Crónica Real | El Real Madrid sale con vida de la emboscada «blue» (1-1)
El Real Madrid saltó al Estadio Alfredo Di Stéfano para disputar una nueva semifinal de la UEFA Champions League, algo que ya es costumbre en los últimos 10 años, desde aquella época en la que Mourinho estaba en el banquillo merengue.
En esta oportunidad el duelo de 180 minutos es contra el Chelsea, equipo muy joven y dirigido por Thomas Tuchel, quien ya sabe lo que es ser subcampeón de este torneo tras perder la final del año pasado contra el Bayern Múnich.
Zidane, ante las numerosas bajas, recurrió a una defensa de tres centrales, con Nacho por izquierda, Varane en el medio y Militão por derecha, custodiados por Carvajal y por Marcelo en los carriles. En el medio los inamovibles Modrić, Kroos y Casemiro. Y en la delantera estaban Vinicius Júnior y Karim Benzema.
Un duelo de jugadores bastante curtidos en este tipo de partidos, contra un equipo en el que sólo dos jugadores del 11 titular contaban con más de 50 partidos en Champions: Thiago Silva y Azpilicueta.
Los de Tuchel, con su dinamismo, juventud y rebeldía característica no solo del fútbol inglés sino propio de los blues, basaron su juego en un triángulo que hizo sufrir mucho al Madrid: Kanté en el centro para recuperar y dar proyección ofensiva con sus pases, Mount por izquierda y Pulišić por derecha. Ahí estuvo el fútbol del Chelsea en la primera parte.
El Chelsea comenzó fuerte. Mucha presión, fútbol veloz, uno o dos toques. El Madrid solo veía correr la pelota de un jugador a otro.
Werner contó con una de las ventajas de este juego rápido y vertiginoso apenas a los 10 minutos de juego. Un centro al área terminó en la cabeza de Pulišić, que sin ningún tipo de egoísmo se la sirvió al alemán, quien fusiló a Courtois, pero el belga demostró por qué el Madrid pagó lo que pagó por su traspaso, casualmente proveniente del conjunto londinense.
Una distracción o señuelo de Werner, que sacó a Militão de posición, dio algo de espacio para la diagonal del estadounidense, que fue seguido por Nacho, aunque el canterano blanco se desentendió totalmente de la jugada y se metió bajo palos, dejando totalmente vencido a Courtois en el mano a mano ante un habilidosísimo extremo. 1-0 tras fusilar a Varane y Nacho. Primer jugador norteamericano que anota en semifinales de la Champions en toda la historia.
Luego del primer derechazo a la quijada del Madrid, el equipo pareció reaccionar con un disparo lejano con la pierna izquierda de Benzema. El esférico besó el poste izquierdo de Mendy, quien realizó un estéril vuelo para intentar alcanzar un remate inalcanzable.
Pero no quedaría ahí. A la salida de un córner, Marcelo centró desde la izquierda al segundo palo, donde estaba Casemiro, que ganó el duelo ante Azpilicueta, y así metió la pelota al centro del área, en donde Militão extendió de cabeza para que Benzema rematara y convirtiese así el 1-1. Este fue el gol número 71 de Benzema en UEFA Champions League, igualando a Raúl González en el cuarto lugar de los máximos anotadores de este certamen.
El duelo fue mucho más parejo a partir del gol del empate, entendiendo que el Chelsea no podía mantener un ritmo tan frenético todo el primer tiempo. La lucha en el medio del campo dejó dos amonestados: Vinicius en el Madrid, por una falta cuestionable, y Pulišic en el Chelsea, por cortar con falta un contragolpe de Marcelo, quien se escapaba por la banda izquierda.
El primer tiempo finalizó con la igualdad en el marcador, no sin un último aviso de Timo Werner, cuyo remate se fue desviado de la portería de Courtois.
Para la segunda parte salieron los mismos 22 protagonistas. Ni Zidane ni Tuchel se atrevieron a modificar absolutamente nada en sus equipos.
Apenas al salir del descanso, el Chelsea dio una declaración de intenciones: todo sigue igual. Presionar, correr, pasar, hacer diagonales… y casi dio rédito al minuto 48, cuando Werner recibió en el área y tuvo espacio para rematar con su pie más hábil. Militão llegó a tiempo para cortar una vez más el peligro.
El complemento sería un poco más parejo y luchado luego del minuto 50. Recién a los 65 minutos los dos entrenadores decidieron mover fichas en el banquillo. Zidane introdujo a Hazard por el amonestado Vinicius; Tuchel hizo lo propio con Pulišic, el mejor jugador del equipo en este partido, con Azpilicueta y con Werner, el peor del Chelsea hoy, para dar espacio a Ziyech, James y Havertz, respectivamente.
El dinamismo blue regresó con los cambios y sendos centros de Havertz por banda derecha y de Ziyech por izquierda hicieron temblar a más de un madridista.
Nuevamente Ziyech se internó como falso ‘9’ y estuvo muy cerca de quedar en un mano a mano contra Courtois, pero Militão frenó en seco la incursión del marroquí. En el córner siguiente a ese corte del central brasileño, de nuevo sería él el encargado de despejar de cabeza.
‘Zizou’ estaba consciente de la limitación del estado físico de Carvajal, también un poco tocado luego de varios choques durante el partido. Odriozola entró en el 77’ por el de Leganés y también hizo lo propio Asensio por Marcelo, quien vio la amarilla poco tiempo antes, para cubrir así la banda izquierda.
Havertz haría de las suyas en un mano a mano contra Varane en el minuto 78. El central francés tuvo que hacer la falta para evitar una catástrofe mayor. El tiro libre fue cobrado por Ziyech directo al arco, pero el guardián belga mantuvo el resultado igual.
Poco antes del final, el Madrid se volcó al ataque y casi logra el 2-1 tras un remate de Kroos, que contó con un traicionero desvío que casi complica la existencia de Mendy. En el córner, Varane falló el cabezazo pero otro desvío, ahora de Chilwell, a punto estuvo de dar la victoria al Real Madrid.
No hubo tiempo para mucho más. Odriozola vio la amarilla tras frenar a Rudiger en una internada por la banda. El alemán precisó de asistencia médica debido al choque con el lateral del Madrid, pero logró reponerse tras un par de minutos.
El club blanco salió con vida del primer asalto, pero todo se decidirá en Londres, en donde el Chelsea partirá con ventaja desde el minuto 1 por el gol de visitante en Madrid.
Foto: Bagu Blanco BPI Shutterstock / Imago