Crónica Real | El Madrid de las grandes noches (2-0)
Victoria brillante y merecida del Real Madrid en el derbi que podría haber acabado con gran parte de sus opciones en la liga. Los hombres de Zinedine Zidane demostraron que el partidazo de la Champions League no fue casualidad y volvieron a ganar con una imagen sobresaliente, destacando una gran presión y una primera parte de mucha intensidad y buen fútbol. El equipo blanco cierra la semana más dura de la temporada con matrícula de honor.
Que el Madrid de Zidane es un equipo ideado para las grandes noches más que para los partidos comunes ya lo sabíamos. Esta plantilla se crece como nadie en los momentos de alta tensión, pero lo de esta semana ha superado incluso las expectativas. Estaba el Madrid con la soga al cuello, y lo que ha hecho ha sido quitársela y ponérsela a sus rivales sin que tuvieran tiempo a reaccionar. Eso le ha sucedido al Atlético de Madrid, todo un líder de la liga que ni vio venir el vendaval que le venía encima.
Y es que el resultado fue el fiel reflejo de lo que sucedió en el campo desde el comienzo. Poco tardó el Madrid en poner en aprietos a Oblak, que se tuvo que lucir ante un disparo sensacional de Benzema, que merece capítulo aparte. El francés parece clonarse por momentos, ya que aparece por todas partes, remata, asiste, juega y hace jugar. Algo monstruoso que no por habitual deja de sorprender. Bajo su batuta y la de Kroos dominó el Madrid, que al cuarto de hora se adelantó de la forma menos esperada: en un saque de esquina. Casemiro remató sin oposición y esta vez Oblak solo pudo mirar.
Cabía esperar una reacción colchonera en la primera parte, pero nada más lejos de la realidad. Y más que por demérito propio, fue el Madrid el que no permitió dicha reacción. La rapidez al recuperar el balón era esencial, y eso provocó que Joao Felix ni oliera la pelota en toda la primera parte. Solo en algún despiste puntual en la salida de balón se complicó el equipo de Zidane, pero Courtois no tuvo que intervenir en toda la primera parte, como sucediera en los dos anteriores partidos. Fiel reflejo del nivel de un equipo en estado de gracia justo cuando parecía visto para sentencia.
Tal fue la superioridad blanca que Simeone reaccionó con tres cambios al descanso: Lemar, Correa y Lodi. Los dos primeros se llevaron una amarilla nada más salir, muestra de la diferente intensidad con la que los visitantes salieron al campo. Incluso Lemar tuvo en sus botas el empate tras una meritoria jugada de Llorente, pero se trató de un espejismo. El Atlético tuvo más presencia, pero poco peligro real. Y quitar a media de hora del final a Joao Felix tampoco ayudo demasiado, ya que el portugués, pese a su mal partido, era el único que podía hacer daño en una jugada aislada. El Madrid no era el de la primera parte, pero seguía defendiendo bien y jugando con la tranquilidad de quien tiene un plan que está saliendo a la perfección.
Falta el gol de la tranquilidad y llegaría en un zapatazo de Carvajal, gran novedad del once titular. Aunque el gol es realmente de Oblak, vino propiciado por la valentía del lateral madrileño, que posiblemente realizó el mejor disparo de su carrera. La pelota pegó en el poste y rebotó en el culo del meta esloveno, en una muestra de que cuando juegas bien hasta la suerte te acompaña en momentos puntuales. Pero ante todo hacía justicia al planteamiento y a la imagen del Madrid, muy superior a un rival intimidado y que ni siquiera con los extraños cambios de su técnico pudo sacar algo en claro.
Antes de acabar dio tiempo a que Courtois al fin hiciera una parada, también a que Valverde regresara tras un mes de lesión y por encima de todo, a que Benzema siguiera deleitando con su fútbol. Destacaron muchos jugadores: Lucas, Modric, Kroos…pero lo del francés escapa a todos. Volvió a demostrar que no vive solo del gol, aunque pudo marcarlo perfectamente. Absolutamente indefendible para un rival que, si algo tiene, es eficacia defensiva. Pero hoy tenía delante al Real Madrid de las grandes citas, ese que si está fino no tiene rival en la liga española.