiera a un Benzema que no perdonó. Está muy cerca del Pichichi el francés, que se merece todo elogio y galardón este año. Nada me haría más feliz.
Tras el gol, y aunque la banda derecha seguía produciendo frutos con las internadas de Carvajal y Rodrygo, que no estuvo acertado en ese último pase, el equipo se tomó cierto respiro. Una primera parte donde, dentro del gran nivel general, toca destacar a Carvajal, Modric, Casemiro y Benzema de forma especial.
La segunda parte fue más contemplativa, y eso que pasó de todo… Mucho fútbol control pero también cediendo momentos de posesión a un inofensivo Villarreal. El dominio era continuo, pero el resultado provocaba esa lógica incertidumbre, aunque todos los resultados nos favorecían.
Un jugadón de Carvajal a magistral pase de Modric, la banda derecha seguía siendo el camino, fue una de las mejores opciones hasta la llegada del segundo gol. Vean la jugada, porque la precede una circulación de innumerables pases realmente brillante.
Courtois, otra vez excelente, intervino por primera vez en el 71, tras recibir un brutal golpe en la cabeza que nos dejó un poco asustados a todos. Esa manía de los jugadores de no saltar… Al final el guardameta tuvo bastante presencia.
La salida de Asensio y Vinicius (por Hazard y Rodrygo) reavivó el partido. Así llegó la jugada del penalti, con un Ramos excepcional, que se anticipó en una arrancada a la vieja usanza hasta llegar al área y provocar la infracción. Gol.
Hago un inciso para hablar de Ramos. Le he zurrado mucho, pero me tiene entusiasmado. Le vino realmente bien la marcha de Casillas. Está más maduro, centrado y con él en la capitanía el equipo está viviendo una época competitiva con pocos referentes en la historia. El detalle de preparar el penalti con un pase a Benzema para que éste marcara es maravilloso, pero el francés se adelantó antes del impacto de Sergio, por lo que hubo que repetirlo. Que finalmente se lo cediera a Karim es un detalle digno de encomio, de un gran capitán.
Respecto a Hazard, parece obvio que Zidane le dará el siguiente partido también buscando que recupere ritmo. Es evidente que le falta explosividad, por lo que conseguir un mejor tono puede ser crucial para lo que resta en Europa.
El gol despendoló al Madrid, que tuvo varias ocasiones seguidas con un pujante y poco acertado Vinicius y un tiro al larguero de Kroos con Asenjo ya batido… Y cuando nos las prometíamos muy felices, un acercamiento esporádico terminó en el gol del Villarreal, un gran remate de Iborra.
Isco, Lucas y Valverde salieron al final por Modric, Carvajal y Kroos. El Villarreal tuvo varios acercamientos que nos hicieron sufrir mucho, con dos tremendas ocasiones. Un confuso córner con un balón suelto en el área, de remate final desviado, y dos intervenciones magistrales de Courtois a lo Casillas la noche de la Novena impidiendo el empate.
Eso sí, la jugada de la noche se la debemos a Vinicius, una auténtica genialidad de jugador elegido que terminó en gol de Asensio, pero que Hernández Hernández (buen arbitraje, hay que decir) anuló por mano previa de Benzema. Una lástima, porque era la rúbrica perfecta a una liga trabajada y muy merecida, donde el Madrid mostró el mejor futbol en la primera vuelta y la mayor solidez tras el regreso del confinamiento, consiguiendo un 10/10 excepcional y del que podemos sentirnos muy orgullosos.
Enhorabuena, madridistas, la 34 ya está aquí. Se dice pronto. Enhorabuena, plantilla, todos vosotros habéis demostrado que la planificación y la calidad que atesoráis marcan diferencias. Enhorabuena, Zidane. Viniste con el equipo a la deriva para rubrica la segunda mejor época histórica del club. Te fuiste y el equipo cayó en la deriva de la derrota de nuevo, para recuperar la senda de los títulos a tu regreso.
Lo demás es ruido de fondo.
El Madrid ha llegado a casa, a su hogar, es decir, al éxito, la victoria, el título. Ahora toca pensar en la siguiente.
Texto: @MrSambo92