Crónica Real | El Madrid remonta al son de Bellingham (1-3)
Los de Ancelotti vencen al Almería con otra exhibición de Jude Bellingham. Vinicius anotó el 1-3. Arribas aplicó ‘la ley del ex’.
Segundo partido de LaLiga para Almería y Real Madrid, en el estadio almeriense después de la derrota de los locales ante el Rayo Vallecano la pasada semana, y segunda jornada de LaLiga con partido a domicilio para el Real Madrid después del triunfo en San Mamés del estreno liguero. Los de Vicente Moreno se querían resarcir ante un rival al que ya le pusieron las cosas dificilísimas la pasada temporada y que se presenta en el Power Horse Stadium sin Courtois ni Militao y con Camavinga renqueante.
En el Almería la gran amenaza se llama Sergio Arribas y los de blanco le conocen bien. El canterano madridista, después del debut contra el Rayo como suplente, se perfila como titular ante el equipo de su vida. De su vida hasta ahora, porque le toca cambiar el chip y liderar el ataque contra el Real Madrid. El recién llegado Maximiano, fue el titular en esta jornada.
En el Madrid, con Kepa en la convocatoria, sería Lunin quien ocupase aún el espacio entre palos. La dolencia de Camavinga, que le dejó fuera del once, abrió la opción de ver a Kroos de inicio, que junto con Modric, se quedaron en el banquillo en Bilbao. Y por lo demás, pocos cambios. Rüdiger por el lesionado Militao y Bellingham en la punta ofensiva del diamante para dirigir las operaciones ofensivas.
Empezó mal el partido el Real Madrid. Y fue por Arribas, canterano madridista a las órdenes de Raúl hasta hace un cuarto de hora. La jugada fue una contra conducida por Robertone que pilló despistado a todo el Real Madrid. Apenas replegaron Fede Valverde, Alaba y Kroos. Nadie más. El almeriense cabalgó sin oposición hasta el lateral del área madridista, la puso al área y allí apareció Arribas para cabecear picado y al centro. Allí apareció Lunin pero nada pudo hacer, porque era un remate parable para cualquier portero de nivel medio.
Sólo Vinicius trataba de echarse al Real Madrid a su espalda, mojada de sudor por el sofocante calor de Almería. Sin noticias de Bellingham en el primer cuarto de hora, tampoco le acompañaban Kroos, Valverde ni Tchouaméni, así que el Madrid atacaba con prisa y precipitación.
Pero atacaba, atacaba y volvía atacar. Y así llegó el empate en el minuto 18. Fue un centro de Carvajal que cabeceó Valverde al centro. Por allí merodeaba Bellingham en mitad del área pequeña y por allí le cayó la pelota. Se giró en el área y la puso con estilo por abajo y pegadita al palo. El VAR chequeó la posición del inglés y dio validez al gol a pesar de que la imagen de televisión daba la impresión contraria.
Con el partido equilibrado respiraba Ancelotti, sabedor de que a la larga su equipo le tomaría la medida al partido. Así fue. El Madrid inclinó el juego hacia el área de Maximiano como si fuera cuesta abajo y empezó el goteo de ocasiones. Rodrygo en el 26 lamió el segundo, pero su venenoso disparo raso rozó por fuera el palo derecho del meta del Almería.
Reaccionaron los locales con un disparo lejanísimo de Baba, que se envenenó al botar delante de Lunin. Esta vez el meta del Real Madrid metió una gran mano abaja para evitar lo que podría haber sido el segundo tanto del Almería. Otra vez el meta ucraniano fue protagonista al sacar de cualquier manera un tiro lejanísimo de Robertone que volvió a botarle en sus mismas narices. Y otra vez en el 41 tuvo que emplearse a fondo el meta del Real Madrid para sacar un disparo a bocajarro de Luis Suárez.
Vengo. Marco. Y me voy. Gracias. pic.twitter.com/ya0ViRpyyE
— Real Madrid C.F. (@realmadrid) August 19, 2023
El Real Madrid se repuso de los tres sustos locales con una ocasión de Rodrygo, cuyo disparo en el área se topó con Maximiano. Pero el Almería volvió a castigar el área del equipo de Ancelotti. Ni Rüdiger ni Alaba eran capaces de dominar el juego aéreo.
Pero justo en el 49, a unos segundos del final del primer tiempo, llegó el segundo del Real Madrid. Entre Bellingham y Carvajal asistieron a un Kroos que la puso con elegancia lejos del alcance de Maximiano. Sánchez Martínez dio gol, pero le advirtieron desde el VAR de una posible falta de Carvajal por pisotón. El colegiado acudió al aviso, revisó la jugada y anuló el tanto. Así que con el gol interruptus y el 1-1 en el Power Horse Stadium nos fuimos al descanso.
Justo al filo del 60 volvió a aparecer la gigantesca figura de Jude Bellingham para poner por delante al Real Madrid. El pase medido lo puso Kroos al área grande. Allí atacó Bellingham el espacio y cabeceó a la portería que había abandonado un atolondrado Maximiano dejándola vacía. Pues nada. El Madrid se ponía por delante gracias a un jugador que es un 8, un 9 pero sobre todo es un 10.
El Almería, esta vez sí, acusó el gol del Real Madrid, que empezó a gobernar el partido con solvencia y comodidad. Rodrygo perdonó el tercero en un mano a mano ante Maximiano al que llegó más forzado que Pedro Sánchez con Puigdemont. Ancelotti, con todo, metió de golpe a Modric y Camavinga por Rodrygo y Kroos. El objetivo era amarrar el centro del campo y de paso el partido.
Lo terminó de abrochar Vinicius en el 72 con un golazo tras una buena jugada coral del Real Madrid. Fue un toque sutil de vaselina desde el área grande tras recibir el pase de primeras de Bellingham. Control con los tacos y sutileza para lograr el tercero. Y perdonó el cuarto un minuto después tras una contra galopada por Valverde.
En los minutos postreros del equipo, con el Almería rendido y fundido, el Real Madrid sesteó porque sabía que tenía el partido ganado. Los de Ancelotti dejaron pasar el tiempo y no quisieron hacer más sangre, y eso que Carvajal en el 88 rondó el cuarto que evitó Maximiano al llevarse un enorme pelotazo a bocajarro como daño colateral. Después las tuvieron Brahim, que entró junto a Joselu en los minutos finales, y Fran García, que se topó con el palo.
El 1-3 definitivo, que pudo ser más abultado, le bastaba y le sobraba al Real Madrid para pasar la noche líderes tras dos victorias de visitante en el arranque liguero. Una Liga que tiene a Jude Bellingham como gran estrella.